Capítulo 13 - Roncola

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Está jodido. Agoney está muy jodido. Y lo intenta, de verdad que intenta no pensar en Raoul. Pero el rubio no puede ponerse a bailar en su cara y pretender que no se le vaya la vista, y el sentido, detrás.

- Vaya... -suelta una voz tras de sí que le sobresalta

- Qué? Ah, Miriam, eres tú...

- Wow qué entusiasmo, yo también me alegro de verte -bromea la chica

- Perdón -ríe algo avergonzado- estoy algo ido

- No si ya...

- Suéltalo

- Qué? -se sorprende ahora la gallega

- Lo que estás pensando, dilo -le pide Agoney

La de pelo rizado hace un barrido general con la vista a toda la fiesta y se detiene en dos cabezas rubias que bailan despreocupadas y robándose besos de vez en cuando.

- Pues que no merecemos, canario -ríe algo apenada

- Cómo? -se sorprende Agoney

- Venga, hombre, no te hagas el tonto conmigo -le pide con media sonrisa la gallega- si se nos nota a kilómetros

Y Agoney no da crédito a lo que oye. Vale que no ha pasado mucho tiempo con el grupo, pero él no ha notado nada. Bueno, tampoco se había dado cuenta de lo que le provoca el rubio hasta ahora así que no está para hablar.

- A ti también te gusta Raoul? -pregunta el canario siendo consciente de que es la primera vez que lo verbaliza

Pero, para sorpresa de Agoney, la chica se limita a reír.

- No, Dios mío -sigue riendo Miriam como si le hubieran contado el mejor chiste del mundo- soy bollera, Einstein

- Perdona, no tenía ni idea

- Pues claro que no, cómo ibas a saberlo si casi ni nos conocemos? -afirma la chica despreocupada- y deja de pedir perdón por todo, anda

- Perd... o sea que vale -hace una mueca Agoney- entonces te gusta el monito?

- El monito? 

- Amaia -aclara el canario algo avergonzado por el mote de su mejor amiga- lo sien... la costumbre -se corrige 

Miriam contiene la carcajada llena de ternura que le provoca el canario para no incomodarle.

- Sí, me gusta Amaia... bueno estoy coladísima, pero "me gusta" supongo que también me vale -se encoge de hombros la leona

- Vaya... y por qué me lo cuentas a mí? Quiero decir, es literalmente la segunda vez que hablamos desde que nos conocemos

Miriam resopla y se lleva su copa a los labios bebiéndose así todo el contenido que queda. Empieza a prepararse otra cuando se fija en las manos vacías del canario.

- Quieres algo? -le pregunta 

- Roncola tienes? 

- Obvio -contesta la chica abriendo la botella de ron- y gracias

- Por?

- Por tener buen gusto, siempre que ponemos bote para el botellón me tengo que joder e ir a base de ginebra porque a los pencos y pencas de ahí no les gusta el ron... -Miriam rellena lo que queda de vaso con Cocacola y se lo tiende- es eso o pimplarme una botella de ron yo sola y pues como que no renta -ríe

- Podrías comprarte tú la botella de ron, rellenar otra botella con la cantidad que vayas a beberte en el botellón y guardarte lo otro para la próxima -sugiere el canario mojándose los labios con la bebida- es lo que hago yo

- Dónde has estado toda mi vida? -pregunta maravillada Miriam haciendo reír a Agoney

- Bueno, no me cambies de tema, leoncilla -dice el canario- por qué me contaste lo de Amaia?

- Porque me has caído bien, me pareces muy buena gente y no mereces nada malo -se sincera la de rizos- además Amaia te quiere mucho y la tratas muy bien también -se sonroja la gallega mostrando una faceta suya que el canario desconocía que tenía

- Gracias -se sonroja también Agoney- pero sigo sin entender a dónde quieres llegar

- Que sí, que acostarte con Raoul te puede parecer una pasada y un chollazo y todo lo que quieras -sentencia sin rodeos la chica- pero cuando estés mal y necesites un hombro en el que llorar, cuando estés feliz y quieras celebrarlo con alguien, cuando sea San Valentín y el mundo esté lleno de parejitas felices o cuando sea tu cumpleaños y el único regalo que quieras sea una simple cena llena de arrumacos con él -y Agoney puede notar cierto resquemor en esa última frase- él no estará ahí

Y entonces fija su mirada felina en la pareja que bailan agarrados entre risas, besos y caricias y Agoney puede notar la mueca de dolor en el rostro de la otra chica. Se pregunta si esa misma mueca es la que tiene él, ya que el dolor que comparten parece muy similar.

- Él estará con ella -finaliza su discurso la gallega volviendo a mirar a Agoney

- Lo sé -sentencia Agoney

- No, canario, crees que lo sabes -le corrige la chica- tu cabeza te repite que no puedes estar con él una y otra vez y tú crees asumirlo, pero no sabes lo que es hasta que la realidad te golpea de lleno y te hace añicos por dentro mientras tu exterior debe parecer impoluto

Es ese momento en el que Agoney empieza a entender muchas cosas.

- Por eso pareces un témpano de hielo con patas? -pregunta el canario

- Si finjo no tener sentimientos es más creíble que no duele, no? -responde Miriam dedicándole una mueca 

- Supongo -se encoge de hombros el chico sin saber muy bien qué decir

- Agoney, no quiero que te conviertas en un témpano de hielo con patas -le confiesa la chica repitiendo la misma expresión utilizada anteriormente por el moreno- eres demasiado bueno para eso

- Y qué hago, Miriam? -pregunta con cierto tono de desesperación el canario- qué coño hago? Porque yo no puedo evitarlo, pero no voy a dejar de hablarle a Amaia, que es como mi hermana, mi mejor amiga

- Pues entonces ya sabes de quién te tienes que alejar -sentencia con una mueca la leona

- Pero me va a doler? -pregunta el canario temeroso

- Te va a doler más si te quedas, créeme -le advierte Miriam- no seas tonto y no sigas mi pésimo ejemplo

- Gracias, Miriam, de verdad

- Nada -responde con una mueca la chica

Agoney y Miriam salen de la cocina. El moreno se dirige a bailar con Nerea y Mireya y, con toda la fuerza de voluntad que consigue reunir, logra no desviar la vista hacia Raoul. El gesto extraña enormemente al rubio que a lo largo de la noche no dejará de buscar la mirada de Agoney con la suya y fracasará estrepitosamente.

TRES SON MULTITUD (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora