Lentamente fui abriendo mis ojos, y a la vez me fui incorporando mientras me estiraba, había dormido muy bien, aunque ahora que lo pienso... ¡Emilio!
Empecé a buscarle con la mirada, hasta que lo vi sentado en el sillón que estaba enfrente de donde yo estaba durmiendo.--¿Como te encuentras?-- dije suavemente, las luces del lugar estaban apagadas y lo único que iluminaba el lugar era la luz de la laptop de Emilio ( la cual me permitía ver su rostro).
--Ah, ya despertaste-- me dijo con una sonrisa tranquila-- Pues...Creo que ya estoy mejor, muchas gracias Joaquín por haberme soportado estando así.
-- No hay de que, además sabes que no hay problema con eso, digo, tu me haz aguantado cuando estoy "sensible"-- dije sonriendo, él me devolvió la sonrisa, aún así pude notar la gran tristeza que expresaba su mirada.
-- Nha ya me acostumbre que seas así Juaco , digo siempre haz sido un dramático de primera-- rió ante su comentario , que sinceramente me indigno un poquito ¿yo un dramático? Ha de estar exagerando, hice un puchero y me cruce de brazos.
--No soy un dramático- le saque la lengua y después sonreí. Voltee hacia la ventana del lugar y mi sonrisa desapareció, estaba todo oscuro --¡Demonios!-- exclame preocupado, mientras me levantaba de golpe.
--¿Qué paso?-- preguntó Emilio al verme así de angustiado.
--¿Qué hora es?
--Es grosero contestar con otra pregunta Joaco, pero son las 10:30
NO MAMES , me van a matar.
No podía ver mi cara en este momento pero podría jurar que estaba pálido, pues al saber esto sabía que me iba a esperar una fuerte regañada por parte de mi madre, ya que aunque en este momento no este con ella, ya que me encontraba en Oaxaca, sin embargo comúnmente le enviaba un mensaje o le llamaba para que supiera que ya había llegado al departamento o que estaba bien, rápidamente e ignorando por un momento a Emilio busque mi celular, al encontrarlo y encenderlo me di cuenta de la cruda realidad, ¡25 llamadas perdidas de mi madre y 16 de mi hermana!
Joder, ya valió...
--¿Pasa algo?-- preguntó tranquilo Emilio
--¡¿Como que si pasa algo?! Emilio es muy tarde, ¿porqué no me despertaste?
--Te veías muy relajado, no quise molestarte, ademas no es tan tarde.
--¡Para mi si! Mi madre me va a matar, no se como a ti no te dicen nada-- el alzo sus hombros, sabía perfectamente que fuera de su carrera artística Emilio dejaba de ser el chico tranquilo y educado, ¡VA! Aún en cámara llega a ser un desmadre, era algo rebelde pero en su vida laboral si era más serio, pero ahora dudaba de los limites que sus padres le llegaban a poner.
--Oye, si le pedí permiso a mi papá, solo le dije que llegaría mas tarde de lo usual y me dejo el coche, así que tranquilo yo te llevo-- Emilio se levanto, guardo su laptop en su mochila, al igual algunas cosas que había en el sillón.
--Aún así me mataran...
--Ya no seas dramático-- Me sonrió, después de eso me arrojo mi suéter, lo tomé , y solo me lo puse.
--Bien, pero si me regañan me compraras unos pinguinos ice cream, todo lo que resta del mes-- dije agarrando mis cosas y saliendo del camerino.
--¡Oye!-- escuché a Emilio quejarse.
Después de unos segundos, Emilio me alcanzó, y ambos empezamos a caminar por los pasillos mientras bromeábamos, después de a poco, empezamos a darnos codazos mutuamente.
Al ya salir de las instalaciones fuimos hasta el automóvil del señor Osorio, Emilio me abrió la puerta del copiloto.
--Pase señorita-- dijo con un notable tono burlón.
--Ja, ja, ja-- reí sarcásticamente mientras le empujaba, subí al auto para después sacarle la lengua.
Él rodó los ojos y se subió.
--Uno aquí tratando de ser un caballero y le desprecian-- dijo dramáticamente, yo solo reí.
--Y el dramático soy yo-- dije riendo
Él hizo lo mismo, puso en marcha el auto, empezó a avanzar por las no tan concurridas calles de Oaxaca, el viento que había era exagerado, por lo visto empezaría a llover en poco tiempo.
--Emilio, podría prender el radio--
--No-- dijo en seco, me quede estupefacto ante eso y él pareció notarlo-- obvio que si Joaco, eso no se pregunta, anda pon la canción que quieras-- dijo soltando una suave risa mientras seguía conduciendo.
--Imbécil-- murmure, prendí la radio, buscando una estación que me gustara-- No encuentro ninguna canción...-- dije mientras seguía cambiando de estación.
--Déjame buscar entonces alguna canción-- dijo sin despegar la vista del camino, empezó a cambiar de estaciones hasta dejarle en una estación donde reproducían música de hace un buen de tiempo.
En eso empezó una canción muy particular, Mi historia entre tus dedos, era el nombre de la canción, Emilio subió el volumen. La canción en sí era nostálgica, contaba de una historia de amor, era triste, quizás aún Emilio estaba dolido y eso era obvio cuando se termina una relación es común, algo que había notado de todo este tiempo en el cual habíamos convivido era el hecho de que él se desahogaba con la música, al parecer era una de sus mejores terapias, ya que cuando se enojaba o llegaba a estresarse mucho, siempre veía como se alejaba y se colocaba sus audífonos.
--Joaco, quiero un café, ¿podemos parar en un Starbucks?
--Solo si me compras un café-- dije en broma.
--Esta bien-- dijo tranquilamente, mientras estacionaba el auto.
--Hombre no, esta bien así, no te preocupes-- Dije mientras me quitaba el cinturón.
--Que va, ya hablaste, así que déjese querer-- dijo mientras salía del coche, yo imite la acción, cerrando la puerta tras de mi.
Ambos entramos al lugar, pudiendo ver que el sitio estaba casi vació, pedimos nuestras bebidas y nos fuimos a sentar en unos asiento que estaban cerca de la ventana. El silencio era agradable era algo tan pacifico, voltee hacia la ventana viendo como empezaba a lloviznar, el ambienta era demasiado cómodo, incluso parecía que este momento había sido planeado, pues de fondo se escuchaba como tocaban la guitarra, y era cierto, pues una chica se encontraba practicando mientras se tomaba su bebida. Esto era demasiado bueno.
--Gracias-- Escuché decir a Emilio de repente, eso me saco de mi pequeño trance lo voltee a ver confundido.
--¿De que?-- pregunté
--De haberme ayudado...
--Ya lo habías dicho antes, no es necesario volver a decir gracias, honestamente no tenias que decirlo en primer lugar-- dije encogiéndome de hombros y dándole un sorbo a mi bebida.
--Claro que era necesario, después de todo hasta ahora haz sido de las únicas personas que me han visto de esa manera, sinceramente odio que me vean cuando estoy así, pero contigo fue diferente... Muchas gracias por eso Joaco-- dijo dedicándome una dulce sonrisa.
Por un momento sentí como mis mejillas se ponían calientes, demonios creo que me he sonrojado.
--No hay de que, después de todo para eso están los amigos, ¿no es así?-- dije dedicándole la mejor de mis sonrisas.
--Así es-- me volvió a sonreír
Después de eso seguimos hablando de cosas triviales, era gratificante pasar tiempo con Emilio, y creo que a él también le agradaba. Sinceramente era un momento el cual quería disfrutar.
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Hola, aquí el segundo capitulo , por cierto ¿vieron lo de Gabriel? Yo llore demasiado, no me imagino como han de estar los fans del ship de Dabriel, digo yo ni siquiera soy tan fan y me dolió demasiado </3
Bueno que tengan un bonito día :D

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YUMBREL (EMILIACO) FIC
Romantizm"Para poder observar el Arco iris tendrás que ver el agua caer, tendrás que escuchar los estruendos de la tempestad y dejar que lo único que te ilumine sea el simple recuerdo del sol, que la desesperación te abrume tal y como las nubes negras lo ha...