Estoy aprendiendo a amarte sin tocar,
cada capa de tu cuerpo,
cada palabra,
y cada canción que escucho,
tu esencia es lo que me hace creer,
lo que muchas veces me negué a sentir.
La razón y yo, siempre a favor en cosas del amor,
dejando aún lado la opinión del corazón,
haciéndolo siempre aún lado o guardandolo en una burbuja,
donde mis noches eran largas
con matices grises.
Sintiendo culpas,
sintiendo vacíos,
sintiendo que yo no merecía amor alguno.
Cuán equivocada estaba,
el amor vive dentro de mí,
en mi pensar y en mi sentir.
He grabado tu nombre,
en cada una de mis plegarias,
pidiéndole a Dios, por ti.
Agradeciendo todos los días,
por haberte puesto en mi camino.
Tengo tanto que escribir,
pero en mi mente,
solo veo tu hermosa sonrisa;
he de cambiar versos por muecas,
y prosa por besos.
El amor es extraño.
Apareciste un día,
sin saber lo que podría pasar,
sentimientos encontrados,
y emociones aparecen sin cesar,
imaginando un mundo,
quizá el cual habitemos tú y yo.
Universos de colores,
fantasías y romances,
quieren expresar toda su locura,
ardiendo en una llama de pasión,
nuestros cuerpos desean fundirse, amarse sin temor,
sin miedo a nada,
desnudar nuestras almas,
entregar el corazón.
