Bienvenidos a la Familia Galaxia que llega con mucha fuerza dando comienzo con el año galáctico, se preguntaran ¿qué es esto? Pues es muy fácil: somos un grupo de escritores que nos unimos para participar en un gran proyecto que llamamos: un año gal...
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Existen todo tipos de amores: lejanos, imposibles, tóxicos, los que nadie aprueba. Pero entre todos esos y más el nuestro tuvo que ser una casualidad. No estuvo planeado ni tampoco confirmado, solo se que me perdí en aquel hermoso cielo estrellado como lo era tu mirar, mientras que tu sonrisa brillaba como la luna misma.
Tú tan alegre y carismática...
Yo tan triste y antipática...
Tú tan brillante como un cielo lleno de estrellas, mientras que yo era aquella nuvesita gris en un cielo azul.
Nadie lo supo ni lo sabrá jamás pero entre tú y yo hubo una chispa que nos conectó el primer día de conocernos. No sabría como explicar lo que siento porque esto no tiene definición ni explicación.
Como amantes en la guerra fuimos, tan peligroso y complicado nuestro amor; que más que nuestro era solo mío. Te mantuve presa de sentimientos imposibles, en el borde del precipicio mientras yo los buscaba en el baúl del principio.
Era historia tuya la que se narraba y yo como prófuga de sentimientos me adentre en terreno ajeno, encontrándome con lo que escapaba quedando nuevamente presa... pero esta vez de dos hermosos y radiantes ojos brillantes que siempre miraban hacia el futuro hasta que se cruzaron con los míos, llenos de temores y demonios.
Tanta gente que hay fuera y nos tuvimos que encontrar, ojalá no hubiera salido aquella mañana para evitar aquel desastre. Pero cuando me di cuenta ya era demasiado tarde, jamás fue mi intención comenzar el caos en una vida tranquila.
Tu tan rosa perfumada y yo tan espina envenenada que cubrio tu tallo, pensando que así te protegía del ruin mundo, sin darme cuenta que era yo quién te dañaba.
Tú me mostrabas ante el mundo como cosa bella...
Yo te ocultaba de este, procurando que nadie dañara tan bella creación como lo eras y lo seguirás siendo hasta el fin de los tiempos.
Si solo me hubiera dado cuenta que mientras más pasaba el tiempo más daño te hacia te hubiera dejado marchar, más tarde fue que llego la tormenta y con ella se llevo lo que más amaba. A ti, mi hermosa luna que alumbro mi camino y lo embelleció como la bella rosa que fuiste. Más mis negras manos quedaron manchadas de sangre tras herirte.
Quien sabe donde andarás ahora, que rumbos nuevos habrás tomado y que vida habrás alumbrado; púes así eres tú. Tan única y bella, que las demás rosas te tendrán envidia al conocerte.
Coincidir en aquella constelación no dudo que haya sido obra del destino, tú y yo teníamos un radiante futuro por delante pero mis temores y dudas apagaron todo rastro del camino hacia este.
Si alguna vez nos volvemos a encontrar por favor te lo pido, no me mires, pues tus ojos logran ver a través de los míos, llegándole hasta el alma donde guardo a todos mis demonios.
