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Prólogo

El matrimonio Kim-Jeon había sido inseparable durante más de diez años. Pasando por altibajos, momentos dulces, como comprar su casa por propia cuenta. Momentos amargos, como descubrir la infertilidad de Wonwoo.

Este último fue la gota que derramó el vaso, y tras dos años de tratar de embarazarse y no conseguirlo, la tensión fue aumentando entre Wonwoo y Mingyu hasta llegar a su punto de quiebre.

—Yo te amo, pero no puedo seguir viviendo conmigo mismo sabiendo que tú quieres formar una familia y yo no puedo dártela.—dijo Wonwoo con los ojos llenos de lágrimas—Lo mejor es que nos divorciemos.

—Con niños o sin ellos, tú eres mi familia, eres mi hogar.—el moreno se levantó del sofá para arrodillarse frente a su esposo.

Enjuagándose las lágrimas con el suéter de lana que llevaba aquel día, reunió todo su valor para lo que diría a continuación.

—No te estoy preguntando si es lo que quieres, te lo estoy avisando. Hace una semana metí la demanda de divorcio. De verdad lamento haber hecho que desperdiciaras diez años de tu vida. Lo siento mucho.

Y sin éxito rompió a llorar de nuevo. Sentía que no era el compañero adecuado para su amado moreno. Tras los incidentes con los abortos y el sexo forzado a causa del tratamiento de fertilidad, su relación poco a poco se fue marchitando hasta que únicamente quedaba un pétalo prendido a la flor. Él esperaba separarse de Mingyu antes de que el último pétalo cayera y éste lo odiara por haber terminado con su matrimonio.

El menor estalló la furia que llevaba dentro de él durante los pasados años. Había apoyado a su marido en su obsesión por quedar en cinta, claro que quería tener hijos, pero sólo si eran una pequeña versión de Wonwoo. Fuera de eso a él no le importaba tenerlos, quería ser una familia con su esposo, llegar a ancianos juntos, ser la fortaleza del otro.

Esa fue la razón por la cual soportó y calló durante los pasados dos años. Pero ahora ya no podía hacerlo más, esto no era justo.

—¿Así que simplemente creíste que esto sería lo mejor? Después de diez años juntos, casados, ¿creíste que esa era la solución?—colocó su mano bajo la barbilla de Wonwoo y agarró su mandíbula, obligándolo a verlo a los ojos, pero éste rehuía la mirada.—Almenos ten las bolas para verme a la cara.

El pelinegro cerró los ojos, sintiéndose como un niño; «si cierro los ojos no existe», pero era un hombre adulto y el problema en realidad existía.

No quería ver el odio en esos ojos castaños que durante tanto tiempo sólo lo miraban con amor y cariño. Era hora de tomar al toro por lo cuernos.

Abrió los ojos para encontrarse con nada. Eso era lo que proyectaba la mirada de Mingyu, nada. No había emoción alguna, y eso lo asustó aún más que si hubiera habido odio en aquellos ojos.

—La decisión ya está tomada y la demanda esta hecha. Solo debemos ponernos de acuerdo con los objetos que nos quedaremos cada quien, mientras más rápido lo hagamos pronto firmaremos y esto se habrá acabado.

Sintió una puñalada en el corazón conforme aquellas palabras salían de su boca.

—Bien.—Mingyu se dirigió al pasillo, tomó su abrigo, billetera y celular, abrió la puerta y antes de salir se giró hacia Wonwoo,—Respeto tu decisión así como espero que respetes la mía de no mantenernos en contacto hasta el día en que debamos firmar el divorcio.

Y sin más, cerró la puerta y se fue.

Hello Beautiful People ✨

Espero estén muy bien, yo no, pero en medio está crisis existencial les traigo esta historia.

Deseo con todo mi corazón que les guste y la disfruten. Si es así déjenme su estrellita coquetona y/o un comentario.

Anyways, eso es todo por el momento. Les mando mucho cariño. 🖖🏼

— J x