1.- La despedida

1.8K 120 41
                                    

Nota aclaratoria: Actualmente este trabajo se encuentra en Hiatus (pausa) por motivos personales y no recibirá contenido adicional próximamente Por favor, sí desean seguir apoyándome y disfrutar de otra obra de genero similar y mejor estructurada, los invitó a leer mi nuevo trabajo llamado "El Heraldo Del Conocimiento".

Les dejó el respectivo enlace a continuación: https://www.wattpad.com/story/253752914-el-heraldo-del-conocimiento

Las disculpas del caso, muchas gracias de antemano y espero su comprensión.

Para mayor información remitirse al último capitulo denominado "HIATUS".

La luz de la luna descendía por el orificio del techo hacía el centro de la habitación iluminando de manera gradual el cuarto, las contadas velas repartidas por los estantes que inundaban el lugar destellaban débilmente sin parar, como si de estrellas perdidas en el firmamento se tratasen. 

El lugar, a simple vista podría definirse como una biblioteca, inmensa y majestuosa, conformada por ocho pisos redondos repletos de estantes llenos de libros, mientras que en el centro de la habitación un sillón se encontraba y en el una persona reposaba.

El sillón estaba manufactura con los más preciosos materiales que el mercado mortal podía ofrecer y desprendía constantemente a su alrededor una profunda e irreal aura de tranquilidad. Su esplendor era tal, que los tronos de los monarcas mortales del mundo solo podían palidecer ante su presencia. Más, el hombre que ahí descansaba, se mezclaba naturalmente con la perfección de la situación, como si la pieza de un rompecabezas encajara perfectamente. Si aquel ser no era digno, nadie más lo podría ser.

Astalris Vaeriel Ra'Thaes Wyllor, Emperador fundador del legendario Imperio Élfico de Vanar'lar. Dios de la espada del relámpago, Dios Mago, Emperador Alquimista y Forjador leía detenidamente un libro que sostenía en sus manos.

Su aspecto era el de un joven elfo, con un cabello plateado que evidenciaba su origen noble entre la casta elfica y unos legendarios ojos dorados, que desprendían autoridad y soberanía sobre la existencia.

De repente Astalris cerró el libro que leía de golpe, su ceño se frunció y una amarga sonrisa apareció en su rostro, sabía que el momento había llegado.

Pese a su joven apariencia, Astalris tenía 873 145 años, lo cual aún para los elfos que por naturaleza eran inmortales, era considerado una edad extremadamente avanzada. De manera regular, un elfo de sangre pura, podía vivir para toda la eternidad mientras ningún factor externo ocasionase su muerte. Para esta raza, las enfermedades, heridas en batalla o asesinatos eran los principales motivos de muerte.  

El Emperador estaba enfermo, más claramente había sido envenenado. Astalris se descubrió lentamente el torso y observó detenidamente las marcas negras que lo cubrían, mientras recordaba los sucesos las causaron.

Hace tres años durante la ceremonia de sucesión del trono ocurrió un horrible incidente. Astalris tuvo tres hijos con quien fue su esposa y Emperatriz Keedana Kelire Amilatha, dos varones y una mujer. El mayor el príncipe Bemain Ra'Thaes Kelire, el príncipe Draesh Ra'Thaes Kelire y la princesa Talivie Ra'Thaes Kelire.

La Emperatriz Keedana había muerto hace varios años, asesinada al proteger a sus hijos en un intento de asesinato por parte la Secta Demoníaca de Kurno.

Este suceso marcó una huella en la vida de los príncipes, teniendo como consecuencia que años después Talivie se retirará de la competencia por el trono para trasladarse a vivir en la tierra élfica ancestral de Ken'valas.

Posteriormente Astalris decidió y nombró como su sucesor a Draesh, por su elevada capacidad de razonamiento, la compasión por su pueblo y sus ansias de crear un mejor futuro para su gente, a diferencia del comportamiento egocéntrico y egoísta de Bemain demostraba.

El Emperador del Relámpago: Un nuevo comienzo (HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora