Just Another Viner || Magcon Tour

Capítulo 15

El corazón se me iba a salir del pecho. Estaba esperando a salir al escenario y tenía que darle a las fans las malas noticias sobre Matt. No había vuelto a hablar con Taylor desde ayer, cuando dejó inconsciente a Matt.

Fueron presentando uno a uno y salieron con sonrisas, que eran más muecas que otra cosa. Por último salí yo y traté de sonreír, pero es difícil sonreír cuando estás rota por dentro.

Llevaba la típica sudadera roja de Magcon, para tapar los cortes, unos jeans vaqueros y unas Converse rojas. De maquillaje no iba apenas maquillada, tan solo corrector ya que apenas había dormido esa noche.

- Tengo que darles una mala noticia.- Avisé después de que Cameron me diera un micrófono.- Matt...- Tenía un nudo en la garganta y no podía hablar bien.- Matt está en el hospital.- Todas las fans dieron un grito ahogado y algunas empezaron a sollozar.- No daré detalles de lo que ocurrió.- Miré de reojo a Taylor.- Pero está muy mal. Y...- Tenía que dejar salir todo.- Y tengo que confesar que...- Suspiré.- Matt es mi novio. Y le amo.

Por fin lo admití.

Algunas chicas me miraron mal, otras me miraron alegres pero con miradas tristes mientras aplaudían a lo que yo agradecí llorando y me abracé a Mahogany mientras ella me consolaba.- Todo va a salir bien.- Me susurró en el oído.

****

Había pasado una semana desde aquel día. Todos estábamos un poco mejor, aunque seguíamos tristes y preocupados. Yo seguía son hablar a Taylor y él seguía distante con todo y con todos.

Iba vestida con una camiseta blanca que ponía 'Perfect Boys Only Exist In Magcon', unos shorts altos negros, una chaqueta gris desgastado con las mangas hasta los nudillos y unas converse blancas bajas. Estábamos sentados en la terraza del hotel hablando sobre tonterías y grabando vídeos y vines. Ayudamos a Cameron a grabar un challenge para su canal de YouTube.

- ...Y hasta aquí el video de hoy.- Dijo Cameron tapando la cámara a la vez que le daba al botón de parar el vídeo.

Teníamos ese día de descanso por lo que decidí ir de compras por California. Ya había ido a muchas tiendas y llevaba unas cuantas bolsas muy pesadas. Y tenía un gran, gran problema.

No sabía como volver al hotel.

No era muy buena en orientarme. Llevaba una media hora dando vueltas hasta que me rendí y me senté en un banco. No tenía nada que hacer así que decidí llamar a Nash para que me viniera a buscar.

- Nash.- Dije una vez que descolgó el móvil.- Tienes que ayudarme. No se dónde estoy y no se cómo volver al hotel.

- Ah, muy bien.- Respondió sarcástico.- ¿Y dónde estás? Para irte a buscar.

- Te he dicho que no se dónde estoy.- Gruñí frustrada.

- ¡Vale! Tranquila, no me mates.- Se rió.- Pues entonces dime que ves.

- De acuerdo.- Empecé a mirar a todas partes.- Pues en frente de mi hay un Starbucks y al lado del Starbucks una zapatería. Pero no se cómo se llama.

- No tengo ni idea de donde estas.- Rió y yo fruncí el ceño. De repente se oyó un "¡Yo sí!" Al otro lado de la línea y a Nash respondiendo algo.

- Hayes sabe donde estás, por cierto, estás en altavoz, te estamos oyendo todos.- Todos saludaron y yo reí.- Pero él no tiene coche, obviamente. A sí que iremos los dos.

Él me guía y yo conduzco.

- De acuerdo.- Sonreí satisfecha. No moriría en medio de la calle por algún violador raro ya que era de noche.- Venid rápido.- Supliqué.

- Tardaremos unos veinte minutos.- Dijo Hayes y colgaron.

Genial.

Veinte minutos sentada en un banco que estaba al lado de un callejón muy raro por la noche. De repente alguien se sentó a mi lado.

Era la persona más gafe del mundo. En serio.

Me iba a robar, y después a matar. Estaba segura de ello.

- Hola.- Sonrió siniestramente.- ¿Qué haces tan sola por aquí tan tarde?- Casi se me sale el corazón del pecho.

- E-estoy perdida.- Tartamudeé. No era una persona que se pusiera muy nerviosa y tartamudeara. Pero esta era la ocasión indicada para hacerlo. Un tipo siniestro hablando conmigo en un banco al lado de un callejón a las doce de la noche.

- Si quieres puedo llevarte a tu casa. Tengo el coche aquí mismo.- Señaló una furgoneta negra que había al otro lado de la calle.

- N-no gracias, un amigo va a venir a b-buscarme.- Estaba cagada de miedo. Era de película. El típico hombre gordo y pajero que se llevaba a pobres chicas inocentes en su furgoneta hasta un viejo almacén en su furgoneta para violarlas y matarlas.

Simplemente perfecto.

- Pero yo te puedo llevar, no le veo por aquí y llegarías más rápido conmigo.- Dijo acercándose a mi tocándome el brazo y yo me alejé. Me fui a levantar para irme pero me cogió del brazo.- Te he dicho que vengas conmigo.

- Q-que no quiero.- Mis piernas flaquearon. Obviamente él era más fuerte que yo y no podía ganarle. Me estaba haciendo daño en el brazo, ya que me estaba cogiendo por la muñeca y ahí tenía los cortes.- S-sueltame. Me haces daño.- Empecé a sollozar.

- No quiero.- Dijo y un coche blanco se acercó hacia dónde estábamos.

- Eh, tú, suéltala.- Dijo Nash bajándose rápidamente del coche al ver la escena. Hayes fue corriendo detrás de Nash hasta que llegaron hacia donde estábamos el hombre y yo.

- ¿Por qué? ¿Quién eres tú para decirme lo que tengo que hacer, chiquillo? - Preguntó el hombre cogiéndome más fuerte de la muñeca haciendo que pegara un pequeño gritó.

- Como no la sueltes te juro por Dios que llamo a la policía.- Amenazó Nash sacando el móvil.

- Bueno, bueno, tampoco hay que ponerse así. Sólo intentaba ser amable.- Respondió el hombre soltándome y me cogí la muñeca quejándome.

- Si, amable mis huevos.- Soltó Hayes y Nash rió. Hayes me cogió rápido de los hombros ya que éramos de la misma altura y me ayudó a meterme al coche. Nash entró en el piloto y Hayes decidió quedarse conmigo atrás ya que estaba llorando.

Me froté los ojos con la chaqueta y no me di cuenta del maquillaje, me manché toda la chaqueta por lo que decidí quitármela y la dejé en el asiento que quedaba libre junto con las bolsas.

-¿Estas bien? - Preguntó Hayes y yo negué con la cabeza.

- Pensé que me iba a violar y luego a matar.- Sollocé y él me cogió la mano. Me colocó la mano en su regazo y me empezó a acariciar suavemente la mano para tranquilizarme. Hasta que rompió el silencio con una pregunta.

- ¿Amy, qué es eso que tienes en la muñeca?

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¡Hemos llegado a las 2000 leídas! No puedo creerlo en serio ASDFGHJKLÑ era las tres de la mañana y pegué un gritó y mi madre entró gritándome y echándome la bronca :c

¿Os gusta la nueva portada?

¿Qué responderá Amy?

Me siento una mala persona por hacerle eso a Matt D:

Ya no podré subir capítulos tan seguido ya que he empezado el instituto :(

No os olvidéis de votar y comentar :)

xoxox