Rusbel (Tercera Parte) Final

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Al ponerme la navaja en mi cuello mi mano soltó la navaja

- Que pensaste que no podía controlar el cuerpo jajajaja niño estúpido acuérdate que tú y yo somos la misma persona yo también mando en tu cuerpo.

- Dejame en paz ya me quitaste a mis padres ya no tengo a nadie.

- No, ya me cansé que no hagas nada cuando nos lastiman, ya me arte de estar encerrado tu debiste ser el que estuviera hay no yo.

Sentía como me controlaba todo el cuerpo hasta llegar al punto de solo ser un pensamiento por más que hablara mis labios ya no me hacían caso y solo podía ver cómo empezó a matar a cada uno de mis compañeros hasta dar con el principal de los que me hacían bullying ese lo llevo a mi casa lo metió en donde aún quedaba sangre de el maestro, se veía como si estuviera drogado, lo recostó en una mesa para desnudarlo, le echo miel en su cuerpo junto con hormigas haciendo que el reaccionará al dolor que le provocaba empezó a gritar.

-Por favor déjame, te lo suplico, no me hagas daño.

- Jajajaja hay niño tonto, que no te gusta deja te enjuagó para quitarte las hormigas.

Se fue a la cosina por agua hirviendo, y bajo de nuevo hacia una alacena donde mi madre solía tener sus productos de limpieza agarrando el ácido y combinándolo con el agua se lo echo haciendo que gritara de dolor y agonía.

- Mamá ayudameee!!!!

- Grita, me encanta ver cómo estás pagando todo esto.

Se tanto dolor se desmayó pues su piel se le empezó a caer y la sangre a brotar por último se acerca y al quererle echar ácido a su rostro una vos se escucha desde las escaleras.

- Alto! Hijo porque haces todo esto, tú no eres así porque estás haciendo tanto daño.

Al voltear veo a mi madre sangrando de sus oídos ya que se quitó ese aparato.

- Tu! Que diablos haces aquí, tú ya debiste haber muerto, este hijo de perra siempre me humilló y golpeó las veces que se le dió la gana el jamás se puso a pensar en el daño que me ocasionaba.

- Pero, porque jamás me lo dijiste.

- Jamás? Dime cuántas veces me corrieron a mi cuarto ignorando mis golpes jamás voltearon a verme.

- Hijo lo siento es que solo quería darte lo mejor por eso trabaje duro para que nunca tuvieras que batallar.

- Pues si sí batallé y mucho, mi maldito maestro me violaba y cuando te quería decir siempre andabas de prisa.

- Hijo perdóname! (Escurriendo lágrimas por sus mejillas) perdóname todo el daño que se te hizo, yo jamás me imaginé que estuvieras pasando por esas atrocidades, por favor ya no hagas esto y dame la oportunidad de ser una mejor madre para ti por favor!

- Ya cállate ya no te creo nada ese buen hijo que tenías ya murió ahora solo quedo yo y tú me las pagarás.

Mientras lo decía echo el ácido en la cara haciendo que el niño diera su último grito dejando una cara de horror mientras su rostro se desfiguraba hasta que murió.

Agarró la navaja, decidido a ir por mi madre, ella corría lo más que podía hacia la salida de  la casa.

- Hijo por favor no lo hagas yo sé que ese no eres tú, yo te amo hijo mío por favor.

-  Cállate maldita, ya estás muerta para mí.

En ese momento empecé a sentir una fuerza indescriptible.

- No, déjame acabar, ahora mando yo.

Empecé a ver qué ahora ya podía controlar una de mis manos.
El solo se enojaba más, cuando alcanzo a mi madre y la tiró ya en el piso le intento enterrar el cuchillo cuando, detuve la mano me pare y levante a mi madre, la mire a los ojos llorando.

- Gracias por darte cuenta que no era yo, madre te amo y perdóname por lo que eh echo jamás pensé en hacerte daño.

Mi madre llorando me abraza.

- Ven hijo ya pasó, vamos a empezar de nuevo si ya no cometeré el mismo error de dejarte solo.

- Mamá...

- Verás que te haré muy feliz mi amor hay mucho por recuperar.

- Madre escúchame, esto no va a terminar el no se va a rendir hasta acabar con su venganza.

Mi madre volvió a llorar.
- Iremos con un psicólogo para que nos ayuden a superar esto.

- No mamá ya no se puede ese ser ya no saldrá de mí cabeza.

- Y que quieres que hagamos para que eso te deje de molestar hijo.

- Solo abrázame fuerte, cuéntame esa historia que me contabas de niño te acuerdas?

- Si hijo, pero que.... No!!!

Me encaje la navaja en mi corazón quería dormir por última vez en los brazos de mi madre.

- Hazlo madre para dormir feliz.

Solo recuerdo a mi madre llorando de el dolor de sentir que me perdería jamás me había sentido tan amado, sonreí le besé la frente con la poca fuerza que me quedaba, mientras ella se hacía la fuerte y me leía la historia.

- te amo mamá...

Ella abrazo mi cadáver llorando, atormentado su cabeza por no haberme puesto atención a tiempo.
Pasando ya 1 año de mi partida veo que ella aún no supera mi muerte y toma pastillas para tranquilizar sus nervios, los policías cerraron el caso en el cual decía que el asesino en serie se suicidó para no entregarse. Y yo.. yo al fin soy feliz.

Fin.

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