Me había sentido furiosa durante toda esa charla del plan: Renunciar a medicina, hacer cursos y carreras de hotelería para saber al revés y al derecho del rubro, clases con Hange, ir a una entrevista con el mismo Levi y acercarme a él para que pudiese recordarme cuando ya esté posicionada en la empresa como una trabajadora más.
Lo encontraba un plan relativamente simple, pero al mismo tiempo era muy difícil de llevar a cabo; tenía que tirar a la basura casi dos años de esfuerzo en los estudios, esas malditas noches sin dormir por una buena calificación y conocer todo el cuerpo humano en sesiones que parecían eternas para mí.
Aunque no era mi vocación, debo admitir... solo quería complacer a mis padres pues ellos se esforzaron mucho para que yo pudiese estudiar. ¿Podría ser así como una salvación de quien iba a ser en un futuro? ¿Alguien que iba a ser totalmente infeliz?
Quizás alguien desde afuera creería que estoy siendo obligada a gustarle a alguien quien no me conoce, claro, sin tener un contexto previo, pensar también que debo ser linda y bonita para un hombre rico, empresario más que importante en un área que en nuestra economía le viene más que bien.
Pero, no se trata de eso. Por más raro que suene, esto solo se trataba de dos personas que terminaron sus vidas de forma abrupta y que prometieron amarse, aunque el tiempo pase mediante una fuerza sobrenatural como lo es la reencarnación.
¿Él haría lo mismo por mí de recordar primero?
Me paré del suelo y caminé hacia la pequeña terraza de mi departamento, con mi taza de té humeante ya en mi diestra. El calor del líquido que traspasaba la loza del recipiente me tranquilizaba de alguna forma luego de ese mental breakdown. Era como si fuese un abrazo que acorralaba entre mis brazos y decía que debía tranquilizarme, pensar con la cabeza fría, y decidir lo que es mejor para la situación.
En cuanto respiraba hondo y cerraba mis ojos, mi sien comenzaba a punzar fuertemente, además del dolor de cabeza hacía un rato se intensificó de igual forma.
Maldecí. No era un buen momento para memorias, pero al parecer mi cabeza se mandaba sola cuando era estrictamente necesario.
Recuerdo.
Me encontraba en medio de un sendero de adoquines, algunos estaban sobresalidos y gastados entre sí, frente a establos construidos completamente de madera, con una gran caja del mismo material entre mis brazos; esta era de manera, un poco pesada para mí. Caminaba junto a Sasha, quien, para variar, estaba masticando algo. Estábamos riendo juntas mientras nos dirigíamos a un edificio majestuoso el cual parecía un castillo bastante deteriorado.
Luego, vimos salir a alguien.
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Reencarnación | LevixReader
Hayran KurguLo recuerdo todo. Las hojas de metal que entraban en contacto con la piel de aquellas personas que para ellos, fueron enviados al infierno para pagar sus pecados... para pagar su origen. Sangre corría por doquier arruinando el hermoso color de las f...