Capítulo 21: Gimnasio

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Daniela Calle Pov

Desperté acostada en el piso de la habitación de hotel, con dos botellas vacías, colillas de cigarro alrededor y el piso hecho mierda.

Me levanté como pude y empecé a sobar mis cienes. Una revoltura de mi estómago provocó que empezara a salivar...Lo que significaba que debía correr directamente al baño.

Toda la porquería que había consumido comenzó a salir...Vomité, vomité y vomité hasta que mi estómago quedó vacío por completo.

-Mierda...-susurré levantándome del inodoro. Saqué mi celular, vi la hora y eran la una de la tarde...Pero también tenía treinta llamadas perdidas...

Cinco de Juliana, diez de mi padre, dos de mi madre, tres de Paula y...otras diez de Paisa.

Me desilusione al saber que ninguna era de María José, pero justo ahí recordé su mensaje. Me sentía tan estúpida.

Abrí la bandeja de mensajes pendientes que tenía y los primeros mensajes en aparecerme fueron los de Daniel.

¿Debería llamarlo para no preocuparlo? Me pregunté a mi misma. Tomé una botella de agua que había comprado y empecé a beber casi todo su contenido. El alcohol me tenía muy deshidratada.

Marqué su número y en menos de dos segundos, me contestó la llamada.

-¿Calle? ¡Me tenías muy preocupado marica! ¿Qué pasó contigo? ¿Por qué no contestabas? ¿Estás bien?-las preguntas de mi ex novio empezaron a invadirme. Una punzada en mi cabeza me hizo cerrar los ojos.

-Eh...Estoy perfectamente bien, acabo de despertar, lo siento.-mentí recostándome sobre la cama.

-¿Segura que estás bien? No te creo...Puedes confiar en mi...-Daniel siguió con las preguntas y para mi mala suerte, me conocía perfectamente...Sabia cuando estaba mintiendo o cuando le estaba ocultando algo.

-Está bien...Te voy a ser muy sincera...Terminé con María José.-solté sobándome los ojos con la única mano libre que tenía. Daniel soltó un "Oh por dios".

-Me siento terriblemente mal ¿Sabes?, quiero desaparecer, quiero gritar, quiero hacer miles de estupideces...-seguí diciendo con la voz temblorosa...Ya no quería llorar más, mis ojos estaban secos de tanto que había llorado estos dos días.

-Calle, cálmate por favor...Me duele mucho escucharte hablar así. No sabes cuánto lo siento, de verdad...Pero...¿Dónde estás? ¿Quieres que vaya hasta dónde estás? Siempre es bueno tener un buen amigo cerca.-Paisa intentó calmarme, se le notaba realmente preocupado por mí.

Quizá tenía razón...Era una estupidez querer estar sola en esta ciudad completamente desconocida para mí.

-No quería que nadie supiera donde estoy pero...Te lo diré, solo si prometes que no se lo dirás a nadie.-dije respirando profundamente.

-Te prometo que nadie lo sabrá...Será nuestro secreto.-respondió seguro soltando una pequeña risita. Intenté sonreír pero fue inútil.

-Estoy en Atlanta...No me preguntes como llegué porque no tengo idea...Solo conduje durante horas. Quería alejarme de todo y...Llegué hasta acá.-respondí sin ganas.

-Perfecto, mándame tu ubicación, tomaré el vuelo más cercano. Tengo que estar junto a ti lo más pronto posible.-fue lo último que dijo mi ex novio y colgó la llamada.

Me quedé un par de minutos pensando si responder los mensajes de mis amigos y familia preguntando donde estaba o si estaba bien. También pensé en ducharme y quitarme el olor tan horrible de cigarrillo o quedarme sucia de por vida.

CAMBIO DE PLANES (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora