Capítulo 16

540 58 39
                                    

Gaz lanzó una mirada hacia su hermano, quien estaba sentado al lado de ella en una mesa de la cafetería de la Hi Skool, como era usual. Él lucía pensativo y ese hecho hizo que ella rodara los ojos. Ella conocía muy bien esa mirada, era una que le prometía que se aproximaba un monólogo molesto e interminable. El sujeto, por supuesto, era igual de predecible: Zim. Eso casi hacía que dejara su juego, para así comer tan rápido como era posible e irse a esconder antes de que Dib abriera su gran boca y empezara a vomitar palabras. Dijo casi.

El ceño fruncido siempre presente en su rostro se profundizó ligeramente al juzgar la intensidad de la expresión de su hermano, el discurso sin dudas iba a durar un buen rato lleno de más divagaciones que lo usual. Eso no sería una sorpresa, después de todo, el alíen había estado actuando diferente los últimos tres días, de nuevo. Él había estado distraído el fin de semana, o al menos eso es lo que le dijo su hermano, y al regresar, tenía una expresión aún más oscura. Ella también lo había notado, incluso si no le ponía mucha atención al invasor, a pesar del último cambio en su relación cuando comenzaron a asociarse. Ese era el trabajo de Dib, no el de ella. Sin importar cuanto tiempo pasara con el irken y cuántos juegos jugaran juntos, ella no tenía la intención de compartir la obligación auto proclamada de su hermano.

Entonces, a mitad del lunes, hubo otro cambio. Zim comenzó a portar una mirada distraída y pensativa, que había durado los siguientes días. A los ojos de la chica, era mejor que la mirada vacía, la cual se había convertido en la norma en los últimos dos meses, porque eso significaba que ese tonto había dejado de estar malhumorado, pero el irken también comenzó a evitar tanto a ella como a Dib. No había regresado al lugar que se había convertido oficialmente en su lugar escondido compartido durante el almuerzo y ella notó que él cambiaba de camino cada vez que veía a uno de ellos. Ella otra vez se preguntó brevemente, contra su propia voluntad, qué es lo que podría estar planeando el invasor esta vez. Odiaba admitirlo, pero ella comenzaba a entender por que su hermano se preocupaba tanto a veces.

—Oye, Gaz... —comenzó el adolescente mayor en ese momento, interrumpiendo sus pensamientos.

La chica se quejó, sintiendo la fuerte tentación de callarlo antes de que empezara, pero ella no tuvo que hacerlo porque, de la nada, una bolsa de papel cayó frente a ellos en uno de los dos espacios vacíos,, y Zim, sobre todas las personas, se sentó ahí. La expresión del alíen era determinada y claramente estaba aparentando ser casual, fallando de manera espectacular. Él no tenía una bandeja de comida, solo un plato que probablemente robó de la cocina.

Gaz parpadeó con una fugaz expresión de desconcierto, mientras que a su lado Dib estaba boquiabierto. El invasor nunca se sentó con nadie a la hora del almuerzo las veces en que se molestaba en ir a la cafetería, un hábito que al parecer había perdido en el último mes, ya que había intentado estar lo más lejos posible de ellos. Sin mencionar que la situación era aún más extraña, porque el irken los había evitado como si fueran una plaga no hace más de una hora.

El silencio se alargó haciéndose cada vez más incómodo, pero nadie se atrevía a romperlo. Gaz regresó su atención al juego y la comida, aún si lanzó varias miradas furtivas al invitado inesperado mientras Dib seguía mirando fijamente a su enemigo, sin que su asombro disminuyera, preguntándose si estaba alucinando. Zim, por su parte, se forzó a ignorar las miradas de los humanos y abrió su bolsa de papel, dejando caer en el plato los sándwiches que GIR le preparó. Observó la comida, como si estuviera asegurándose de que no fuera venenosa y luego se dio cuenta que le hacía falta un tenedor. No lo necesitaba para comer, pero todos los demás en la habitación tenían uno, así que en su mente supuso que él también debía tener uno. El ceño fruncido en su rostro se hizo más profundo mientras escaneaba el lugar para escoger uno, al final sólo estiró su brazo y robó el de Dib.

Kalopsia Rota 『Traducción』-𝘌𝘯 𝘗𝘳𝘰𝘤𝘦𝘴𝘰 𝘥𝘦 𝘦𝘥𝘪𝘤𝘪𝘰́𝘯-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora