Capítulo 48: Incendio (Penúltimo Capítulo)

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Capítulo 48: Incendio (Penúltimo Capítulo)

Narra Nadia


¿Cómo es que llegué a esto?

No es que me arrepienta de dar mi vida por ellos. Es solo que esto me duele, joder, esto duele mucho. Nunca pensé que mi vida iba a terminar así, nunca pensé que Marco me iba a matar. Es cierto que yo fui quien le dio la idea de que me mate para que a ellos no les haga nada. Pero duele. Duele saber que ya no voy a poder ver a ninguno. Me duele saber que ya mi tiempo de vida acabó, pero también estoy feliz. Feliz porque sé que todos van a seguir con sus vidas y van a ser felices.

Suspiro al ver a la fábrica de lejos. Tengo ganas de salir corriendo e irme a un lugar del que nadie vuelva a saber de mí, pero no puedo hacer eso. Nunca voy a dejar que algo le pase a ellos, ellos tienen una vida por delante, ellos tienen que seguir como si nada de esto pasó. Suspiro una vez más y doy camino a la fábrica.

Al llegar los guardias se colocan a mi lado y cada uno me agarra de un brazo, no pongo resistencia y dejo que me guíen hasta la oficina de Marco mientras pienso en la manera de sacar a Luka de este espantoso lugar.

No seguimos el camino a la oficina de Marco, por lo que levanté una ceja pero no dije nada y dejé que me guíen a donde ellos me quieran llevar. En el camino, a donde sea que me lleven, nos cruzamos con alguna que otra persona que me miraba detenidamente mientras yo buscaba con la mirada a Luka, necesito verlo y saber que está bien. Suspiro al no encontrarlo por ningún lado, mas me detengo al ver el lugar en el que me van a dejar.

¿De todos los lugares tenía que ser este? ¿Por qué justo esta habitación?

Nadia: Oh, vamos, esto tiene que ser una broma- me quejo y los guardias ríen.

Alex: Lo siento, Nadia, pero esto no es ninguna broma- dijo divertido.

Leandro: El jefe nos pidió que te coloquemos en esta habitación.

Suspiro.

Nadia: Está bien, si no queda de otra.

Alex abrió la puerta y la vi. Nada cambió, todo está igual que cuando me trajeron a mi habitación.

Ellos me hicieron entrar y me colocaron una cadena alrededor de mi pierna izquierda. Los miré y suspiré. Axel besó mi cabeza y se fue seguido de Leandro, quien también besó mi cabeza.

Axel y Leandro fueron una de las personas que me trajeron a este lugar el día que estaba con mis padres y Justin. Ellos fueron los únicos- aparte de Sam y Luka- que trataron de que me adapte a mi «nueva vida», ellos fueron las únicas personas a las que llegué a querer. Lástima que yo no pueda hacer algo para que Axel y Leandro se vayan, ellos ya eligieron esta vida, y yo no puedo hacer que cambien sus opiniones. En cambio Luka... a él lo obligaron estar acá, y es por eso que quiero que él se vaya. Pero no puedo hacerlo sola, necesito la ayuda de Alex y Leandro. Ellos son las únicas personas a las que yo le confiaría mi secreto más íntimo, y sé que nunca le dirían algo a alguien. Ellos, a pesar de todo lo malo que hicieron, son unas buenas personas.

Suspiro, me apoyo en la pared y me deslizo hasta tocar el suelo, donde llevo ambas piernas a la altura de mi pecho, las abrazo y escondo mi rostro en ellas.

«No voy a llorar, no voy a dejar que ellos me vean débil».

Suspiro y espero a que alguien entre por la puerta y me mate de una vez.

Pero eso no se cumple y por la puerta entra la persona que me separó de las personas que amo.

«Ya van dos veces que lo hace, pienso. Ya van dos veces en las que él me separa de mi familia».

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