Ayer me dijeron "ya déjalo ir"...
Mi respuesta siempre ha sido:
"ya lo dejé ir", pero cada vez que el corazón siente una nueva ilusión,
aquél cosquilleo de emociones,
donde la razón termina perdiendo la razón, dura segundos,
y brota nuevamente el lagrimeo en mis ojos,
pensando cuándo será el día de mi partida para tener lo que realmente deseo.Hicimos una promesa al amanecer,
que no hemos llegado a cumplir, excusas, no faltan,
palabras, no sobran,
detalles, los veo todos los días,
en cada una de las personas que me hacen recordar cada parte de él,
su esencia, su aroma, el olor que respiré cada momento a su lado, conocí el amor, ese amor que todos buscamos y merecemos,
un amor, que estando presente aún en la distancia, me extendió la mano hasta el final, me entregó su corazón.El último beso fue maravilloso,
pude sentir su alma, éramos dos cuerpos y un solo corazón latiendo, nuestras almas, se expulsaron en el aire, escapando de esta realidad,
para llegar al mágico lugar que juntos creamos, que juntos imaginamos abrazados, haciendo el amor, ese amor lleno de alegría, de pasión y sin duda alguna de culpas.Ama y amen sin tilde,
fueron sus últimas palabras,
tomé su mano,
y no quise despedirme.No pude cumplir la promesa,
y sé que él tampoco,
pero ambos nos hemos perdonado,
y nuestro amor está en paz y en equilibrio.