Darmory Y La Mariposa De Cristal

14- Volver a ser un niño

Los días pasaron y pasaron. Epol había obtenido 100 puntos por su gran invento sobre la espada, así quedando con 650 puntos. Heffl estaba algo enojado con Epol, porque a pesar de haberlo salvado, Epol seguía ignorando a todos.

Ateen había decidido dejar sus clases de Boxeó y decidió tomar clases de Esgrima, desde su pelea con Captius, se dio cuenta de que en verdad le gustaban las espadas, y Epol como si nada, le regaló el inventó que Ateen usó para pelear.
Las clases de Música empezaron, y se convirtieron en una materia obligatoria. El profesor era un hombre con la piel y el pelo completamente blanco, sin vida ni emoción, se llamaba Psaico

—¡Buen día! —dijo el profesor con un tono alegre, y su piel, de ser completamente blanca, pasó a ser amarilla, al igual que su pelo.

—Buen... Día —dijeron todos los alumnos con un tono extraño y apenas audible.

—Dije buen día —exclamó el profesor con un tono severamente enojado, pasando de ser amarillo a rojo.

—Buen día —dijeron firmemente los alumnos.

—Ay chico, tampoco tan estirados —dijo en tono dulce, volviéndose a un color rosa. Luego volvió a su color blanco — Señorita Ateen Med, pase a cantar.

—Pero no se cantar muy bien —dijo Ateen modestamente.

—¡Dije que pase! — y el profesor se puso rojo.

—Okay.

Ateen se acercó al escenario y pensó en que canción cantar.

Ateen cantaba asombroso, con su potente voz, mientras que Epol se armó de valor.

—Heffl, ¿Podemos hablar? —pregunto Epol.

—No —dijo el otro fríamente.

—Te lo pido, por favor

—No

Epol se levantó dramáticamente y se fue con lágrimas en los ojos.

—¡No se puede salir de aula! —gritó el profesor poniéndose colorado, así interrumpido a Ateen.

—¡Epol! —Ateen, si pensarlo se convirtió en un espeso humo rojo que salia del aula.

—¡Nadie me escucha! —reclamó.

Ateen buscaba por distintos lugares del castillo, con su forma de gas rojo. Aunque no poseía ojos al estar en esta forma, ella podía ver a la perfección.

Buscó en el salón de inventos, en varias habitaciones (lo cual le hubiera no gustado hacer ya que vio 'Conversaciones' bastante íntimas). Luego buscó en el salón de Cocina, en el de Arte y Literatura, pero no lo encontró. Pero, sintió algo, algo que le decía donde estaba. Ateen salió por una ventana abierta del aula y con velocidad el huno rojo se movía.

El patio en el que estaba, no era muy caluros esos últimos días, en realidad, estaba cubierto de nieve, lo cual seria un problema si Epol estaba en el lugar en el que ella pensaba. Ateen pasó por los gruesos árboles y llego al borde de un precipicio, donde estaba Epol sentado. El niño se dio vuelta y vio una pantalla de humo, que se volvió de color Azul, y de ahí, salió Ateen. Ella se sentó junto a Epol, y como vio que él no tenía intención de hablar, ella empezó.

—¿Como estas? —luego de pronunciar esas palabras Ateen sintió unas ganas de tirarse del precipicio, lógicamente su amigo no estaba bien.

—Estoy peleado con Heffl —contestó él —, mis notas en Historia son un asco y ayer me intentaron secuestrar... No estoy tan mal.

Epol miraba la luna y unas estrellas.

—¿Te imaginas qué pasaría si nuestra vida fuera un poco más normal, en este momento? Digo, sin magia—preguntó el chico.