YUMBREL (EMILIACO) FIC

Acuarelas (parte dos)

Seguimos un rato en la bañera, hasta que se nos arrugaron las yemas de los dedos, decidimos salirnos, nos cambiamos y nos quedamos un rato acostados en la cama del hotel viendo Netflix , era simplemente encantador pasar tiempo con Emilio, él era tan sensible, trabajador y amable, era todo lo que buscaba, era la persona perfecta, o bueno es perfectamente imperfecto.

Acarició mi cabello suavemente , yo estaba recostado sobre su pecho mientras en medio de nosotros estaba una bolsa de papas, lo tenía abrazado por la cintura mientras veíamos una película. Esto me recordaba a la escena que habíamos grabado ya hace tiempo de Aris y Temo mientras veían una película, sonreí nostálgico, vaya que sí había pasado tiempo. Sentí como Emilio depositaba un pequeño beso en mi frente, después sentí como olía mi cabello.

--¿Qué haces?-- pregunte juguetonamente, aún viendo la pantalla de la televisión.

--Solo apreciando la belleza mas grande de la naturaleza-- dijo con un tono de voz muy dulce, voltee a verle alce la ceja confundido, él sonrió -- osea tu bebé-- me dio un corto beso en los labios. 

--Oye mi sholito bonito, ¿no te gustaría hacer algo más el día de hoy? Digo es el 14 de febrero ademas de cumplimos un mes mas juntos-- me subí arriba de él quedando yo acostado sobre él -- digo no es que me moleste pasarme todo lo que resta del día acostados viendo películas, ya que contigo todo momento es perfecto -- le sonreí, y el hizo los mismo, acarició mi rostro con sutileza.

--Lo mismo digo-- sonrió -- pero nunca me ha gustado estar de perezoso -- me moví hacia un lado, bajándome de él, me senté en la cama, observando cada uno de sus movimientos, me encantaba ver cada pequeño detalle de Emilio, desde como juega con sus pulseras cuando esta nervioso, hasta como peina su cabello hacia atrás o hacia un lado cuando esta celoso o enojado, me encantaba su personalidad desmadroza, al igual que me encantaba su lado responsable y dulce, me encantaba como podía pasar de estar furioso a suavizar su mirada y llenarme de besos en cuestión de segundos, me encantaba como podía ser un chico rudo y un cholo, al igual que me encantaba como podía llegar a ser un lindo y tierno corderito cuando se lo proponía, Emilio me encantaba, no cabía duda, en serio me gustaba, hasta me atrevía y arriesgaba a decir que me he enamorado de él, pero ¿como no hacerlo? si el es mi sol, es mi sholito bonito.

--¿Pasa algo? mi chiquito bonito-- dijo después de acabarse de ponerse los tenis, me miró con una mirada tranquila y encantadora que me hacía sonreír como todo un idiota, vaya que si me tenía banqueteando este cholo.

--Para nada cariño solo veía tus despeinados chinos-- dijo con una sonrisa, me puse mis sandalias, me levantes y camine hacía a él, hasta estar frente a frente --¿ a donde quieres ir?-- pregunté con entusiasmo.

Él me sonrió miró su celular y después me miró a mi, me tomó de la manos.

--¿Qué te parece una caminata por la playa? -- note un brillo muy especial en sus ojos, lo que me hizo sonreír, asentí sonriente, me jalo suavemente de la mano guiándome por los pasillos del hotel, hasta el ascensor y de allí hasta la playa. Estando allí soltó mi muñeca y se poso frente a mi.

--Hay algo que quiero mostrarte pero aún no esta listo, así que mientras lo esta, ¿qué te parece si tu y yo vamos a pasear por la playa?-- vi como se formaron sus hermoso hoyuelos en su mejillas asentí mientras veía como sus ojos se hacían aun más chiquitos al sonreír de más, me revolvió mi cabello con dulzura, esto parecía haberse vuelto una linda manía que tenía Emilio conmigo, creo que era como un bonito sello personal que hacía con mucho cariño, toque con dulzura la punta de su nariz.

--Carreritas hasta el otro extremo de la playa-- exclamé de repente de manera juguetona, mientras le pasaba por a lado y me adelantaba corriendo.

--OYE ESO NO ES JUSTO JOACO-- le escuche gritar detrás de mi, yo solo reí sin dejar de correr.