¿Vale la pena? (Flashback parte IV)

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Ya comenzando a dar pasos un poco más agigantados, no tenía la certeza de qué estaba pasando. La corriente eléctrica que pasa por todo mi sistema nervioso antes de una memoria alteraba todos mis sentidos, y mi forma de pensar. Me asustaba en demasía que empezara a acostumbrarme a cada recuerdo. Mi cerebro hacía clic con todas las sensaciones de esos años, recordaba los aromas, el tacto de las cosas, el sonido de la naturaleza con la que convivía a diario.


Era como si la ______ Autumn del presente desaparecía, y la ______ Autumn de hace 2.000 años renacía.



Al menos, eso me di cuenta cuando vi a Hange, tan feliz de verme.



Y yo también... me sentí muy emocionada, muy feliz de volverla a ver.



Cuando la ex comandante de la Legión se relajó, le pidió a un empleado que cuidara de la recepción a lo que íbamos afuera para tomar aire. Afuera del recinto, nos sentamos en unas bancas que eran parte del hotel. Mi boca se encontraba seca y no había dicho nada aún; de todas maneras, ni siquiera sabía por dónde empezar, mis manos apretaban cada vez más mis rodillas cubiertas con solo una mísera tela de jeans. Mi voz aún no cobraba su tono diario, aún me sentía bastante nerviosa y abrumada por todo, pero debía hablar.



—H-Hange, yo... todo ha sido muy complicado ¿verdad?



—Bueno, eso depende de cómo estés llevando tus memorias... ¿cuándo lo descubriste?



—Ayer por la noche, uhm... choqué con Levi.



—¿QUÉEEEEEEEE, QUÉ HICISTE QUÉ? ¿Y NO TE RECONOCIÓ? —Su grito de impresión era algo que me asustó demasiado, tanto que casi salto de la banca al piso, pero no lo hice. Ya pasamos bastante vergüenza con la gente que nos miraba alrededor.—



—N-No, es-estaba hablando por celular y choqué en el metro... Mis recuerdos aparecieron de repente y después me encontré con Sasha.



—Entiendo. —Hanji tenía su semblante serio y concentrado como en aquellos días, como en el recuerdo estando en su escritorio. Yo sonreí melancólica. — Tal parece que tú y el enano eran los últimos en obtener sus recuerdos.



— ¿Levi aun no recuerda? Pero...—Apunté hacia el arte en las paredes.



Un arte muy particular. Épico, de guerras con seres gigantes, cuchillos de metal y vestimenta muy similar a la de mis recuerdos, el color rojo era abundante en cada pared y también las alas, el escudo al que pertenecimos hasta nuestra muerte.



—El diseño lo complementó Erwin, se convirtió en uno de los socios de Levi con los años. El enano no sabía por qué la temática de guerra y milicia, pero lo dejó así pues tenía temas más importantes. Creímos que así recordaría... pero fue inútil. —Dirigió su mirada hacia las paredes del hotel color bronce con ese acabado fino del arte épico. — Cada vez que los miro con profundidad, una nueva memoria regresa a mi cabeza y me siento más afortunada que el destino me haya dado una nueva oportunidad para vivir... y también-



—Para reencontrarte con Erwin Smith ¿verdad? —Tenía aquellas palabras en la punta de la lengua. No tenía idea por qué, la intuición entre dos vidas estaba complementándose haciendo que sepa cosas que ni siquiera tenía idea. Hange sonrió y asintió. — Hange... honestamente quería venir porque... aún no comprendo bien por qué está ocurriendo todo ahora. Sé que es un deber adquirir estas memorias, yo esperaba saber qué...



—¿No sabes qué hacer con ellos? Atesorarlos, ______. Atesora esos recuerdos pues son los que te conllevan a tomar decisiones de acuerdo con el grupo que más recuerdas... y, bueno, a la persona que más recuerdas.

Reencarnación | LevixReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora