Tortura

CAP 21

Estaba encerrada en mi habitación junto a mi hijo, podía escuchar perfectamente los gritos y los golpes entre ellos

- No te preocupes cariño, mamá no va a permitir que te pongan un dedo encima- besé la punta de su nariz

Sentí que ya no se oía nada, así que decidí baja pero dejé a mi hijo en el parque

- Masón, James ¿Están bien?- me atrevía preguntar

- No te acerques ahora Maya, te lo digo en serio - escuché la voz dura de Masón

- ¿Pero estás bien?- intenté acercarme a él, pero no me dejó

- Te he dicho que no te acerques, maldita seas - no vi nada, sé que no escucho ni la voz ni sollozos ni quejidos de James

- ¿Qué has hecho Masón? - pregunté aterrorizada, oliendome ya lo que me podía decir

- Nada, no hice nada que no pueda destruir está familia - helada, me quedo helada ante sus palabras

Me da igual lo que Masón diga, yo me acerco a la cocina y no puedo creer lo que veo, James en la encimera con un cuchillo en el abdomen

- MASÓN, no dejes que se desangre que si no se mueres, hay que llamar a un hospital - me pongo histérica

Pero Masón no se mueve, se queda en su sitio mirando lo que ha hecho

Yo sin embargo estoy sujetando el abdomen de James para que no pierda más sangre hasta que venga la ambulancia.
La ambulancia llega 10 minutos después de que los llamara, entran corriendo para auxiliar a James que el pobre está inconsciente

Masón, está sentado en el sofá mirando el más allá, yo me acerco hacia él

- No te preocupes, fue un accidente se pondrá bien - le soy una acaricia en el hombro

- No es eso lo que me preocupa, por mí si se muere, lo que de verdad me asusta es de lo que te ha podido hacer a ti o a nuestro hijo - me mira con tristeza - no quiero que nada malo te pase

Esas palabras casi me hacen estallar en carcajadas, ¿Qué él quiere lo mejor para mí? Pero si es él quien me hace más daño, por favor que hipócrita

- ¿Perdón? - es lo único que oye en la habitabilidad

- Lo que oíste, que quiero lo mejor para esta familia, Maya voy a cambiar te lo prometo - se levanta y se acerca a mí

- Pero Masón...- no sé que contestar a eso

Me coge las manos y se las lleva a la boca dándole un pequeño beso

- Quiero ser un buen marido y padre - pone sus manos en mi vientre - y quiero que esté hijo me conozca totalmente nuevo

- Masón de verdad que me alegra oír eso - se me ilumina la cara

Acerco mis manos a su cara y le beso

- Espero que sea así - finalizó para darme la vuelta

Ante de que me fuera de la cocina me agarra de la muñeca, me giro a verlo

- Hoy llevé a Bartolomé a dar un paseo, le compré un helado y fuimos al parque - sonríe con la mirada perdida, como si lo estuviera viviendo otra vez el día

Me hace sonreír y me alegra que lo esté intentando de verdad, el continua hablando

- Pero cuando entre y te vi con James, se me nubló la vista - apaga su mirada y me agarra las muñecas abrazándome contra su pecho

- Masón....- se me nubla la vista

- Lo siento tanto Maya, siento todo lo que te he echo pasar - se le escapa una lágrima - pero aunque lo quiero controlar mis celos no me responden y siempre digo la primera barbaridad que me cruza por la mente

- No te preocupes, de verdad, si cambias a partir de ahora olvidó todo lo que me has echo pasar, te lo prometo- me abrazo a él

Cuando me encierro en mi cuarto me tumbo en la cama y pienso" ¿Debería creerle?" Ya me a dicho lo mismo unas cuantas veces pero esta vez veo que lo está intentando de verdad

- No sé que hacer- digo en un susurro para mí misma

Pasaron tres semanas y Masón no me había tocado ni una sola vez, parece ser que lo estaba logrando y eso de verdad que me alegraba.
Podía salir a la calle sin tener que pedirle permiso y volver y quedar con personas sin que me lleve una paliza y Bartolomé sonríe como nunca hizo, ahora sí que veo una familia feliz y con amor de por medio.

- Maya, quiero hablar contigo- Masón entra y se sienta en la orilla de la cama

- Dime - me doy la vuelta para estar enfrente de él

- He echo algo que se que no te va hacer ninguna gracia - se ríe con poca naturaleza

Lo vi actuar extraño y eso ya me confundía

- ¿Qué pasa?¿Le pasa algo a Bartolomé?- me alarmé

- No, tranquila, no es nada relacionado con él - suspiro de alivio

- ¿Entonces que es Masón? Me estás asustando - me acerco a él

Entonces me mira fijo y empieza a narrar

- El otro día que de con unos amigos, nos fuimos a un bar - se pasó la mano por la cara - me emborrache y aposté

No quiero seguir oyendo

- ¿Qué apostastes Masón? - estaba asustada

- Pués.....que te acostarás con ello - apagó su voz

No sentía mi cuerpo, toda la sangre se agolpó en mis pies

Me levanté y le di la espalada, no quería llorar

- Dime qué ganaste - le rogué

No contesto solo me miró neutro.

- No dios mío - empiezo a llorar - y cuando sería eso - se me acumulaban

- La semana que viene - susurró

- Masón, ¡¡estoy embarazada!! Lo puedo perder -

- ¡¡Lo sé joder, lo sé!! - se dio la vuelta de golpe - ya haré algo

Se larga y me deja tirada en el suelo llorando

- Masón, ya volviste a ser el de siempre, cabrón egoísta de mierda