10- Puñetazos, escapes y oscuridad.

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  Las clases habían empezado bastante bien. Ese mismo día habían escogido las materias opcionales y la verdad es que habían millones y como mínimo había que escoger uno.  Los protagonistas escogieron las clases así:

Epol: Invención, Actuación, Comportamiento animal y Literatura avanzada. La invención y la actuación se le daban bastante bien.

Ateen: Matemáticas avanzadas, Economía y Literatura avanzada (clase que compartía con Epol)

Refl: Curación avanzada e Historia de las Normas Constitucionales del Gobierno Mágico.

Heffl: Cocina mágica (materia que según la mayoría, era una clase muy básica, razón por la cual Heffl la escogió)

Uriana: Boxeó y Curación intermedia.

  Peen: Curación intermedia y Pócimas avanzadas.

Laiss: Pócimas intermedias y Biología Marina Mágica.

Las clases normales que todos debían tomar eran: Historia, Matemáticas, Curación básica, Hechizos, Literatura básica, Ciudadanía, Educación Corporal y  Trapionila (Un idioma mágico).

Todos los niños se reunieron en la sala de descanso del colegio, la cual estaría vacía de no ser por nuestros protagonistas.

  Epol estaba sacando la lengua mientas dibujaba un sistema para crear fuego sin necesidad de usar mucho poder mientas usaba su collar, el cual siempre tenía por si necesitaba pensar. Refl estaba practicando Curación con un muñeco de peluche al cual le faltaba un brazo. Laiss estaba practicando su control sobre el agua haciendo un burbuja llena de agua la cual parecía bastante inestable.

  —Más te vale que no explote en mi cara esa burbuja deforme —amenazó Heffl, acostado aprovechando que era fin de semana y que no habían clases. La amenaza fue en vano, ya que burbuja termino explotando, así mojando a Heffl. —LAISS, MATATE —le gritó.

—¡No me culpes a mi! ¡No fui yo! —protesto la chica.

—¡Fui yo! —declaró Uriana orgullosa con la varita en la mano.

—Entonces matense las dos — espetó Heffl.

—¿Por qué no nos matamos todos? —preguntó Ateen.

—Con el suicidio no se juega. —dijo lógicamente Refl.

—¡Guag! —ladró Fidel.

—Fidel dice que dejes de hablar —explicó Epol y el jirafa rodó los ojos.

—Me quiero ir de acá. Vayamos a explorar. —propuso Laiss.

—Yo te acompaño. —dijo Epol.

  —No podemos irnos. Son las diez de la noche. —dijo Ateen.

—Bueno, pero todavía no son las doce —argumentó Peen. —. Vamos, dale.

Y así todos los niños (y Fidel) salieron de la sala de descanso. Pasaron por varios pasillos llenos de hadas volando; pasaron por un salón que tenia las sillas pegadas al techo. Y pasaron por distintas escaleras que estaban echas de chocolate y semento rojo. Bueno, en conclusión pasaron por muchos lugares. Ya eran las once y media. Tenían media hora para llegar hasta sus habitaciones si no querían ser castigados o algo así. Pasaron por el salón de música y de ahí salio Queen, la compañera de cuarto de Ateen. Queen era una niña alta, con un pelo largo y negro.

—Ay, mira. El ratón, la jirafa —empezó la niña apuntando a Refl y Heffl. —Las tres marimachos, el raro...

—'Marimacho' es algo que puede considerarse machista —interrumpió Epol.

—El raro —volvió a decir Queen como si no hubiera escuchado nada —y luego se volvió a Peen —y el más anormal. Che, tenés que tener cuidado Peen, Mira si después te tiran a la basura, imbécil —se había pasado de la raya. Heffl saltó para atacarla pero antes Peen gritó 'LEVIARUS' y unas líneas de humo atraparon al niño antes de que el niño la pudiera atacar.

  Pero la cosa no había terminado ahí. Uriana parecía acercarse a Queen amablemente, pero Uriana era buena actriz, así que pudo disimular muy bien su enojó. Parecía que estaba apunto de hablar, pero no hizo eso, sino que le pegó un puñetazo a la malcriada de Queen. Esta última, se encontraba tirada en el piso con la nariz sangrando. De repente, el pin con forma de sombrero de todos los niños empezó a emitir un gran grito, cosa que pasaba cuando los niños no estaban en sus habitaciones y eran las doce. El grito dejo de sonar pero se escucharon varios pasos de algunas personas, probablemente maestros.

—Corran —susurró Heffl. Y así paso, todos los niños, a excepción de la dañada Queen, salieron corriendo por distintos pasillos hasta que no había salido.

  —Salgamos por la ventana —sugirió Laiss apuntando a una.

—No podemos, las ventanas tienen un encantamiento que hace que no se puedan abrir después de las doce —explicó Ateen rápidamente.

—¡ No quiero ser castigado! —Susurró Refl y con su varita apuntó a la ventana — Emmietey una luz blanca salió disparada y la ventana desapareció esfumándose. Y enseguida Uriana salto por la ventana seguida de Peen. Luego Fidel y Epol. Ateen, Heffl y por último Refl. Estaban en la oscuridad de la noche pisando el  pasto mojado. Corrieron por todo el suelo, cosa algo exagerada. Por tanto cansancio se detuvieron.

—¿Qué es eso? —Refl apuntó a una figura oscura arriba de una punta del castillo. La sombra hizo un rápido movimiento y  esfera roja salió disparada hacia los niños. El más rápido en reaccionar fue Peen que saco un pequeño frasco lleno de líquido y lo tiro al piso. Acto siguiente, grandes plantas salieron del piso cubriendo a los niños. Escucharon un ruido seco, el haz de luz roja había llegado a la planta y esta se puso seca y oscura y se hizo cenizas. La gran planta estaba muerta. Luego, en un segundo la figura oscura estaba a unos cinco metros de los niños.

—¿Quién sos? —preguntó Heffl desafiante.

La figura se iba acercando más y más.

—¡Ey!

  La voz de la señora Sachs se oyó desde la ventana y en un segundo, apareció junto al señor Proem a unos  metros de la oscura criatura con unas pijamas y las varitas en la mano. El señor Proem sacó una moneda de su bolsillo, la apuntó con si varita y exclamo:

—¡HYUN! —El anillo empezó a agrandarse hasta cobrar el tamaño de una cuna y luego lo golpeó tres veces con la varita rápidamente.

Entonces, la moneda salió disparado hacia la criatura golpeándola. La señora Sachs se adelantó unos pasos y lanzó a los niños lejos del campo de batalla con un rayo azul.

—Quedense ahí niños —ordenó el señor Proem.

  De la varita de la maestra, salio un líquido viscoso simulando slime o algo así, encerrado a la criatura en esa viscosa sustancia. Luego de unos segundos, la criatura pudo liberarse y un rayo del cielo la alcanzo, haciendo que desapareciera.

  Luego de una larga pausa, la señora Sachs dijo:

—Queridos niños. Le puedo jurar por todo en este mundo, que me encantaría demasiado que puedan decirme porque rayos la señorita Queen apareció en medio del piso con la nariz sangrando y además también rota.

 

Darmory Y La Mariposa De CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora