~𝕎𝕠𝕝𝕗 𝕠𝕗 𝕎𝕒𝕣 𝕀𝕀𝕀~[Completa]

~Cap. XXIX~

Zussman llegó lo más rápido que pudo en su coche a la casa de Stiles, fue a tocar la puerta, volvió a aporrear la puerta con más fuerza poniéndose nervioso ya que solo llegaba a escuchar ruidos y dijo gritando:

— ¡Stiles, abre! — llamó al timbre una y otra vez volviendo a insistir pero no recibía ninguna respuesta por su parte, Zusmann decidió dar una vuelta alrededor de la casa para ver si lograba ver al chico.

Llegó a una de las ventanas del salón que se encontraba abierta y vio todo el desastre que había formado, rápidamente saltó por esta ventana entrando cuidadosamente intentando no pisar muchos cristales. Se acercó poco a poco a Stiles qués estaba sentado en el suelo contra la pared, sus manos que estaban tapando su cara se encontraban llenas de cortes por los fragmentos estallados del jarrón.

Zusmann no se paro ni un segundo a hablar se dirigió rápidamente por toda la casa en búsqueda del baño, en cuanto llegó a él busco el botiquín que suponía que debía haber y efectivamente estaba allí, cogió el algodón y el agua oxigenada, que era lo único útil que tenía, e instantáneamente volvió al lado del chico, apartó todos los cristales que pudó, se quitó la chaqueta dejándola sobre el suelo y sentándose sobre ella.

— Dame tus manos enano — Stiles se negó rotundamente moviendo la cabeza, no quería que Zusmann le viera llorando, tan vulnerable. Seguía con las manos ensangrentadas tapando su rostro logrando que este también se manchase.

— Puedes llorar Stiles, llora pero no te ocultes de mi por favor dame esas manos y desahógate lo que necesites — dijo poniendo su mano sobre su rodilla, Stiles aún con la misma postura hablo con voz temblorosa.

—No me gusta que me vean llorar Zuss... me siento débil.

— Y a mi no me gusta suplicar, estamos empate, así que venga, esas manos — le puso la mano sobre el hombro y le dijo en un tono más suave y delicado.

— No se lo voy a contar a nadie, te lo juro... — Stiles bajo las manos temblorosas dejando ver su cara cubierta de su sangre.

— Mira que apaño te has hecho animal... — con un algodón empapado del agua oxigenada le limpio la cara y empezó a curar las heridas de las palmas de su manos.

— ¿La quieres mucho?

— Sin ella siento que me vuelvo loco — dijo haciendo una mueca de dolor al sentir el agua oxigenada en contacto con las heridas abiertas.

— ¿Hablasteis de ello?, ¿la gustabas?

— No, no como me gustaría

— No tienes que derrumbarte, alomejor la consigues, nunca digas nunca.

— No, la he visto como le mira, a mi nunca me ha mirado ni me mirará así.

— Escúchame lo que te digo, Prinston no es perfecto, tiene muchos errores y aveces el miedo le ciega, lo que ha pasado en ese baño no hubiera pasado en mucho tiempo, eso ha ocurrido porque se ha sentido presionado y en cierta parte... acobardado — Stiles abrió los ojos de golpe mirándolo.

— ¿Solo lo ha hecho por presión?¿¡SOLO?! Tiene a una reina delante, una diosa, guapa, inteligente, valiente y algo solo algo coqueta — dijo en tono sarcástico — ¡Y el lo hace por presión! — Zusmann quería apoyar a Stiles pero en esa parte estaba equivocado.

— Se que quieres lo mejor para Lydia y por eso te digo esto. No ese tipo de presión mala, se ha agobiado, Prinston respeta demasiado un cuerpo y más el de su pareja. Es un hombre de los de antes, de los pocos que quedan, y para él, el matrimonio va por delante de cualquier acto sexual y alomejor tu actuarías de distinta forma — Stiles se quedó blanco parecía que todo dentro de él se había ido a la mierda.

— ¿Ca-ca-casarse?

— Como te he dicho Prinston no es perfecto y puede cagarla en cualquier momento aunque sea mi jefe me preocupo por ti así que ya puedes darte prisa para recuperar su amor. — Zusmann sentía una especie de fuerte cariño hacia el adolescente aunque llevase toda su vida con Prinston tenía la necesidad de proteger a Stiles.

— No puedes recuperar algo que nunca tuviste y ella tiene razón, él la hace feliz y como la quiero de verdad eso debería bastarme debería...

— Inténtalo enano, no pierdes nada, pero sin faltar el respeto a nadie y recuerda que no te digo esto porque no me lleve bien con Prinston sino que no puedo verte mal.

— Él es el elegido Zuss, además... Yo no podría darla la vida que se merece no tengo tiempo — Zusmann le miró serio con el gesto fruncido.

— ¿Cómo? ¿Por qué? — nunca lo había hablado con nadie al que conociese tan poco en su vida pero sabía que a él debía contárselo.

— Yo... Ah... Tengo la misma enfermedad que la que mató a mi madre, se llama demencia frontotemporal. Vas perdiendo la capacidad de leer, pierdes fuerza en las extremidades, palideces, te cuesta distinguir los sueños de la realidad y... No tiene cura...

— ... — Zusmann tragó forzosamente y le miró perplejo, hablo de la mejor manera que pudo.

— Alomejor... N-no avanza más...

— Si, en esta enfermedad partes del cerebro van encogiéndose y a mi... Me está pasando, empiezo a sentir los síntomas levemente aunque los sueños ya me han afectado directamente, además mi padre me llevó al hospital... Y ya tengo partes del cerebro afectadas... Prácticamente destruidas.

— Bueno alguna cura tiene que tener o algo que lo pare ahora la medicina esta avanza — dijo nervioso.

— No hay cura, no hay nada para frenarlo, por ahora nada — levantó la mirada y dijo mirándole con ojos llorosos — No me quiero morir Zuss... No así, si muero así sentiré que no soy yo, esta enfermedad se esta empezando a llevar al verdadero Stiles, el que lee perfectamente, el que duerme con normal, el hiperactivo y no esto — dijo señalando su cuerpo —. me esta consumiendo, me está cambiando y no quiero morir sin ser yo mismo Zuss...

— Stiles escúchame tu no vas a morir ¿me entiendes?, te lo juro, sabes que no lo vamos a permitir, no se como pero lo pararemos, vas a salir de esta enano.  Además mi ex teniente decía que "solo muere quien es olvidado y a vosotros os van a recordar"

— Quien va a querer recordar a un imbécil celoso, hiperactivo con complejos de detective, ojeroso pálido y sarcástico.

— Tus familiares, los familiares con los que nunca tuviste contacto, tus amigos y... Yo no solo te voy a recordar sino que te voy a mantener con vida.

— Encontré a un familiar que nunca conocí, no sabía que lo tenía...

— ¿Si? Pues perfecto encuentra más gente en la que apoyarte, la sangre nunca falla — Stiles se quedó unos minutos pensando hasta que casi se atraganta.

— Vamos al hospital, tienes que hacerte una prueba importante ¡YA!

Hola mi gentecilla hermosa, ya casi seremos 10k lecturas, este libro y vosotros sois lo que mejor me ha pasado. Millones de gracias.

Y cuéntame un poquito:
¿Qué tal lo lleváis, os gusta la historia?
¿Stydia o Prydia?