-Quiero un gato
Fue lo único que se escuchó en ese loft tan callado, ahí en donde estaban todos los de la manada mientras hacían una investigación de una nueva criatura.
Pero, a pesar de que todos estuvieran ahí, las palabras de Stiles fueron completamente ignoradas.
-Quiero un gato - Insistió Stiles con un tono un poco más alto, con la pequeña esperanza de que alguien le contestara ahora.
Paso un rato y nadie le hacía caso, fue entonces cuando Stiles comenzó a hablar consigo mismo.
- Y por qué quieres un gato, Stiles? - empezó a balbucear - Pues no lo sé, creo que sería lindo tener a alguien que te quiera - movió sus manos en un ademan - Entonces sería mejor tener un perro... no, un pero no, ya estoy rodeado de muchos - Intentó hacer un chiste sobre perros a ver si alguien le contestaba o aunque sea le echaran una mirada fulminante.
Paso otro rato y, como era de esperarse, nadie respondió.
-Bueno chicos nos vemos voy en busca de mi gato - Tras esas palabras, el castaño camino a la puerta, vencido y decididos a irse de allí. y con su propia idea de tener un gato, salió directo hacia la tienda de mascotas.
Los demás esperaron a que Stiles estuviera fuera del lugar para entonces comenzar a opinar de lo que acababa de decir el castaño.
-¿Para que creen que quiera un gato Stiles? ¿Al menos lo cuidaría? - Dijo Isaac con confusión en voz y cara.
-No creo que su padre lo deje tener un gato, y si fuera así no creo que le dure mucho. Seguro se le va a terminar perdiendo o muriendo, quién sabe que pase primero - Contestó Scott con tal indiferencia que cualquiera diría que no era su mejor amigo.
-¡Vaya amigo que eres McCall! mucha fe tienes en Stilinski... yo digo que si le duraría - Aportó Jackson que al parecer era al único que no le importaba si quería un gato o no.
-Cállense todos y sigan investigando no nos incumbe si a Stiles le dura su gato o no - Sentenció Derek, dando por terminada esa conversación y aunque lo negara, también estaba pensando en por qué Stiles querría un gato que lo quisiera si ya lo tenía a él, que aunque no fuera un gato, sí que lo quería.
.
.
.
.
Mientras, Stiles iba llegando a la única tienda de mascotas que había en el condado, estacionó su jeep y entró a la tienda, dirigiéndose a la mujer que trabajaba ahí.
-Hola, estoy buscando gatitos... - Mencionó Stiles con una sonrisa - ¿Me puede mostrar donde están?
Sólo bastó decir esas palabras para que la joven lo guiara a la jaula donde estaban todos los gatos. Ahí había de diferentes tamaños, razas, colores que era difícil para Stiles decidirse por cuál gato le gustaba más.
-Hola gatitos ¿Quién se quiere ir con Stiles? - La mayoría de los gatos no le hacían caso pero hubo uno que era tan tierno, era completamente blanco, con los ojos color miel. -Me llevo ese gato blanco.
La trabajadora sacó a aquel gato blanco de la jaula, lo llevó al mostrador y le dio a Stiles las cosas que necesitaría para cuidar de aquel gato. Terminó de pagar y se subió a si jeep para dirigirse a su casa.
Cuando llegó, Stiles estaba súper nervioso porque no sabía si su padre le dejaría quedarse con el gato, sabiendo que a John no le gustaban los animales.
Tomo una gran bocanada de aire y entro con el gato oculto detrás de la espalda.
-Hola, papá - dijo con tono nervioso.
-Hola, hijo - John alzo una ceja al ver a Stiles, notando que algo extraño se asomaba por detras del chico - ¿Qué es lo que tienes ahí?
Cuando su papá le preguntó eso fue como si haya apretado algún botón que lo hizo estar el doble de nervioso y comenzó a explicar rápidamente.
-Es un gato, quería uno y decidí comprarlo sé que no te pregunté si lo podía tener pero no creo que cause muchos problemas es tan...
Aun no terminaba de hablar cuando su padre, con semblante duro, le contestó.
-No.
- ¿Qué? ¿Por qué no?
-Porque no quiero animales en esta casa - demandó John - Así que piensa donde los vas a dejar o si los vas a regresar, pero regresando de mí turno no quiero ver que haya pelos del gato en la casa y mucho menos al propio gato.
Con eso salió de su casa para irse a su turno, dejando a un Stiles muy triste y pensativo.
¿Dónde podía dejar a si gato?
Mientras pensaba, Stiles decidió en ir a un lago que estaba cerca de su casa para poder pensar y relajarse un rato.
Pasaron unos minutos dese que había llegado al lago cuando Jackson llegó.
-Stilisnki ¿qué haces aquí? - Preguntó el kanima.
-Jackson, no estoy de humor, si vas a molestar mejor vete de aquí...
-Tranquilo, no te vengo a molestar - sonrió - Sólo que Derek quiere reunirse y vengo por ti - cuando hio contacto visual con el gato, su tema de le olvidó - Espera, ¿Compraste el gato?
- No, es un holograma - Musitó sus palabras con sarcasmo, ganándose una mirada fulminante.
-Muy gracioso - expresó Jackson - ¿tu padre te dejó quedártelo?
- No - dijo soltando un gran suspiro - Dijo que no quiere ningún animal en su casa...
-Y ¿cómo es que estas tú en su casa?
Stiles rodó los ojos, haciendo obvia su molestia.
- Pero ya, es enserio, no lo quiere y no sé qué hacer con él - explicó enseguida - No lo quiero regresar porque lo quiero, en verdad que lo quiero, pero mi papá no lo quiere y Scott no creo que lo quiera en su casa, está muy raro últimamente como para que le pida si puede quedárselo.
- ¿Por qué no lo dejas en mi casa?
- JAJAJAJA muy gracioso Jackson - el semblante de Jackson era serio - Oh ¿Lo dices en serio? - Boqueó Stiles después de ver la cara enojada del kanima.
-Claro que lo digo enserio ¿qué pensabas?
-Que era una broma claro ¿qué más sino? - Stiles suspiró - ¿No te molesta que lo deje en tu casa?
- No, me gustan los gatos.. puede quedarse.
-Gracias te debo una.
En ese momento le llegó un mensaje al kanima de Derek preguntando en dónde estaban y por qué aun no habían llegado. Jackson sólo contesto que ya iban y con eso se dirigieron al loft para descubrir que era lo que Derek les quería decir.
ESTÁS LEYENDO
Por Un Gato
FanfictionA todas las personas les pasa algo que les cambia la vida, algunas veces parece que es para mal pero puede ser para bien. Algo similar le pasó a Stiles cuando su padre lo corrió de casa en una de sus borracheras. La vida de Stiles cambia para ser má...