Kalopsia Rota 『Traducción』-𝘌𝘯 𝘗𝘳𝘰𝘤𝘦𝘴𝘰 𝘥𝘦 𝘦𝘥𝘪𝘤𝘪𝘰́𝘯-

Capítulo 10

Notas de la autora:

Les traigo el capítulo 10. Siento el retraso, pero no había estado muy inspirada últimamente y lo que esperaba del capítulo anterior no resultó ser lo suficientemente bueno. Eso de cierta manera me estancó =.=

Tengo que decir que estoy casi orgullosa de cómo salió la última parte del capítulo anterior (es una de mis favoritas junto con las que he publicado hasta ahora, junto con el capítulo 8 y la reacción de Zim), así que espero que les guste esta vez. Este capítulo, como el anterior, les dará una idea más clara de cómo está la mente de Zim después de la revelación. Hay una pequeña advertencia, mientras que la primera parte del capítulo es suave la otra mitad tiene serio angst, así que... pensé que deberían saberlo. También, estaré actualizando más pronto de lo usual la próxima vez. Si puedo.

Gracias a todas las personas que me leen y dejan kudos en esta historia. Estoy feliz de que me sigan y disfruten mi trabajo ^^ Por favor, si tienen comentarios u observaciones, ¡siéntanse libres de hacérmelo saber! ¡Escuchar las opiniones de la gente me ayuda mucho!

Preguntas y comentarios de todo tipo (siempre y cuando sean respetuosos) son bienvenidos y también los invito a hacerlos. ¡Los comentarios críticos son oro para la inspiración!

¡Disfruten!

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Habían pasado unos días desde que Zim regresó a la escuela. Dib lo observaba cuidadosamente durante las lecciones que tenían juntos. Había estado intentando captar alguna señal que lo ayudará a entender que sucedía con su rival, más que nada el porque de repente empezó a actuar tan amable. Sin embargo, como las veces pasadas, todo resultó ser una pérdida de energía y atención. El comportamiento del irken permaneció sin cambios. Sus hombros seguían decaídos y sus ojos se veían vacíos y estaba tan callado que todos, incluso los maestros, lo notaron. El alíen no había gritado, no rió para sí mismo, no dijo ni una palabra, ni siquiera cuando se dirigieron a él. Se pasó las clases mirando al vacío frente suyo, ni siquiera se molestó abrir sus libros y tomar notas en su cuaderno para fingir que estaba prestando atención. Era como tratar con un fantasma silencioso y la única razón por la que el adolescente sabía que el invasor no era simplemente una silueta de papel era porque se movía.

Al final, como resultado de su exasperación, Dib intentó acercarse a su enemigo de toda manera posible, caminó a su escritorio, gritó el nombre de su enemigo en su cara, lo amenazó, le lanzó objetos. Sin embargo, todos sus intentos se encontraron con un gran muro de silencio y las extrañas miradas de sus compañeros de clase. La única vez que consiguió alguna clase de reacción fue cuando trato de jalar la peluca del invasor, pero incluso en ese caso, todo lo que obtuvo fue un manotazo para alejar su mano. Era como si Zim simplemente lo ignoraba, tal y como él había hecho un par de años atrás, cuando se había rendido temporalmente con lo paranormal para darle el gusto a su padre de seguir su querida "ciencia real". Sin embargo, la idea fue descartada casi de inmediato por que la apatía del irken no era direccionada hacía él, sino que parecía ser la manera que hacía todo. Durante el fin de semana, Dib pasó la mayor parte de su tiempo espiando la base de su rival, aunque las tenía cámaras instaladas que no habían sido encontradas, éstas no le habían dado ni una respuesta. El alíen se pasaba la mayor parte de esos dos días sentado frente al televisor, viendo películas con GIR y comiendo waffles. Sólo hubo una vez cuando bajó a su laboratorio pero no fue capaz de saber que es lo que hizo. Sus dispositivos espías en esa sección parecían haber sido removidos ya que no tenía ninguna clase de acceso a ellos. No tenía idea de que habían sido víctimas de la ira de Zim, así como el resto del equipo. El invasor estuvo ahí por unas pocas horas antes de regresar a holgazanear.