Capítulo 20

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Dib observó a su rival desde el otro lado del salón. Zim había estado sonriendo como un loco toda la mañana, con esa sonrisa horrible, satisfecha y peligrosa que no prometía nada más que problemas a quien sea o lo que sea que el invasor tuviera de objetivo.

Al principio le preocupó que el irken podría estar a punto de poner en acción uno de sus planes extremadamente efectivos, aun si no tuviera esa destinado a eso, para destruir el mundo. Sin embargo, rápidamente se dio cuenta de no había las usuales pistas que indicaran que su némesis estaba planeando la aniquilación del planeta. Zim no lo había estado evitando, no más de lo usual, ni estaba exagerando en un intento por atraer su atención. No había estado jugando con algún dispositivo, no dibujo alguno boceto de un plan complicado y sin terminar durante la clase, tampoco había gritado amenazas, ni soltó esas risas repentinas que eran escalofriantes. Todo lo que había estado haciendo era reírse consigo mismo y dibujar donas.

Dib no sabía qué pensar, ¿sería un acto para distraerlo? El invasor ya había empleado esa táctica en algunas ocasiones, la cual, para el desafortunado adolescente, fue efectiva. La más significativa fue la primera vez que el alíen había aparentado destruir la Tierra a través de una cruel simulación a la que había expuesto al humano. Incluso si nunca lo admitiera, esos horribles recuerdos aún le causaban pesadillas después de una intensa lucha.

Sin embargo, algo no encajaba en ese escenario. El Zim que estaba viendo no era el Zim salvaje con un plan lleno de adrenalina que lentamente tomaba forma, éste era satisfactorio para Zim, era un plan que lo enorgullecía, era imparable y estaba en movimiento. El conocer eso debía alarmarlo, pero en lugar de eso le dio curiosidad. Tal vez si le decía a su rival que no estaba intentando hacerlo hablar de su terapia, el otro estaría de acuerdo en revelar lo que en verdad traía entre manos.

Su oportunidad de aproximarse al irken llegó durante la hora del almuerzo. Dib se aseguró de ser el último en salir, para asegurarse de llegar tarde a la cafetería. Gaz estaba ya sentada en la mesa de siempre, pero él ya le había advertido unas horas antes que no se sentaría con ella ese día. Ella simplemente se encogió de hombros y le dijo "suerte persiguiendo a Zim". El recuerdo le hizo casi quejarse en voz alta, ¿de verdad era tan predecible?

Sacudió su cabeza y fue a formarse para agarrar comida, mientras esperaba por su turno, miró alrededor para encontrar al alíen sentado por su cuenta hasta atrás del lugar, como siempre lo había hecho, dejando de lado esas veces que Zim eligió comer con él y su hermana en las últimas semanas. La sonrisa malévola seguía presente y su némesis estaba utilizando lo que parecía una tableta electrónica extraña con una mano y con la otra sostenía un sándwich que GIR hizo. Parecía perdido en su propio mundo, sin darse cuenta de que era observado, eso podría ayudarle a unirse al invasor antes de que se diera cuenta y escapara del lugar.

Una vez que su bandeja fue llenada de comida, el adolescente asintió hacia mismo y se encaminó hacia el lugar del irken, listo para hacer lo que fuera necesario para obligarlo a quedarse y hablar. Se detuvo frente a su rival, al otro lado de la mesa, a espera que el alíen notara su presencia, pero no pasó. Los ojos disfrazados de Zim seguían puestos en la pantalla portable, moviéndose rápidamente mientras leía la información en su lengua materna, y el invasor parecía ajeno a él, Dib hizo una pausa, tal vez su némesis estaba planeando realmente algo después de todo. Se rehusaba a creer que sólo estaba leyendo un libro o información irrelevante.

—Zim—lo llamó, alzando su voz e irguiendo su postura mientras bajaba su bandeja, preparado para atrapar al otro en caso de que intentara huir. Sin embargo, también hizo su mejor esfuerzo en no sonar demasiado amenazante y alzó sus manos en lo que supuso sería un gesto calmado cuando la mirada del alíen se dirigió a él—. No estoy aquí para preguntarte sobre... lo que pasó el otro día. Tienes mi palabra, asumiendo que signifique algo para ti.

Kalopsia Rota 『Traducción』-𝘌𝘯 𝘗𝘳𝘰𝘤𝘦𝘴𝘰 𝘥𝘦 𝘦𝘥𝘪𝘤𝘪𝘰́𝘯-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora