8- La batalla hasta Darmory.

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  Entre llantos (Muchos llantos) los niños se despidieron de sus padres. Fueron a reunirse con la señora Sachs en la plaza central.

  —¡Leviarus! —Pronunció Epol apuntando a Fidel. Acto siguiente un hilo de humo blanco salio de la varita del niño y se acurrucó en el cuello del perro simulando una correa. —Me lo enseño el señor Proem.

  La señora Sachs estaba sentada en un banquito de piedra. Se paro y se acercó a los niños.

  —Llegan tarde, les dije que vengan a las diez de la noche, son las diez y media —dijo La señora Sachs con un tono impaciente. —Como sea, hay mucha gente, no puedo hacer lo que tengo que hacer si hay tantas personas. —dijo mirando a los adolescentes besuqueandose y al grupo de niños y niñas andando en bicicleta.

  —¡FUEGO, HAY FUEGO. CORRAN, HAY FUEGO! —Heffl empezó a gritar como un desaforado. Todos los niños y adolescentes salieron de la plaza sin pensarlo. —Listo.

  —Emhhh, okay ¡GUS! FUISTE TAN JOVEN

  —Ahora dejenme... —Pero la señora Sachs no pudo terminar su frase. El cielo se nublo en un santiamén y veinte rayos alcanzaron el suelo. Del humo que provocaron los rayos salieron veinte  personas. Por el cuerpo de estos, los niños se dieron cuenta de que diecinueve de ellos eran hombre, y la otra (la cual estaba en frente) era mujer. No pudieron verles las caras, porque cada uno parecía tener un tipo de humo negro rodeándoles las cabezas, apenas podían ver sus ojos. La única mujer empezó a caminar hacia los niños hasta que la señora Sachs saco su varita.

   —Niños, ponganse atrás mío —ordenó la profesora. Luego, se dirigió hacia la mujer misteriosa que se había parado en seco cuando la señor Sachs sacó su varita —y vos, Captius, no te acerques si no querés salir de acá con una cabeza de zapallo. 

  —Oh, vamos Sachs, sos muy inteligente. —La mujer misteriosa (llamada al parecer Captius) sacó su varita y con un movimiento el humo desapareció y dejo ver su gran sonrisa maliciosa. — no creo que seas tan torpe como para no saber que deberías entregar a los niños.

—¡Ja! —se rió sarcásticamente la profesora — Ni se te ocurra pensar que te los voy a entregar. Incluso si lo hiciera, ello te darían una patada en el... En ningunos lugar, paz y amor. Como sea, ¡Adynato! —Un rayo naranja salio disparado de la varita que apuntaba a un hombre corpulento. Este, quedó desmayado en el césped.

  —No perdí mi toque — comentó Sachs. La pelea se desató. Rayos, humo, e incluso slime salieron disparados  de la varita de las enemigos. Los niños salieron corriendo hasta la parte de atrás del gran cuadrado espejado.

  —¿Que hacemos? —preguntó Heffl.

  —Luchar, obvio. —respondió Uriana.

  —No tenemos el suficiente poder. —contraatacó Refl. —La profesora Sachs apenas puede con ellos.

  —Chist —los calló Ateen.

  Epol sacó una cadena rosada con un broche de ropa en el medio. Se lo colocó en el cuello y miro para todas partes. 

  —Hace eso cuando tiene que pensar —explicó Ateen. Luego de un suspiro Epol dijo:

—Podemos amplificar la magia. Ateen, Refl y Peen, vayan a pelear, aprendieron todos los hechizos que nos enseñó el señor Proem.

  —Ok, vamos.

  —Fidel, Uriana y Heffl. Busquen papel y botellas. —Heffl casi protesta, pero se quedo callado la ver que Uriana y Fidel salieron corriendo a hacer lo que Epol les pidió, entonces Heffl hizo lo mismo.

  "Abra kadabra" escuchó Epol. "Adynato", "¿Qué mierda es esa criatura?" seguro que fue alguno de los malhechores después de ver el Onie de Peen.

  —Listo. — El perro y los dos niños habían llegado con varias botellas de distinto tamaño y con vario pedazos de diario. "Argentina esta en crisis" pensó Fidel luego de leer un poco del diario.

  —Llenen las botellas, hay que llenarla de diario. Todo lo que pueden —ordenó Epol

  Las botellas ya estaban completamente llenas.

  —Heffl, ¿podes quemar el papel adentro de la botella? —preguntó Epol.

  —Si, obvio. —respondió.

  —Perfecto. Vos tenés que quemar el diario. Enseguida los vas a tirar y Uriana, los vas a hacer explotar mientras estén en el aire. ¿Okay?

  —Okay.

   El ladrido de Fidel hizo que las botellas se lanzaran Uriana con ágiles movimientos de varita las hacia explotar, cosa que derribaba a los oponentes. Cada vez quedaban menos oponentes.

  Al final, solo quedo esa tal Captius. Parecía extremadamente lastimada y con un movimiento de varita cayeron otros veinte rayos que se llevaron a los malotes.

  —Listo, ahora si. Prosigamos —dijo con completa normalidad la señora Sachs — por cierto. Los felicito, Peen, tus pociones fueron tan buenas como las de cualquier chico dé sexto año en Darmory. Refl, Ateen, su ataques fueron perfectos. Epol, el plan de las botellas fue perfecto —¿como rayos se entero que el plan era de él? — y Uriana y Heffl, sus encantamientos fueron súper potentes. Y Fidel... Sos muy tierno. Ahora si. Vamos —Levanto su varita y un liquido plateado empezó a salir  cuadrado. El líquido empezó a dar vueltas y formo una puerta, en medio del parque. La puerta más hermosa de mundo. Era color marrón brillante, la puerta estaba rodeada de jazmines y rosas.

  La señora Sachs abrió la puerta y atrás de esta se veían miles de niños con sombreros puntiagudos.

  —¿Pasan?

***

880 palabras!

Darmory Y La Mariposa De CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora