CAP 30

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Maratón 2/2

Lanzaba patadas sin sentidos a los aires en un intento de que Masón me soltara.

- ¡Estate quieta zorra! - me gritó al sentir las patadas que daba.

Gritaba como nunca antes, me sentía más débil que nunca, ya no podía con todo esto y menos cuando debía de proteger a una vida más.

- Ahora te voy a dar lo que antes nunca te dí - me dijo en el oído cuando abrió con fuerza la habitación para acontinuación tirame a la cama con fuerza sin soltar todavía mi cabello.

- Por favor Mason - susurré cuando lo ví desabrocharse los cinturones - No hagas esto.

Lloré aún más no poder, podía escuchar en el pasillo los pequeños chillidos de Crono, intentando en vano salir de la habitación.

- Puedo hacerlo por que me da la gana - soltó para acontinuación sacarme las bragas a la fuerza.

Intenté antes de todo esto pegarle en el pecho para que no me las sacara consiguiendo solo un puñetado de su parte.

- Serás puta - susurró en mi oído, mojándose el rostro por mis lágrima - Llevabas unas bragas muy bonitas para parir ¿Te querías tirar al doctor?

Negaba frenéticamente mientras el solo me acariciaba en mi parte íntima, creyendo que me excitaba su toque sin parar.

- ¿A no? - dijo burlesco a la vez que me metia un dedo con fuerza - ¿No querias que te hiciera esto?

Lloré negando siendo sujeta por la mano libre de él.

- ¡Para Mason por favor! - seguía igual - Me haces daño.

- Ese es el punto cariño.

Sentí como su dedo fue intercambiado por su miembro con suma rapidez, haciendome sentir un dolor profundo, sintiendo como lo sacaba con fuerza para volverlo a meter de la misma forma provocando seguramente una hemorragia en mi interior.

- Llevaba días queriendo esto - jadeo en mi nuca una vez que me dio la vuelta quedando de espalda hacie él - Queriendo meter mi polla en tu estrecho coño.

Lo sacaba y lo volvia a meter con más fuerza que el anterior.

- Venga Maya, sé que me deseas - dijo sujetandome con fuerza del cabello, recibiendo por mi parte un quejido de dolor - Gime mi nombre.

Me negaba a decirlo, no quería darle tanto beneficio, no quería volver a ser tan sumisa ante él, aunque no lo pareciera.

- He dicho que gimas - medio gritó tirando más fuerza de mi cabello sin parar de penetrarme, parecía que me iba a partir la nuca - ¿Quieres que la pequeña Luna sufra?

Al mencionar el nombre de mi hija reaccioné, no quería que nada malo le sucediesra a mis hijos, no quería que él los amenazara de tal manera, así que dije su nombre con lágrimas de nuevo en mis ojos.

- Así se hace Maya, ¿Has visto que si haces lo que te pido no sucederá nada? - rió sintiendo en parte que iba más rápido. - Me voy a venir ya, espero que no te quedes preñada de nuevo.

Pude sentir una asquerosidad introducirse en mí, con velocidad. Salió de mí dejándome allí tumbada, como una muñeca que a ha sido utilizada.

- Haz callar a la puta niña, me tiene hasta los cojones de sus gritos - no me percaté de que Luna estubiese llorando hasta que Mason me lo dijo.

Giré mi cara hacia el cual se estaba abrochando los pantalones con una sonrisa victoriosa en su rostro.

Cabrón de mierda.

- Sal a callarla - me quedé mirándolo fulminandolo, deseando que cayese muerto ante mí - ¡QUÉ SALGAS A CALLARLA DE UNA JODIDA VEZ!

Me agarró con fuerza para salir de la habitación.

Me quedé petrificada en el pasillo, oyendo los llantos de Luna a la esquina. Me había vuelto a violar y esta vez ni siquiera me había quitado la ropa, solo la tela que cubria mi zona íntima.

Andube hasta llegar a la puerta cerrada con llave para poder abrirla, observando en el interior a Crono en una esquina y en sus brazos a Luna.

- Amor... - susurré para acercarme a ellos con cautela - No ha pasado nada.

- ¡MENTIRA! - chilló Crono con lágrimas en sus ojos - Lo he oido perfectamente ¡PAPA TE HA VUELTO HACER DAÑO!

Me derrumbé, los abracé para llorar juntos, no podia más con todo esto. La pilicia no iba hacer nada, daba la vista al otro lado.

Sentí en mis mejillas las pequeñas manos de Luna, observándola desde abajo siendo sujeta por Crono, sonriéndome sin haberme dado cuenta de que había cambiado su llanto por una sonrisa . Sin poder evitarlo sonreí tambien, aún con las lágrimas.

Ese fue uno de los momentos más felices de mi vida.

.....................

No podía parar de contemplar a Luna mientras comía, la estaba amamantando en el salón una vez que aguanté a que Mason saliera de casa, no sin antes decirme que no saliera de allí,

- Mamiii - Crono se abalanzó hacia mí con todo su peso, consiguiendo que Luna se le escapase el pezón y comenzase a llorar.

- ¡Crono! - le reñí a la vez que intentaba calmar a Luna para que volviera a retomar su comida.

- Perdón - se disculpó con una sonrisa, no tenía sentido pero era lo normal en un niño de tres años - Ven a jugar.

- No puedo cariño, mama está dando de comer a Luna - le dije mientras le acariciaba la cabeza con la mano que tenía media libre.

Cuando pasó media hora, Luna se quedó dormida al terminar de comer, dejándola en la cuna que tenía para Crono en el piso de arriba, bajé al salón de nuevo para poder jugar un rato con él.

- Venga Crono ¿A qué quieres jugar? - le pregunté al visualizarlo en el suelo con un camión de juguete.

- ¡Al escondite! - le miré con una sonrisa para asentir después.

- Pues empiezo yo - me levanté para poder apoyarme en una pared y empezar a contar - Empiezo.

Se me formó una sonrisa al oir sus pequeños pasos por el salón, intentando encontrar un escondite bueno para que yo no lo pillara y hacerle cosquillas.

- Cuatro.

Pero la cuenta fue cortada por el timbre de la puerta. Mis pelos se pusieron de punta ya que si fuese Masón hubiera abierto la puerta, entonces ¿Quién era?

Me dirigí a la puerta y la abrí para descubrir quién era.

- Hola Maya, cuanto tiempo.

Mis ojos empezaron a lagrimear y me lanzé a abrazarlo con mucha fuerza.

Estaba feliz de quien era.

TorturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora