Bajo las Sábanas de lo Prohibido

Decisiones

—¿Llegaste bien?.—Después de todo el día desconectada y atareada por los exámenes, finalmente pude contactarme con él a través de Skype.

—Lo hice.

Sonrio.

—¿Cómo te fue en tu primer examen?

—Mejor de lo que esperaba.—Suspiro.—Creo que si pase.

O eso espero, con un buen promedio me conformo, es lo que necesito para pasar.

—Lo hiciste.—Travis intenta animarme.—Te esforzaste mucho.

La verdad es que si, no tuvimos sexo y eso me ayudó, no estaba aquí para darme placer, de haberlo estado me hubiera distraído muy rápido.

Después de que Travis me dijera que se iría, solo tuvimos salidas como ir a cenar o almorzar juntos, incluso el que el me trajera a casa, pero no pasábamos esa barrera y aunque sus cosas se mantienen en mi departamento, Travis se estuvo quedando en un hotel.

No hubo ni siquiera un roce entre los dos.

Así que tuve que buscar otros métodos.

Me quedo en blanco recordando mi ducha antes de salir hoy temprano por la mañana, mi mente nublada por Travis y mis dedos tocando por todo mi cuerpo mientras el agua helada recorría mi cuerpo.

Llegue al placer con facilidad, repitiendo su nombre hasta dañarme las cuerdas vocales.

—¿En qué piensas?.—Su pregunta me toma desprevenida.

—¿Qué?

Travis sonríe y niego sonrojada.

—¿En qué piensas, Peach?

"En cómo me masturbe esta mañana pensando en ti"

Me sonrojo mucho más y siento que él puede leerme la mente con esos gestos que me da.

—¿Ya me extrañas?.—Cambia su pregunta, una muy fácil de responder.

Enseguida le respondo.—Lo hago.

Veo una sonrisa cruza sus labios poco a poco.

—Desde que te despediste lo hago.

Travis traga saliva y su mirada baja por mi cuerpo, se pasa la lengua por los labios.

—Llevas..

—Pijama, Travis.—Pronuncio con una sonrisa.

El baja la cabeza y sus ojos lujuriosos me recorren desde la cintura hasta mi rostro.

—¿Crees qué estoy echando a perder nuestro acuerdo si te pido que me dejes ver algo de piel?

Me rio.—Creo que si no puedes tocarme, no puedes romper nuestro acuerdo.