He mirado sus ojos, siguen igual de hermosos que la primera vez que los vi. Su mirada hace palpitar a mi corazón, y sé que jamás me he de reflejar en ellos, perdí la esperanza cuando vos dijo:
-" no me escribas más"; conservo su fotografía, la más bonita para mí, cubierta por las hojas del libro que empecé a leer. Lo llevo en mi corazón, sé que es difícil de creer, pero es cierto, porque es el sentir más puro y limpio que conocí.Cuando platicábamos sobre el amor, yo mencioné que no conocía otra forma de amar, pero ¿Quién lo sabe? ¿Quién sabe amar de verdad? ¿Quién ha tenido un amor verdadero?, aquellos que duran hasta la muerte, aquellos que aceptan un pasado e intentan mejorar o aliviar tu presente.
¡Nadie! quizá los abuelos o nuestros padres tuvieron esa maravillosa oportunidad de conocer el amor, sentirlo, vivirlo, expresar cada emoción, tristeza, alegría, etcétera.
El amor es un sentimiento muy bello, que empieza desde nuestro ser; aquel niño o niña que se encuentra dentro de nosotros, está perdido en algún lugar o en alguna emoción que hemos puesto en una burbuja, y no dejamos salir, por nuestros temores, porque eso te dice la gente; creces con los paradigmas que se enseñan, generación tras generación y que no deben cambiar, porque así es como se ha convertido la vida y así debe ser posible para todos.
Pero es muy cierto lo que dice Stephen R. Covey en su libro "Los siete hábitos de la gente altamente efectiva, sobre lo que es un paradigma que se ha usado con el sentido de modelo, teoría, percepción, supuesto o marco de referencia, pero en un sentido más general es el modo en que "vemos" el mundo, no en los términos de nuestro sentido de la vista, sino como percepción, comprensión e interpretación.
Hay que cambiar ése paradigma, hay que ver las cosas de una manera diferente, más positivas, donde todos estemos contentos y felices por realizar cada uno de nuestros sueños y que no se queden en banquetas, llevémoslos más allá del horizonte; no pasará nada sino lo intentas, nunca sabrás lo que es la verdadera felicidad de tomar una taza de té, de escuchar una hermosa melodía, escribir una canción, indagar sobre lo que es bueno, sobre lo que es malo, pero sobre todo jamás conocerás lo que hay en tu interior, y créeme, morirá contigo.