ＴＡＲＯＮ ＥＧＥＲＴＯＮ

C O L D B L O O D

Estacioné el auto lejos de la casa de mi próxima víctima.

Guardé el arma dentro de mi chaqueta y caminé en dirección a su hogar.

Hace unos meses me di cuenta que un entrometido estaba casando a mis presas y, nadie me quita mis trofeos.

* Cinco meses antes... *

Un suspiro salió de mi garganta, ví por la mirilla y apunté a la cabeza del hombre. Llevaba al menos dos meses buscando el momento perfecto para perforarle la cabeza a ese dichoso narcotraficante. Apenas tuve la oportunidad de saber en dónde harían negocios y corrí a buscar a mi mejor amiga: mi francotiradora.

El hombre estaba tan ocupado haciendo negocios, todo lo hacía más fácil el hecho de que no se moveteaba tanto. Apunté y el tipo ya había caído al pavimento con una enorme bala en la cabeza. De inmediato sus guardaespaldas sacaron sus armas y buscaron al causante de aquella muerte.
Y es que, yo también quedé sorprendida, yo no había sido la que jaló el gatillo.

Miré por todos lados buscando al culpable, nada.
Los tipos daban vueltas y vueltas, subieron el cadáver de su gefe y se marcharon en esa lujosa camioneta.

Guardé todo y me fuí lo más rápido que pude, ¿quién pudo haber sido?
se supone que nadie más sabía el lugar en dónde él estaba.
Será mejor que me vaya antes de que ese alguien me vea y yo también termine con una bala en la cabeza.

__

Para mi buena suerte (probablemente) ese joven vivía a lo lejos de la ciudad, las casas cerca de allí normalmente estaban abandonadas o simplemente los dueños no estaban.

La lluvia caía, enormes gotas de agua me dejaron empapada. No importaba, incluso me hacía sentir bien.

Son más de las dos de la mañana y el plan es asesinarlo mientras duerme, así sería más fácil. Desde hace tres semanas noté que tenía de costumbre dejar abierta una ventana, era tan grande cómo para permitirme entrar por allí.

Cuando descubrí la identidad de aquél ladrón de trofeos, realmente me sorprendió. Después de que su presencia empezó a ser más constante en mis misiones, descubrirlo fue más fácil.
Una noche mientras trataba de liquidar a otro mafioso, lo pude ver desde un edificio cercano al mío, lo seguí sin darse cuenta y dí con su casa, desde ahí no lo he perdido de vista.

Al inicio me imaginaba a un hombre mayor, (lo digo por su agilidad y experiencia como francotirador) pero cuando ví su rostro, quedé fría.
Se trataba de un chico con tan sólo veintidós años de edad, tenía pinta de ser un nerd (por los lentes de pasta que usa normalmente) y no puedo negarlo, era un chico atractivo.
Esperaba a un hombre, no a un niño.

Al estar a poca distancia de la casa, me aseguré de que nadie estuviese merodeando por allí. Las luces de adentro estaban apagadas y entonces corrí ágilmente hasta estar de lado de la ventana que estaba abierta.

La lluvia había cesado, dejando sólo una simple y tranquila llovizna.
La ventana estaba bastante alta, pero no era algo que no pudiera hacer.
Trepé, la subida se dificultó un poco ya que todo estaba mojado, pero aún así traté de ser lo más silenciosa posible.

Las gotas de agua resbalaban sobre mi rostro, mi cabello estaba mojado y también derramaba gotitas.
Era una noche helada, pero en cuanto estuve dentro de la casa, el calor abrazó mi cuerpo y me tranquilizó un poco.

Mis ojos poco a poco se acostumbraron a la oscuridad y podía ver mejor.
Estaba en un pequeño corredor.
A lo lejos, ví una habitación con la puerta abierta, supuse que sería su dormitorio así que caminé silenciosamente hacia ella mientras tomaba el arma de mi chaqueta.