ＴＡＲＯＮ ＥＧＥＲＴＯＮ

V I S I T A S I N E S P E R A D A S

El día estaba a punto de desvanecerse, el hermoso atardecer había teñido el cielo con un bonito naranja.

La cena estaba lista, la casa impecable y me dispuse a mirar la televisión en la sala. Estaba ansiosa por volver a ver a Eggsy entrar por la puerta, que de hecho, viendo el reloj, estaba a casi nada de llegar.

Pasé de canal en canal buscando algo llamativo para mí, estaban las noticias, las películas "románticas" que te hacen vomitar por su empalagosidad y por último las series de acción. Estaba tan entretenida mirando, que el sonido del timbre me hizo saltar del sofá cómo si me hubieran pinchado el trasero.

Llegué a la puerta y observé por la mirilla. Estaba claro que no era Eggsy, ya que en primer lugar, él no tocaría el timbre, él tiene llaves propias.
Bueno, no era Eggsy, era algo "mucho peor" a mi parecer.

Reconocí los rostros de las seis personas que estaban al otro lado de la puerta: miré a mis padres al frente, detrás de ellos estaban Sarah, Daniel y Sam junto con su madre Jennifer.

"Oh, mierda" -Dije por lo bajo.

Mis padres no eran un problema, lo eran los demás que venían con ellos.
Sarah era una de mis "supuestas amigas", de esas que te sueltan dulzura de frente y te acuchillan por detrás. Daniel, el mediano con el que no puedo quejarme por que nunca he tenido ningún trato con él. Y luego está Sam. Ojalá se lo cargue el diablo.
Él era el hermano menor, el colibrí que le encantaba picar de flor en flor.

Puse mi mejor sonrisa y les abrí la puerta. ¿Cómo habían encontrado mi casa? bueno, mejor dicho, LA CASA DE EGGSY.

Abracé a mi madre y seguí con mi padre. Estaba muy contenta con ellos.
A los demás sólo les extendí la mano, fue grosero, pero no puedo ir abrazándoles y besándoles cómo si no me los estuviera comiendo por dentro. No, no soy hipócrita.

-Mamá, papá, qué sorpresa. ¿Cómo es que... sabían dónde estaba?

-Pues... -Inició mamá, evitando una sonrisita. -pedimos ayuda a tus amigos cercanos, queríamos sorprenderte con una visita.

La primera persona que se me vino a la mente con "amigos cercanos" fue Roxy. Vaya hija de perra, me las pagará cuando la vea.

Les invité a pasar. Creo que esta noche cenaríamos todos juntos, y Eggsy no podrá disfrutar de su Pasta a gusto.
Me siguieron hasta la cocina, dónde tomaron asiento.

-¿Cuándo llegaron a Londres? -Pregunté mientras servía agua para ellos. -¿Ya tienen dónde hospedarse?

-Llegamos al menos hace tres horas, querida. -Respondió Jennifer.

-Aún no encontramos un lugar para pasar la noche. -Comentó mamá.

Miré a Sarah, que estaba fisgoneando toda la casa sin disimular.
"Sí, aquí vivo, perra." -Pensé.
Tenía la extraña sensación de que se quedarían con nosotros esta noche, joder con mi vida.

-¿Esta es tu casa, Jena? -Me preguntó Sarah, boquiabierta.

-No precisamente.

-¿Cómo? -Interrumpió mi padre.

Diablos, ellos no tenían ni idea de mi relación con Eggsy. Ahora lo que menos quería es que supieran mi vida privada.
Me mantenía en contacto con mi familia, pero jamás les mencioné que tenía novio, ahora me preguntarán por qué no les dije antes.

Todos me clavaron la mirada esperando una respuesta clara.

Justo cuando iba a decir algo, escuché un auto estacionarse.
Me quedé callada por los siguientes segundos hasta que escuché las llaves de Eggsy Unwin abriendo la puerta.