CAMBIO DE PLANES (CACHÉ)

Capítulo 56: Kylie

Daniela Calle Pov

Aquella plática con George que literalmente duró todo lo que restó de la noche después de haberle dicho a Poché lo que mi corazoncito sentía...Me había servido de mucho para abrir mi mente, mi corazón y darme cuenta de lo que realmente quería para mi vida.

No podía negar que había descargado todo mi coraje y mi tristeza con mi suegro...Pero era la única persona con la que podía hacerlo y la única persona que podía aconsejarme desde un punto de vista frio a pesar de ser el padre adoptivo de las Garzón.

Tenía pensado hablar con María José sobre las decisiones que había tomado durante la madrugada en cuanto pasara el medio día pero una noticia me había cambiado los planes por completo.

El doctor León llegó como a las diez de la mañana a darme aviso que por fin podía visitar a mi pequeña princesita Luna. Literalmente me levanté de la cama yo sola y me senté en aquella silla de ruedas por mi propia cuenta...¿Qué cómo lo había hecho?...No lo sé, simplemente mi hija me había dado todas esas fuerzas y toda esa energía que mi cuerpo necesitaba para poder hacer las cosas sin ayuda de otros.

Aunque la enfermera que la noche anterior había coqueteado conmigo tuvo que guiarme hasta la sala donde se encontraba mi pequeñita, afortunadamente durante el trayecto no recibí ni un solo coqueteo por parte de esa mujer...Por ahora.

Llegamos hasta la habitación, nos adentramos pero la cama donde estaba mi hija estaba rodeada de una cortina. La enfermera detuvo el rumbo de la silla de ruedas y se arrodillo frente a mí haciendo que pudiera observar mejor su rostro.

-Tengo que advertirle una cosa señorita...La pequeña que está ahí adentro se encuentra muy delicada, intente no alterarla ni mucho menos se sorprenda si deja de respirar por unos segundos...Es normal, pero por cualquier cosa los doctores estarán pasando o nosotras estaremos al pendiente de cualquier inconveniente.-dijo aquella chica soltando un suspiro.

La enfermera era bastante bonita, era morena, castaña y un tanto muy alta...Parecía modelo de revista.

Intenté echar un vistazo esperando que mis ojos traspasaran aquella cortina pero me era imposible, tenía que adentrarme hasta la cama de Luna por mi propia cuenta.

-Intentaré mantener el control...Muchas gracias por la ayuda ¿enfermera...?-alargué la última palabra esperando el nombre de la chica.

-Kylie.-respondió utilizando su perfecto inglés junto a una sonrisa. Le devolví aquella sonrisa y asentí.

-Ok, entonces muchas gracias enfermera Kylie.-dije segura guiñándole el ojo esperando a que por fin se fuera y me dejara a solas con mi hija. Al parecer mal interpretó mi amable gesto porque inmediatamente se mordió el labio y sus mejillas se pusieron coloradas.

Un carraspeo de garganta a mis espaldas hizo levantarse de golpe a la enfermera que estaba arrodillada frente a mí, giré mi cabeza y me topé con la carita preciosa de María José a mi costado.

Ok, ya veía los problemas venir por parte de ese pequeño pollo azul.

Ella había entrado a la habitación junto a un enfermero en otra silla de ruedas idéntica a la mía...Encuentro romántico ¿No? O más bien...Inicio de la tercera guerra mundial por culpa de los estúpidos celos de Poché.

El rostro de mi novia estaba sin expresión alguna, se mantenía serio y con la mirada fija en Kylie.

-Las dejaremos solas, cualquier cosa estaremos rondando por los pasillos.-avisó el enfermero soltando la silla de ruedas de María José. Kylie me dedicó una última sonrisa y finalmente salió junto al enfermero.