CAMBIO DE PLANES (CACHÉ)

Capítulo 65: Te amo Daniel

Daniela Calle Pov

Paisa y yo nos abrazamos por un par de minutos, en silencio solo escuchando nuestros sollozos, solo sintiendo nuestros cuerpos unidos, era un abrazo reconfortante. No quería que se fuera, quería tenerlo para siempre conmigo.

Él fue el primero en terminar con el abrazo, entrelazó nuestras manos y me miró a los ojos. Sus ojos estaban un poco hinchados y rojos, no me podía imaginar lo estropeado que seguramente estaba mi maquillaje.

Los ojos de Daniel recorrieron mi cuerpo una vez más, volvió su mirada a la mía y sonrió de lado.

-¿Ya te he dicho lo perfecta que eres?-dijo en un tono tierno. Su respiración y la mía comenzaban a normalizarse. Sonreí como boba y asentí.

-Me lo dices todo el tiempo y no sabes cuánto agradezco eso.-respondí apretando levemente las palmas de sus manos.

-Bueno yo...Creo que debería irme.-dijo el soltando nuevamente su agarre con el mío. Agaché mi cabeza.

-¿A dónde te iras?-pregunté con tristeza en mi voz.

-Mis abuelos y yo regresaremos a Colombia...-respondió con voz seca. Recargué mi cuerpo en el brazo del sofá ya cansada por usar este vestido tan pesado. No me podía sentar o aplastaría todo el vuelo de mi vestido.

-Entonces...¿Ya es definitivo? ¿Estás seguro que quieres irte?...¿No te presentarás a mi boda?-pregunté con miedo en su respuesta, tenía la esperanza de que dijera que no y se quedara a rehacer su vida aquí en Miami o en Atlanta donde Vivian anteriormente sus abuelos.

-Creo que no, no iré a tu boda...Si pensaba estar presente pero...Pensándolo bien creo que lo mejor será no estar presente, será algo que me dolerá muchísimo y seguramente acabará volviéndome loco...Además...Mi vuelo sale mañana mismo, tengo que terminar de empacar.-respondió rascándose la nuca, nos quedamos unos segundos en silenció. Mi cabeza empezó a procesar el hecho de tener que decirle adiós al amor de mi adolescencia.

-Realmente pensaba irme sin despedirme justo para evitar esto...Para evitar llorar como mariquita frente a ti mostrándote lo débil que soy cuando se trata de ti.-Daniel rompió el silencio moviendo sus manos impaciente. Esa era una confesión que no quería escuchar. Daniel sorbió su nariz una vez más, sacó un pañuelo y se empezó a limpiar los ojos.

-No quería escucharte decir eso...Yo también estoy llorando como mariquita frente a ti porque me dueles Paisa. No quiero que te vayas, no quiero que sufras más pero entiendo la incomodidad que debes sentir al ver a Poché y a mí, o al simple hecho de imaginarnos juntas.-me resigné sorbiendo mi nariz de igual forma. Me ofreció un pañuelo, lo tomé y le agradecí. Comencé a limpiar la zona de mis ojos delicadamente y sorprendentemente no había ni una sola gota de maquillaje corrido sobre él.

Ese maquillaje a prueba de agua realmente era bueno. Lo necesitaba en mis cajones de maquillaje ya mismo.

-...Si crees que irte de aquí es la solución para sanar tu corazón...Yo no te lo impediré...Lo primero es tu salud mental, yo quiero que estés bien. Ya encontraras a otra persona que sea muchísimo mejor que yo...Ya encontrarás al amor de tu vida Dany.-complete lo que anteriormente estaba diciendo y tiré el pañuelo lleno de lágrimas y mocos en el suelo. A la mierda la basura en estos momentos. Paisa soltó una carcajada, supongo que por mi acción, ya que el tiró su pañuelo junto al mío.

-Tú eres el amor de mi vida Daniela...-respondió Paisa ganándose que lo mirara de nuevo. Sus ojos todavía reflejaban dolor.

-Eso dices ahorita Paisa porque no te has enamorado de otra mujer en ocho años...Y cuando lo hagas, quiero ser la primera en saberlo, me dará mucho gusto saber que ya eres feliz con otra persona.-dije regalándole una sonrisa. El asintió con la cabeza tomando mi mano una vez más.