TRES SON MULTITUD (Ragoney)

Capítulo 5 - Imperfecto

Agoney, incapaz de pegar ojo por el peso de la culpa, decide salir de la habitación y aprovechar lo desvelado que está para empezar a prepararse los exámenes. Coge sus apuntes, su portátil y se dirige a la puerta para salir.

- Ago, te vas? -pregunta Amaia

- Sí, a la biblio a estudiar

- Vale, te espero para cenar? -pregunta su amiga

- A ver, no creo que llegue muy tarde -explica Agoney- pero si llega la hora y no estoy, cena sin mí

- Perfecto, y no te satures mucho, hormiguita -le da un beso en la frente

Agoney ríe ante el apelativo cariñoso que usa la pamplonica con él. No va a negar que la primera vez que se lo llamó no le gustó nada, incluso se cabreó un poco, pero desde que Amaia le explicó que le recuerda a las hormigas porque son mucho más fuertes de lo que aparentan, Agoney esta orgullosisimo de ser la hormiguita de Amaia.

- Tranquila -ríe Agoney- y tú descansa, monito -le devuelve el beso en la frente mientras la envuelve con sus brazos

Cuando decidió que él también quería un apodo para su amiga, enseguida supo cual iba a ser. Amaia es una de las personas más afectivas y cariñosas que ha conocido Agoney. Si le caes bien, es muy difícil que no te haya dado ya algún abrazo. Y si le caes tan bien como el canario, probablemente hayáis estado más tiempo abrazados que separados. Por ello, Agoney siempre afirma que la chica es como un monito que se engancha con fuerza a su rama favorita para no soltarse nunca.

Los dos amigos se dan un último abrazo para despedirse y es entonces cuando lo ve. Apoyado en el marco de la puerta de su novia, con el tupé despeinado, los brazos cruzados y una sonrisa extremadamente grande y sincera en la cara. Agoney se pregunta si Raoul realmente les tiene tanto aprecio a ambos o si simplemente es un cínico.

- Bueno, me voy que al final no haré nada -sentencia el moreno separándose de su amiga

- Adiós -le despide Amaia con la mano

- Chao -dice con un movimiento de cabeza el rubio que se mantiene en segundo plano

El moreno sale de casa y, aún con los pensamientos algo confusos, coge la moto y se pone en marcha hacia la biblioteca.

🐺🐺🐺

- Hombre, como tú por aquí? Amaia ya se ha cansado de ti? -ríe su mejor amigo

- Qué graciosillo estás, no? -ríe también Raoul- estás mejor por lo que veo

- Bueno, va a ratos -se encoje de hombros- pero pasa, por Dios, no te quedes en la puerta, Raoulillo

Así lo hace el rubio, que conocedor de esa casa como si fuera la palma de su mano, se adentra en el salón para desplomarse sobre el sofá.

- Qué es esto? -pregunta cuando aterriza sobre un cuaderno y empieza a pasar páginas

- Es como un diario que me hace escribir mi psicólogo para expresar mis sentimientos y eso

- Buah, tío, perdón -se disculpa cerrandola y devolviendosela

- No, da igual, leelo -se encoge de hombros el moreno- si no hay nada que no sepas, de hecho puede que incluso les ponga música porque lo único que me salen son poemas, ya sabes como soy -ríe algo avergonzado

- Sí -ríe también Raoul al ver la considerable mejora de su amigo en cuanto a su estado de ánimo- Y basta quiero que te alejes, y dile al tiempo que nos conocimos por si acaso vuelves. -lee Raoul- Y vuelve, quiero que lo intentes, tan sólo una llamada aunque no digas nada...

- Esa es Imperfecto -aclara su amigo

- Hay tantas madrugadas que al final no hemos vivido, hay tantas que en el fondo lo he sentido de verdad. Hay tantas, qué ironía y no quiero esperar -dice el rubio leyendo la siguiente

- Esa es Si me dices

- 723, Me da igual, Mi musa, Por ti estaré, Llegas tú... -va pasando páginas Raoul- Luis, tío, son todas sobre ella?

- Sí... -resopla Cepeda- joder ya sé que tengo que intentar pasar página pero es muy difícil, Raoul, además el psicólogo dijo que escirbiera mis sentimientos y solo la siento a ella...

- Joder, Ceporrillo, ven aquí -el menor envuelve a su amigo con sus brazos- poco a poco, vale? Quizás esto te sirva para desahogarte, además son muy buenas

- De verdad?

- Sí, lo digo en serio -defiende Raoul- un poco monotema, pero buenas

- Joder, Raoul, a ti no te ha pasado nunca? -pregunta Luis- obsesionarte, en el buen sentido de la palabra, con alguien? No poder dejar de pensar en esa persona? Seguro que con Amaia te pasa

Y la realidad le da de lleno, pues no es la pamplonica quien estaba ocupando sus pensamientos y eso es preocupante.

- Cómo os va, por cierto? Habéis solucionado esos problemillas? -se interesa su mejor amigo

- Buah, eso venía a contarte, vas a flipar

- Miedo me dais -ríe el moreno

- Te acuerdas de Agoney?

- Sí, es un amigo suyo, no? El canario -afirma Cepeda- el que te ponía cachon...

- Ese es, ese -ríe sonrojandose Raoul

Y el resto de la tarde Raoul le cuenta a Luís todo lo que pasó con Agoney, desde el trío hasta que casi vuelven a tener sexo hace sólo un par de horas.

- Unos tanto y otros tan poco -se queja Luis

- No seas así -ríe Raoul- qué hago? Es que he intentado que pase algo pero me ha alejado y tampoco quiero pasar mucho tiempo con él por si me acabo pillando, porque yo quiero a Amaia

- No sé tío es que yo no comparto lo que haces la verdad -se encoge de hombros Luis- si estas con Amaia estas con Amaia y punto, no?

- Joder pero es distinto -defiende el rubio- Amaia es adorable, pero en la cama Agoney le da cuarenta patadas y eso que no hemos hecho casi nada...

- Pues miras tus prioridades y te quedas con quien quieras

- Pero por qué si puedo tener lo mejor de ambos? -defiende Raoul

- Ya ya, pero no sé, ya hemos hablado muchas veces de esto y jamás voy a pensar como tú -se encoge de hombros

- Estás anticuado, Ceporrito -ríe Raoul- ahora necesito ayuda con el canario, que no cae

- Pues yo creo que lo primero sería pedirle perdón -razona el mayor- fuiste muy a saco, igual le has incomodado

- Vale, sí -le da la razón Raoul- pues voy a buscarle, ya te contaré

- Raoul, cuando vayas a por él, piensa en Amaia, vale?

- Venga, hombre, si no sería la primera vez...

Cepeda niega con la cabeza antes de despedirle. Raoul pone rumbo a la biblioteca rezando por que el canario siga allí.