Avatar, The Legend of Dust. (Libro 1 Terminado)

Bienvenido a Ciudad República

TIERRA, FUEGO, AIRE, AGUA, SOLO EL AVATAR PUEDE DOMINAR LOS 4 ELEMENTOS Y TRAER EQUILIBRIO AL MUNDO. ES EL DESTINO DEL AVATAR DAR Y MANTENER ESE EQUILIBRIO, SIN EMBARGO, HAY MAESTROS CAPACES DE CAMINAR AL PASO DEL AVATAR, ESTA ES MI HISTORIA, EL DESTINO QUE YO FORJÉ.

Ciudad República.

La gran Urbe de acero y concreto era lo que ahora se podía ver, la nueva ciudad fundada por el avatar Aang para que los Bender y los no Bender pudieran coexistir, así como todos los ciudadanos provenientes de cualquier nación, toda esta ciudad era bien resguardado por la Fuerza Especial de los maestros Metal, todos ellos dirigidos por la Jefa Lin Beifong, Hija de la creadora del Metal Bending, Toph Beifong, La Jefa Lin, como se le conocía, es una mujer de aspecto serio, con el cabello de un color gris acero, de unos ojos de color verde que sobresalen en su afilada y seria mirada, normalmente usa la armadura de Metal reglamentaria de la policía.

Frente a la Jefa Lin se encontraba un joven de expresión serena, el mismo, mostraba en sus profundos ojos grises un gran respeto hacía la figura de autoridad que se encontraba frente a él.

—¿Estás listo para tu misión?, —Cuestionaba la mujer con cierta preocupación en su voz.

—Estoy listo, no será difícil arrestar a esos sujetos, confié en mi Jefa, volveré antes de que lo note, —Comentaba el joven con una sonrisa hacía su Jefa.

—Entiendo Kai, entonces ve, espero buenos resultados.

—Claro Jefa, me voy.

El joven partió ante la atenta mirada de la líder de la Policía, quien observaba la espalda del chico con una mirada de orgullo.

Afueras de la Ciudad República.

Una chica de 17 años, de piel bronceada, vestida con ropas azules, típicas de la tribu del agua, peinada con una coleta alta dejando dos mechones a los laterales de su rostro también atados a forma de coleta por unas cintas largas de color azul y dejando un pequeño fleco sobre su frente el cual se inclinaba hacia la derecha, la chica iba a lomos de un perroso polar, nativos de los polos, la chica, de una asombrada mirada en sus hermosos ojos azules, veía la ciudad en todo su esplendor, asombrada por las grandes edificaciones y los Sato Móviles que se paseaban por las anchas calles de la ciudad, lo primero que la chica observó con mayor detenimiento fue una gran isla que se alzaba en el mar, la cual era adornada por una gran torre en el centro; La isla de los maestros del aire, lugar de residencia de uno de los principales referentes en el control de este elemento, el Aire, y justo el elemento que le faltaba dominar a la chica que se encontraba sobre su mascota polar, sin embargo antes de poder movilizarse hacia esa zona, Naga, como llamaba la ojiazul a su compañera, comenzó a correr hacía otra zona, en específico, a un pequeño puesto de comida ambulante en el que la chica entró pidiendo uno de cada uno de los bocadillos que vendían.

Sin embargo, no pudo terminar su compra ya que la chica no llevaba dinero con ella, aun así, pudo obtener su comida ya que un chico de ojos grises y uniformado con la armadura de la policía de metal control apareció a su lado.

—Disculpe señora, dele su comida a la señorita, yo pagaré por ello, —pedía el chico mientras entregaba dinero a la mujer.

—Oh no, no puedo aceptar, por favor, encontraré una forma de poder comer, no te preocupes, —La chica de ojos azules pedía al joven mientras controlaba a su compañera ya que quería comida.

—No te preocupes, es solo que llamas mucho la atención con tu mascota y necesito que te vayas de este lugar y sería grosero pedirlo de esa forma, que sea como un trato, ¿vale?, —Comentaba el chico de casco sonriendo a la joven de la tribu del agua quien recibió una pequeña bolsa con sus bocadillos sin dejar de ver al joven devolviendo una torpe sonrisa.