Finalmente después del entrenamiento se hizo de noche para los militares, ya que eran justo las nueve y era su hora para acabar.
Lydia se dirigía hacia la base maldiciendo por lo bajo mientras caminaba. Ella como siempre iba perfectamente vestida con el abrigo militar perteneciente a Prinston, junto con su colgante, un vestido blanco con falda pomposa y unos tacones altísimos plateados a juego con el collar, suspiró y soltó frustrada:
— Por amor de dios, esto es una base militar o una base de barro, que hay aquí, ¿soldados o cerdos? — en ese mismo instante su tacón se hundió en el lodo de golpe haciendola perder todo su equilibrio.
— Mierda, mierda, ¡MIERDA! — gritó al notar como se escurría hacia atrás mientras se esperaba lo peor, acabar completamente manchada de barro junto con su vestido nuevo, cosa que la pasaba mucho ultimamente.
En ese mismo instante un brazo fuerte se posó en su espalda y la cogió en brazos como se de una pluma se tratase, al mirar quien era la persona que la ayudó vio el rostro de Prinston, este llevaba un buen rato siguiendola al verla perdida como un pollo sin cabeza y cuando vio sus ojos posados en él la mostró una calida sonrisa.
— La suerte esta de tu favor pequeño Rubi, agradezco que me tocase hoy el turno de vigilancia — la sostenía en sus brazos con fuerza haciendo que ella se sentiese la más protegida del mundo en esos momentos, Lydia le miró detenidamente.
— Te fuiste... — dijo mientras pasaba su brazo por detrás tocándole la nuca y agarrándose con más fuerza.
— No me fui, me escape de que tu mirada me siguiera torturando, no la soporto, es... una perfecta tortura.
— Te olvidaste algo en mi casa... — Prinston la miró extrañado.
— Si, a ti... Pero ¿aparte? — dijo apartando la mirada ya que su pulso volvía a acelerarse.
Sin motivo.
Sin control.
Sin sentido.
Aunque alomejor si tenía un sentido: Ella.— Esto — dijo agarrandole la barbilla para hacer que la mirase y posando sus labios sobre los de él y uniéndolos en un dulce y delicado beso, esto hizo que los pies de Prinston parasen en seco y instintivamente continuar el beso apretandola contra él más fuerte, cuando fue capaz se separó de ella y dijo en tono suplicante con la respiración entrecortada
— Lydia, por favor te lo pido. Si, esto es algo increible. Si, me vuelves loco cada poro de mi ser. Si, sueño contigo cada maldita noche de estas ultimas 2 semanas y no, no puede ser, no me lo hagas mas dificil bastante me torturó yo ya — ella le miró con una mirada llena de una mezcla de amor y odio.
— No me tortures tu con tu rechazo y disfruta de esto sargento, necesito de tus besos — dijo con un tono dulce pero a la vez autoritario.
— No puedo besarte, demasiado para alguien como yo robarle un beso a una chica tan maravillosa como tú — le miró con cara de enfadada haciendo rodar sus ojos y masculló un "idiota" antes de volver a tirar de él para volver a besarlo.
Esta vez no pudo resistirse y continuo besandola con mayor intensidad, los labios de ella eran perfectos, suaves y delicados cosa que le volvía aún mas adicto. Él seguia andando sin saber si acabaría tropezando o llendo a algun lugar que no debia, le daba igual solo quería seguir cerca de ella el tiempo que le quedaba. Pasaron unos minutos hasta que finalmente se separaron, se quedaron ambos a unos centímetros de distancia, los dos respiraban entrecortado cuando recobró el aliento la dijo:
— Dios Lydia Martin, no se que haces conmigo. Me embobas, me vuelvo un bebe vulnerable ante ti, odio sentirme así.
— ¿No ves que yo me siento exactamente igual Prinston? Me estas causando cosas, cosas que jamás sentí, no dejo que nadie me vea vulnerable... Pero tú... Contigo es distinto, contigo es todo más fácil, nunca he dicho que este tipo de cosas, pero a ti sargento Prinston no temo decirte lo mucho que me gustas, creo que me gustas desde aquel día que caí encima tuya y manchaste mi vestido. — después de esas palabras el militar se quedó un momento callado pensando bien lo que iba a decie.
— Me quedo, me quedaré aquí — Lydia le miró sorprendida y una sonrisa se formó en su rostro de golpe.
— ¡Enserio! — dijo abrazándolo con fuerza.
— Si mi pequeño Rubí — respondió acariciándola la espalda, en ese momento llegaron a la base y antes de entrar la beso en la sien y la susurró:
— Me haces sentir más de lo que nadie había logrado nunca — Lydia apoyó su cabeza en el pecho de Prinston aspirando su aroma el cual cada vez se familiarizaba más con ella.
La bajo delicadamente y la agarró de la mano para entrar en la nave dirigiendose a la habitación de Daniels que se estaba cambiando, cuando llamaron este los abrió y se quedo mirandoles fijamente observando lo pegados que se encontraban, en su cara se formó una pícara sonrisa.
— Venga tortolitos vamos a patinar — Finalmente los tres subieron al coche.
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~𝕎𝕠𝕝𝕗 𝕠𝕗 𝕎𝕒𝕣 𝕀𝕀𝕀~[Completa]
Teen FictionPRIMERA ENTREGA DE LA SAGA ~~~~~~~ Sinopsis ~~~~~~~~~ ¿Qué pasaría si tres mundos chocasen? ¿Y si se tuviera que elegir entre el deber y el amor, entre lo normal o lo sobrenatural, entre buscar la verdad o vivir en una mentira que creías real? ...