Darmory Y La Mariposa De Cristal

3-El humo azul

Epol seguía algo enojado, incluso distante con Ateen por lo de ayer. Pero no le impidió hablar sobre la luz en el vaso de agua.

-Bueno ... Emm, creo que deberíamos hablar con alguien, con la psicóloga o algo así. -propuso Ateen.

-¡Dale! Le decimos que yo puedo hablar con los animales, que vimos una criatura fantástica y que ayer una luz empezó a cantar en mi vaso de agua -dijo sarcásticamente Epol, todavía un poco enojado.

-Mira, perdón, enserio. Estuvo mal que te haya dicho raro perdoname, pero esto lo tenemos que resolver.

A la salida del colegio se quedaron para esperar a la mamá de Ateen, quien siempre la tenia que buscar al colegio. El día estaba soleado pero no hacia mucho calor, el día estaba en perfectas condiciones. Bueno, no exactamente.

-Epol, mira atrás. -dijo Ateen con cara tranquila pero con una voz temblorosa.

Epol miro atrás y vio a un hombre de pelo negro y unos ojos verdes que podían verse desde la calle por la que estaban separados, también, tenia una barba y lo que parecía una rama pulida con un pequeño dibujo que no se alcanzaba a ver. El hombre, estaba en una camioneta blanca mirándolos fijamente.

-Mi mamá llega dentro de media hora, así que mejor le digo que me voy directo para casa -dijo Ateen mirando al hombre disimuladamente. - Prefiero llegar a mi casa lo antes posible.

-¿Queres qué te acompañe? -pregunto Epol, que sentía mas miedo por el que por Ateen, quien podía de ultima, pegarle un puñetazo y escapar.

-Vamos. —Finalizo ella.

   Caminaron durante unos minutos y se dieron cuenta que la camioneta los estaba siguiendo a unos 5 metros.

  —Emm, decime algo que no sepas hacer —le dijo Epol a Ateen, buscando distraerla del tipo de la camioneta y al mismo tiempo preguntándoselo de verdad, ya que la mayoría de las cosas, las hacia todo bien.

   —Y bueno... Conducir, supongo. —dijo haciéndose la graciosa.

  _Ja, ja, ja que graciosa —dijo sarcástica mes Epol.

  La camioneta se había detenido. Los dos pensaron en correr, pero los pies le pesaban, como si hubieran corrido tres maratones seguidas.  El hombre se había bajado, y los empezó a seguir con paso lento y la ropa algo desgastada.

   Y enseguida Ateen sintió una mano fría y gruesa que le agarraba de la muñeca.

  —¡Soltame! —grito Ateen mientras Epol golpeaba a ese hombre en el estomago, aunque no parecía dolerle. Y en un segundo, Epol salio disparado casi volando, y Ateen entraba a la camioneta. Epol, se sentía casi sin aire, pero ver a Ateen ahí, en la camioneta, intentando luchar contra ese hombre asqueroso, lo destrozo. Intento pararse pero literalmente no podía.  Veía una imagen borrosa, pero podía ver a ese hombre, y un brillo azul proveniente de la camioneta. La camioneta se fue, y al fin se pudo levantar. Literalmente estaban en una avenida sin ningún auto mas que la camioneta. Epol, empezó a correr hacia ella y parecía que la camioneta iba lento, o al menos lo suficiente como para que este un metro atrás de ella.

   Epol, siguió a la camioneta hasta la plaza central de la ciudad. Un lugar con un cubo en medio de todo, un cubo que, bueno, era un espejo en forma de cubo gigante y al rededor algunos bancos que Epol empezaba a saltar para poder seguir a la camioneta, la cual esquivaba ágilmente todas las cosas de la plaza. La camioneta se perdió en el bosque lleno de arboles gruesos.

    Epol estaba dispuesto a seguirlo, pero se tropezó con una raíz muy grande. Se quedo en el piso durante unos ¿15 minutos? Y entonces escucho una voz agradable pero preocupada, probablemente de un anciano. Pero no podía ver nada, los párpados le pesaban exageradamente.

  —Oh, pobre chico, dejame... —se escuchó un ruido, como el de un encendedor, y Epol sentía un liquido caliente entrando a su pierna, Sip, era sangre
*NO LO MALINTERPRETEN ≥:'v SOLO ERA SANGRE*

  Despertó en su casa con un plato de uvas en la punta de la mesa.  Habían llegado sus papás y con el Sr. Proem, el hombre que lo había ayudado en la plaza central.

  —¡Epol! !¿Estas bien?! —pregunto preocupadisimo de su hijo, el señor Har.

  —Si... Me parece que... ¡ATEEN! ¡PAPA', ATEEN, SE LA LLEVARON! —a Epol le empezaron a caer lágrimas, y su respiración estaba descontrolada — Un hombre, se la llevo en- en- en una camioneta y...

  Los días en la escuela pasaron y nadie mas que algunos alumno, la profesora de matemáticas, obvio Epol y Ninfas se preocupo por lo de Ateen. Ella estaba perdida, y nadie sabia donde estaba. Los padres de Ateen llamaron a la policía, Ateen apareció en la noticias, pero no apareció. Epol fue con Fidel a la plaza central y... noto algo. Había una pequeña linea, parecía una linea de humo, humo azul que... Llegaba hasta el bosque, el bosque en el que se había perdido Ateen. Era su oportunidad, Ateen, haya vamos.

*Salu3, se que al principio Ateen puede ser lo típico de la princesa en apuros, pero creanme  cuando les digo que Ateen va a ser mucho más*