CAP 24

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Sentí su palmo de la mano estrellándose en mi mejilla, un escozor irresistible

- Masón que pares - intento zafarme, pero no consigo nada

Me agarra son su mano la cara

- Cuántas veces te tengo que decir que hagas lo que yo diga, no puedes ser rebelde Maya porque si no te pasa esto y esto lo provocas tú, si te estuvieras quietecita ahora mismo nos podíamos encontrar en el salón viendo una película - no aguanté las ganas de llorar

Yo no estaba "quietecita" así que empecé a moverme más y más y es cuando entonces sentí que las cadenas se habías abierto y doy las gracias a Dios de que Mason no se dió cuenta

- ¡¡Mírame a la cara cuando te hablo maldita zorra!! - puñetazo que me llevo

Cuando se da la vuelta supe que esa era mi oportunidad. Me libré de las cadenas y me abalancé sobre él

- Masón me las vas a pagar, ya no soy aquella sumisa que siempre estaba a tus pies - le di un rodillazo en sus parte

- ¡HIJA DE PUTA, CUANDO TE COJA TE MATO Y ES QUE TE MATO! -

Sentí mucho miedo en aquel instante,ya no había vuelta atrás, mientras que él no se puede mover por el rodillazo yo subo como una moto a la habitación de mi hijo

- Ven aquí pequeño - lo acuné sobre en mis brazos - ahora mamá te sacará de aquí con su mayor esfuerzo

Bajé las escaleras lo más rápido que pude llegando al fin a la salida. No podía retroceder así que me fui andando, más bien corriendo de allí.
No cogí el coche porque las llaves estaban dentro y no quería volver. Las personas me miraban con cara de horror y preguntándose entre ellos que que me pasa. Tuve que parar porque no podía más, me senté en un banco y puse a mí lado a Bartolomé. Esto de correr embarazada y con un niño en brazos es mortal

- Dime mami, ¿que ocurre? - le acaricie la cabeza

- Nada cariño, estamos haciendo ejercicio - le dediqué una sonrisa

En aquel momento se me acerco un señor de unos 50 con una botella de agua

- Pensé que con esa carrera que te has pegado tendrías sed - me reí, no se ni porque

- Es usted muy amable señor, muchas gracias - me tendió la botella y se fue

Yo le entregué la botella a mí hijo

- Toma cariño, es agua fresquita y seguro que tienes sed

Bebió más de la mitad pero me da igual, me preocupa mi hijo y él está por delante de mí. Sé que estoy embarazada pero mi otro hijo lo necesitará más.

Me bebí el resto de agua que quedaba y con eso me bastó. Nos levantamos y ya agarre de la mano a Bartolomé

- A dónde vamos mami - me miró con su carita

- Vamos a un lugar seguro

- ¿No volvemos a casa? - se le fue apagando la voz - y ¿que te ha ocurrido en la cara? - no me acordaba

- Ya has dicho demasiadas preguntas cariño

Llevábamos más de una hora andando y Bartolomé no podía más así que lo cogí en brazos y enseguida se quedó dormido. Teníamos habré y cuando salí de casa no cogí la cartera, mi única elección fue ir a la casa de mi madre.

Tardamos otra hora en ir y no podía más, me estaba esforzando demasiado y no era bueno para el bebé

- Mamá abre, somos nosotros - y abrió en cero coma dos

- ¿Qué hacéis a estas horas aquí cariño? - nos dejó pasar

Cuando nos sentamos no le mentí si no que se lo dije sin rodeos

- Escucha madre, Masón me maltrata y no he aguantado más así que nos hemos escapado, el hijo que llevo en el vientre es fruto de una violación - estaba sollozando pero quería ser fuerte delante de mí hijo, no quería que en sus recuerdo tuviera esta imagen de mí

- Hija, ya lo sabía. Las veces que has venido de visita con algún moratón o una herida abierta, yo sabía que ese hombre no era de fiar así que quédate el tiempo que quieras, además esta es tu casa, además de que ya me lo dijiste hace unas semanas - me levanté y la abracé

- Tengo miedo de que me encuentre, me dijo que si me encontraba me mataría.... - fui bajando la voz

- No te preocupes, porque no voy a dejar que te encuentre, sé que mañana va a venir aquí así que quiero que pongas tu cuarto tal cómo está y te vayas con mi nieto a dar una vuelta muy grande, cuando pase 5 horas te vuelves, ¿Vale? -

- Gracias mamá, por todo enserio -

Después de cenar cogí a Bartolomé y nos subimos a mí habitación, lo acosté a mi lado. Mientras estaba tumbada me acordé del doctor del hospital, él me dio una tarjeta para que lo avisará y le contara la verdad, si todo lo planeado de hoy sale bien, lo llamo.

Eran las 7 de la mañana y hice tal y como mi madre me dijo, una vez todo tal y como me lo encontré bajé

- Mamá, me voy a desayunar fuera, he cogido algunos de mis ahorros cuando vivía aquí -

Fuimos a desayunar al centro comercial, estuvimos comprando ropa y haciendo la cabra loca

- Mamiii, es el mejor día, nunca había visto a mami divertirse tanto - me paré en seco

- Cariño, es verdad que me lo estoy pasando bien pero con tu padre también - le sonreí

- Mentira, tú con papá estás siempre triste - me agaché a su altura

- Pero mamá era feliz al saber que con tu padre cree este ser tan bonito y a tu hermanito - le miré con una sonrisa cálida

- Mentirosa - se zafó de mi agarre - eres una mentirosa mamá, siempre con papá estás triste y yo no quiero verte así salió corriendo

- Bartolomé no corras - salí a su alcance

Después de estar un rato dando vueltas me asusté y mucho. Primero y es porque no encuentro a mi hijo y segundo en la última planta encontré a Masón

- Esto no puede ser en serio, tengo que encontrar a Bartolomé - salí en su búsqueda.

No quiero que lo encuentre porque si lo hace a mí también me ha atrapado. Ya me recorrí todos los pasillos y no lo encuentré pero cuando alcé mi cabeza ya derrotada la luz vino a mi de nuevo, ahí estaba mi hijo

- Los siento mucho mamá, no quería hacerte sufrir como papá - vino corriendo y me abrazó

- No te preocupes, pero no me vuelvas a dar estos sustos ahora vámonos lo más rápido posible cariño - lo agarré de la manita y nos fuimos

Cuando llegamos a la casa de mi madre nadie me abría

- Mamá, somos nosotros, Maya y tú  nieto - nadie abría, me resultó extraño, a lo mejor a salido a comprar

Menos mal que siempre hay una llave debajo de esta roca.
Cuando entro no visualizo a nadie pero entré a la cocina y lleve mis manos a la boca cayendo de rodillas al suelo

- Mamá...- dije en un hilo de voz

En el suelo de la cocina se encontraba mi madre con un cuchillo crabado en la nuca.

TorturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora