Amanecí contenta, y agradecida con Dios, por un nuevo comenzar, estaba hermosa la mañana, el señor Sol, estaba radiante pero, todo se volvió gris en un instante, ¿Por qué? No lo entendía, ¿Por qué? Seguía sin entender; era un silencio profundo, mi mente no se calmaba, pensamientos aflictivos no me dejaban pensar con sensatez, imaginé de todo, culpas, remordimiento, temor, miedo, y lo último que sentí fue enojo.
Quise calmar los pensamientos, tomando una taza de té, cuando de repente un mensaje llegó a mí que decía:
"Nunca había sentido esto, por nadie, te amo, pero tengo miedo de acostumbrarme a tí; no sé cómo manejar la situación"...
Lágrimas frías brotaron de dolor, ahora el silencio era mío, se esfumaron todos los pensamientos, porque nada tuvo sentido; quise caminar de frente, pero no pude.
¿Qué se hace en esos casos?
No lo sé, me quedé sin palabras, me quedé sin aliento, solo un nudo en mi garganta estaba presente, y las lágrimas no cesaban.
"Dios me pone pruebas"...
Sin ganas de hacer nada, en casi toda la tarde, me dispuse a tomar una taza de café, me senté frente a la computadora, abrí mi correo electrónico, y ví una notificación que decía: "sin asunto", di click en abrir y comencé a leer:
Carta para ti:
Estimado humano, si justo ahora estás leyendo esta carta, quiero darte la noticia de que eres un gran afortunado. Entre millones y millones de estrellas, galaxias y planetas, tú estás aquí, en este preciso momento, y tienes la posibilidad de leer, de reír, de llorar, de amar, y de vivir.
No todos los conjuntos de átomos tienen esa suerte, y ni siquiera la tengo yo.
No pude crearte como un ser perfecto, ni como un ser divino, pero te otorgué alma y conciencia, te hice un ser libre.
Estoy aquí para ayudarte a cumplir tus sueños. Pero tendrás que ser consciente de lo que me pidas: siembra en tu mente paz y tranquilidad, y te la daré. Tus actos, pensamientos y palabras son el espejo de lo que en algún momento te regresaré cien veces más.
Quiero darte algunos consejos.
No son órdenes, pero si escuchas, agradecerás.
Ama mucho y ama siempre, pero recuerda que el amor no se trata de posesión sino de apreciar, admirar, compartir y sentir.
Recuerda que para poder amar a otros seres debes amarte primeramente a ti, tal cual eres.
Deja de lado el odio, la injusticia, el racismo, el materialismo.
Alimenta tu alma con arte, con música.
Aliméntate todos los días con lo que amas hacer, sal a conocer el mundo, viaja.Recuerda que tú eres parte de mi así como yo soy parte de ti. Si alimentas tu alma también alimentarás la mía y lograremos ese gran balance.
Estimado humano, te haré caer varias veces, y quizás pienses que te he defraudado, pero debes saber que lo hago para que aprendas a levantarte con más fuerza. Te llenaré de lágrimas en varias ocasiones, de tristezas, pero recuerda que al final de esa gran oscuridad siempre habrá una luz para ti.
A través de tu vida te iré quitando a algunos de tus hermanos cercanos, pero no te preocupes, recuerda que todo tiene un propósito, la muerte es solo una extensión de la vida, no mueren, solo pasan a ser esencia y energía del universo, la misma que tú respiras todos los días.
Humano, nunca estás solo.
Cuando te sientas solo recuerda que estoy aquí, te veo y te siento.
Sería muy complicado regalarte una forma física de todo mi ser, pero te he regalado trocitos de mi alma.
Atentamente
DiosMi alma y me mente se sintieron en paz, estaba tranquila; respiré profundamente y dije "gracias".
A veces olvidamos que no estamos solos, que Dios siempre está presente en nuestra vida; él decide quién entra en tu vida y quién debe irse; agradezco al Ing. Jorge Montaño, por compartir ésa hermosa carta de reflexión; posiblemente Dios lo puso en mi camino para darme este gran mensaje y poderlo compartir con ustedes, mis amigos y con mi hermosa familia.
Dejé aún lado la tristeza, la melancolía se fue; ya no estaba triste; recuerdo que sonreí, di un sorbo a mi café, y entendí que las cosas son como deben ser.
No hay necesidad de estar triste, porque todo tiene solución cuando te cruzas con las personas o mejor dicho, con los angeles correctos.