19- Captius, la mariposa de cristal

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  El dos de diciembre había empezado, y Ateen Paas fue de las primeras en despertarse, a las cuatro de la mañana. Claro que habían varios alumnos despiertos, algunos buscando sus zapatos, otros no podían dormir y otros estaban de fiesta, pero ninguno, a excepción de Ateen, habian escuchado las risas de una mujer. Ateen se puso unas sandalias y por la ventana, vio la silueta de alguien apuntando con la varita a su ventana. Ateen abrió bien los ojos y de repente de la varita de esa silueta salió una gran esfera de fuego, qué salió disparada hasta la niña, pero el encantamiento no duro mucho, pues la gran burbuja gigante que rodeaba el colegio se hizo visible, pues los profesores empezaron a aumentar la seguridad del colegio y colocaron esa burbuja, de la cual solo ellos podían y entrar.
La burbuja hizo que la gran esfera de llamas desapareciera.

  —¿Qué haces idiota? —preguntó la voz de Queen, visiblemente dormida y enojada.

  —Llamá a la señora Sachs —pidió Ateen —hay alguien afuera.

  —¿Y te pensás que voy a abrir mi boca para decirle que hay un alumno afuera de su camita? —preguntó Queen poniéndose al lado de Ateen — Yo no soy bocona.

  —No es un alumno, tonta. Anda a avisarle. ¿Sabes dónde está su cuarto?

  —Si, obvio —respondió Queen —. Ya voy.

  Diez minutos después, Sachs estaba en el cuarto, mirando por la ventana, con su hermoso vestido azul y con la varita en la mano.

  —Ateen, ¿Podés ir a despertar al señor Proem y a la profesora Irrit, si no es molestia? —dijo la mujer

  —Si, profesora.

  —Perfecto, deciles que voy a estar en el patio.

  Ateen salió del cuarto, y fue corriendo a buscar al profesor Proem, y luego buscaría a Irrit. Pero antes de llegar al cuarto de Proem, se encontró con el de su amigo, Koff, un amante de los dragones. Vio que tenía las luces prendidas, y se dispuso a abrir la puerta, y a ahí lo vio, al niño, con lo que parecía una lagartija alada.

  —Koff —dijo la niña —llama a Peen, Epol, Refl, Uriana, Heffl y Laiss, deciles que se queden con vos en el cuarto de Laiss. Creo que las alarmas de las insignias solo duran los primeros tres meses, así que no pasa nada.

  Y así entró al cuarto de Proem, escuchando como su amigo corría por las escaleras. Tocó la puerta tres veces y le atendió el señor Proem, con aspecto cansado.

  —¿Qué pasa, señorita Paas, para que me despierte a esta hora? —consultó el anciano.

  —Señor Proem, la señorira Sachs lo llama, para que vaya junto a la profesora Irrit.

  —Esto no será una broma, ¿Verdad? —interrogó el Señor Proem.

  —No, profesor. Una mujer está afuera —advirtió la niña —y, si no le molesta, le pediría que sea usted quién despierte a la Señora Irrit, porque yo estoy muy cansada.

  —Si, no hay problema. Vaya a dormir.

  Ateen subió la escalera, dobló la esquina y abrió la puerta de la habitación, al ver que la Señora Sachs ya no estaba, cerró la puerta, lo cual desconcertó a Queen, y se saltó una puerta, luego vio otra puerta la cual abrió, y allí estaban, nuestros protagonistas, junto a Koff.

  —¡Chicos! —dijo Ateen —les tengo que explicar algo.

  Ateen les contó a todos cual era la situación, y luego, vieron por la ventana, y allí estaban, los tres profesores: Irrit, Proem y Sachs, todos con la varita en la mano. En frente, estaba la mujer. La gran burbuja invisible separaba a los contrincantes. Los tres profesores dieron dos pasos, la burbuja gigante se hizo visible y estos la traspasaron.

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⏰ Última actualización: Jan 20, 2020 ⏰

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