17: Storm.

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Ya en el cementerio, Gohan pidió un momento a solas. Así que mientras todos se quedaron cerca de las cabinas administrativas del lugar, Gohan iba a despedirse. Pero no de Raditz, si no de él mismo.

— Tío, que bien te ves. 

Saludó con falsa alegría. Miró el cajón que estaba dentro del agujero en la tierra pero sin bajar aún.

— Antes que nada... — se impulsó, con ayuda de su pecho y garganta, escupió sobre la caja. 

Gohan jamás en su vida había hecho en otro sitio que no fuera el baño o en papel higiénico. Le era repugnante, grosero y precisamente por eso lo hizo.

— Me cagaste la vida. Te odio y te odiaré siempre, te lo juro. — habló con una expresión tal que ni esta criatura narradora podría describir.  — Pero quizás, de no haberme violado yo no me habría esforzado tanto por la vida que tengo ahora, quizás no habría conocido nunca a Piccolo. ¿Debo agradecerte eso? Yo creo que no. — Cerró los ojos, y suspiró.

En cierta forma, el ambiente del cementerio era muy relajante.

— No sólo te moriste tú esta semana. Yo también morí, porque muere la mentira en la que viví. Mueren mis secretos y mi asco por ser tocado. — abrió los ojos y sonrió con orgullo, orgullo por sí mismo — Le contaré todo sobre ti a Goten, y todo sobre mí a mi mamá antes de irme. Y cuando llegue a mi casa, le diré a mi novio que estoy listo. Me hará el amor y borrará de mi cuerpo y mente todas tus huellas, maldito desgraciado.

Tragó saliva, y dirigió su vista al grupo que lo esperaba tan a lo lejos. Alzó la mano y la sacudió, indicando que ya estaba listo. Su mamá justo miró en esa dirección y avisó a todos que ya podían ir.

La ceremonia se llevó a cabo, entonces.

Goku no quiso decir nada. Vegeta dijo que estaba arrepentido de haber pasado tanto tiempo con él, sólo eso. 

El encargado religioso estaba muy sorprendido y confundido, nunca había realizado un funeral con tan poco llanto, con tan poca pena por el fallecido.

Comenzarían a bajar el cajón, pero antes de eso, Goten se paró con decisión y pidió poder hablar. El cura aceptó y se paró al frente- Los adultos hubieran preferido que no lo hiciera, pero ahí estaba.

Trunks lo observaba desde su lugar. El chico estaba llorando a mares, y ahora estaba por ser el único en dedicarle unas palabras de cariño al caído. Podrá ser sólo un muchacho, pero su cara y sus ojos decían mucho más. Estaba rojo, de vergüenza y de rabia. Cuando Goten comenzó a hablar, Trunks pensó en por qué desde hace un tiempo lo miraba tanto. Probablemente era curiosidad.

—  Y-yo... — aclaró su garganta. — Mi tío Raditz era una hermosa persona, siempre me hacía reír. A veces salía de la casa por varios días, pero siempre llegaba con un regalo. Él.. siempre estaba lleno de amor, especialmente para mi. Sé que soy el que más lo quería y por eso, quiero ser el que mejor se despida.

Estaba despidiéndose de alguien que no conocía Gohan comenzaba a temblar. Sus puños se apretaban en sus muslos y enterraba sus dedos en ellos. Estaba teniendo un ataque de ansiedad otra vez. Tuvo un par antes de llegar a la ciudad, y otro la noche anterior. Pero esperaba que fuese el último, y claro está que no quería tener uno frente a nadie.

— En este día me despido de él con cariño. Como el que él sentía por mi, por mis padres aunque se la pasara enojado con mi mamá — ríe para aliviar la tensión que sintió de pronto — Con la familia del señor Vegeta, con sus amigos raros y finalmente, por mi hermano. Mi tío y Gohan... creo que tienen cosas en común.

Esto no estaba bien. Gohan suplicaba que su hermano callara. Suplicaba que mientras más lo gritara en su mente, más rápido se iría el dolor.

— Mi tío y mi hermano son mis héroes. Cuando grande quiero ser como ellos.

Finalmente, Gohan explotó en llanto.

— ¡Perdón, hermano! Yo también lo extraño mucho, he llorado así todo el fin de semana...

En la mente del mayor  pasaban las imágenes que había querido olvidar toda su vida. Todo lo que el muerto le dijo mientras le hacía lo que le hizo. En su cuerpo adulto aún podía sentir las manos de su tío que lo marcaron a los 8 años. Todas esas cosas que se supone habían muerto hoy. Al parecer no iba a poder terminar con esta pesadilla sólo escupiéndo saliva y palabras sobre el ataúd.

— ¡Goten! Ya baja de ahí. — le ordenó Goku con una voz que el mismo Goten nunca había oído. Su padre estaba enojado. Y mucho.

Había silencio, Goten y Trunks estaban muy confundidos. Milk abrazó a su hijo mayor y lloró junto con él. Bulma palmeaba su espalda para calmarlo. Vegeta solo estaba cabizbajo. El pelinegro más joven regresó a su asiento, sin entender tampoco por qué su hermano se veía así.

El cura, casi se desmayaba. 

PHOBIA┊ 𝐃𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧 𝐁𝐚𝐥𝐥 (Temporadas 1 y 2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora