Bienvenidos a la Familia Galaxia que llega con mucha fuerza dando comienzo con el año galáctico, se preguntaran ¿qué es esto? Pues es muy fácil: somos un grupo de escritores que nos unimos para participar en un gran proyecto que llamamos: un año gal...
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El grupo unido que fuimos alguna vez, ya no existe. Los secretos nos destruyeron, calaron en lo más profundo de nuestros corazones.
Tal y como ella lo esperaba.
Le doy otro sorbo a mi gaseosa y me permito observarlas.
Maggie, quien nota mi mirada, se levanta de la silla y enfila hacia el baño, su apagado vestido beige roza el suelo a su paso. No diviso a Zoe por ningún lado, siquiera se presentó. Aunque creo que en el fondo ya lo sabía. Sofía, mi pequeña dona, se encuentra sola en la mesa, sollozando frente a las tortitas rellenas. Y mi querida Melu, la más afectada de todas nosotras, baila apartada de la gente, casi en la puerta del colegio, con Ezequiel.
Por mi parte, llevo más de media hora apoyada en la columna, viendo bailar al montón de gente ubicada en el centro. Irónico, ¿verdad? Según libros y películas, debería estar rogando por perdón o llorando en los baños por lo perra que fui con la protagonista. Pero si algo aprendí de todo esto es a cuidar las apariencias. Siempre mantuve el velo del misterio, pero al llegar mi prima, bajé la guardia más de lo necesario.
No soy la protagonista, ni la "perra líder" del grupo, para tener una vida completa y traumas amorosos. Simplemente hice amistades y maldades propias de la adolescencia, de las que ahora me arrepiento. La gente nunca decía nada, y eso me pareció reconfortante de alguna forma. Nadie me juzgaba, y tampoco estaban encima mio, no me ignoraban por completo, pero tampoco hurgaban en mi vida como si de ello dependiera la suya.
Las cosas marchaban bien, hasta que todo se fue por el drenaje y me convertí en lo que soy ahora. Pero nadie le pregunta a la zorra menos importante como se siente, a ninguno le interesa ni mucho menos. De igual forma, aquí voy.
Expuesta. Me siento expuesta. Absolutamente todos pueden entrar a Instagram y ver el fiasco que es cada una en realidad.
Sola. Eso también. El grupo se desarmó y mis padres ya ni me hablan, así que mi contención emocional ya no existe.
Vacía. Prácticamente mis emociones y pensamientos revolotean por la cabeza de todos, y en @descubreaandrea.com
Vulnerable. Ya conocen mis puntos débiles, mis miedos, gustos y costumbres. Ahora soy la rara a la que le gusta cantar en un pijama de unicornios.
Sobre todo me siento hecha mierda y pisoteada. Lenna me hirió increíblemente, saquenle el Oscar a Di Caprio y tírenselo por la cabeza.
Bueno, tampoco todo es malo, en tres meses entro a la facultad y allá voy a empezar de cero. Sin amigos, ni novio, ni padres sobre protectores . Todo lo que una adolescente medianamente psicópata esperaría de su paso a la adultez. De esta forma, tiro el vaso al piso, y salgo por la puerta principal, con la frente en alto y una mirada despectiva.
Porque el estar destrozada no es motivo para bajar la cabeza.
