Kalopsia Rota 『Traducción』-𝘌𝘯 𝘗𝘳𝘰𝘤𝘦𝘴𝘰 𝘥𝘦 𝘦𝘥𝘪𝘤𝘪𝘰́𝘯-

Capítulo 6

Notas de la autora:

¡Hola gente!

Estoy de vuelta con un nuevo capítulo, me tomó más de lo esperado porque como dije estaba ocupada, pero ojalá que la espera haya valido la pena (ustedes me harán saber). También quería recompensarlos así que intentaré publicar el capítulo 7 y 8 casi seguidos ya que están más conectados, ¡no quería dejarlos con un gran final melodramático! ¡Espero poder hacerlo!

Como dije en las notas del capítulo 5, este capítulo es la continuación del anterior (así como los capítulos 7, 8 y 9 serán la continuación de estos dos capítulos) y nos quedamos en donde nuestros chicos fueron al espacio. Este capítulo se enfoca completamente en Zim y Dib, sin otros personajes. Como ya mencioné, voy a decirles al fin qué rayos está haciendo que Zim se comporte así (pero más detalles serán dados en el capítulo 7). Si alguien estaba esperando algo muy difícil de arreglar, eh, me temo que estarás decepcionado. Esta anomalía es solo una cosa para llevar la historia a la trama principal del primer arco, eso significa que Zim descubrirá la verdad sobre él y su misión. Por favor, ¡no me odien!

También, si no han visto mis etiquetas, tal vez deberías porque hay una razón por la cual esta historia es ZaD E-F-R (éste capítulo tiene mucho de los tres xD).

Y bien, suficiente de mis palabrerías. Mi habitual gratitud siempre de corazón va para todas las personas que están leyendo esta historia. Me encanta leer que piensan, incluso si creen que debería corregir alguna cosa. ¡Las sugerencias constructivas son oro también!

Estoy dispuesta a recibir preguntas y comentarios de todo tipo (siempre y cuando sean respetuosos). ¡Los comentarios críticos son oro para la inspiración!

¡Disfruten!

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El espacio era tan fascinante y bello como era vasto. Todo alrededor de la pequeña nave estaba hecho de oscuridad y algunos puntos brillantes. Los planetas del sistema solar parecían cautivadores y coloridos juguetes, tan cerca para tocarlos y al mismo tiempo demasiado lejos para alcanzarlos. Las distancias entre cada cuerpo celeste era interrumpida por asteroides aquí y allá provenientes de los planetas mismos. Detrás de sus hombros, el sol brillaba más roso y brillante que nunca antes.

Por supuesto, ésta no era la primera vez que Dib viajaba a las estrellas. Ya lo había hecho unas cuantas veces, peleando en planetas convertidos en gigantescos contenedores espaciales o persiguiendo a Zim con la nave de Tak. Sin embargo, antes de ese momento, nunca había tenido la oportunidad de observar las maravillas que lo rodeaban. Durante sus viajes anteriores estaba demasiado concentrado en lo que hacía como para asombrarse por lo que siempre había anhelado hacer: explorar el universo y disfrutar cada momento. Ahora, sin la tarea de pilotar y con la nave viajando a baja velocidad, comparado a las otras veces, tenía la libertad de poner sus manos sobre el vidrio de la cabina y mirar el paisaje, con su boca ligeramente abierta en sorpresa y la felicidad brillando en sus ojos. Infinidad de preguntas llenaron su mente y no quería nada más que dirigirlas al alíen sentado a su lado, pero sabía que solo sería una molesta. Sus preguntas podrían no ser bienvenidas en ese momento.

Hizo un gran esfuerzo para desviar su vista del paisaje y mirar al invasor, quien parecía poco interesado en la vista. Zim estaba encorvado hacia la pantalla de la computadora en la cual los símbolos irken fluían con rapidez, su frente sin cejas se arrugaba en un gesto de concentración. Estaba analizando algún tipo de información, o al menos es lo que supuso el humano. Su rival más o menos había admitido que estaban en una búsqueda para descubrir qué era lo que estaba causando su extraño comportamiento, decidió que lo más seguro sería asumir que toda esa extraña tecnología que llenaba el resto del crucero servía con el propósito de revisar el área para escanear cualquier anormalidad o quien sabe qué.