PHOBIA┊ 𝐃𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧 𝐁𝐚𝐥𝐥 (Temporadas 1 y 2)

04: First Dialogue.

Cuando su mamá lo regañó por parecer antisocial apenas saludando, Trunks apagó su teléfono y se puso a mirar la casa por dentro.

Un sofá oscuro donde estaban sentadas las señoras, paredes amarillentas que alguna vez fueron blancas, una televisión que no era plana, poco polvo en los muebles y cuadros de la familia colgados. Se veía que la mujer de cabello negro que vivía allí se esforzaba mucho por mantener linda la casa. Pero, para Trunks, seguía siendo desagradable.

Goten tenía que saludarlo, ya que él no lo hizo. Le daba rabia que el tipo estuviese mirando cada maldito rincón en su casa, pero no quería ser maleducado. Se lo prometió a su madre.

— ¡Bienvenido a mi país! — Saludó entonces y no tenía paciencia para esperar respuesta — Me llamo Goten. ¿Tú eres Trunks?

El aludido cerró sus ojos y frunció el ceño.

— Sí. — contestó con un tono poco amigable.

— Mi ropa interior también se llama así. — carcajeó. Goten no quería burlase ni insultarlo, él no era así. Pero no pudo evitarlo ante el nerviosismo, ahora esperaba que el chico tuviera sentido del humor.

Por su cara, pareciera que no.

— Ugh. — musitó con asco, volteando su rostro para no tener contacto visual con aquel muchacho.

—  Lo siento, sólo... intentaba ser gracioso. ¿Empiezo de nuevo? — su gran sonrisa descendió a una mueca de suma vergüenza.

— No te esfuerces. De todas formas, esto acabará pronto y no tendremos que volver a fingir que nos llevamos bien. Así que no me hables más de lo necesario.

— Tsk, está bien. — dijo el menor, mordiendo su labio inferior  antes de desaparecer se despidió de todos menos de Trunks y salió de su casa.

Al cerrar la puerta tras él, tomó su celular y llamó a su mejor amigo el cual vive a unas manzanas de ahí. No tenía ánimos de ir presencialmente a buscarlo.

— Joe, ¿salimos a dar canasta?

— Claro. Ahora mismo voy, llevo a Nick. Nos vemos ahí.

Goten guardó su teléfono y partió a llamar a la puerta de su amigo más cercano a su casa.

— Señora Patterson, ¿Kevin puede salir?

— Por supuesto — dijo la mujer.

Ella entró en busca de su único hijo y se oyeron los gritos.

— ¡KEV, GOTEN TE BUSCA!

— ¿PARA SALIR?

— SI.

— VOY.

Unos segundos después, el chico salió de su casa y saludó a su amigo con el "saludo secreto".

— Amigo, me atrapaste en pleno juego. Espero que no baje mis puntos...

— ¿Ah, si? Esto que te diré es más importante que tu record.

El chico lo miró con curiosidad, esperando el chisme.

— Tranquilo, cuando estemos todos contaré.