Epílogo

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10 años después:

Chloe: 

—Es hermoso.—Me dice al ver mi vestido de novia, sus ojos están llenos de lágrimas.—Dios, es bellísimo.

Claro que lo es, es hermoso.

—Te ves preciosa, cariño.

Mi sonrisa se amplia.

—¿Les gustaría llevárselo hoy mismo?.

—Si, por favor..—Responde ella entusiasmada y su madre no está nada conforme.

—El precio es muy elevado.—Cuestiona.

Pongo los ojos en la madre.—La calidad también lo es.

Intercambia una mirada con su hija, quien se encoje de hombros, ella se acerca a su madre alzando el vestido con cuidado de no mancharlo, le coge del brazo y le pone ojos de cordero.

—Por favor, mamá... es mi boda .. ¿Puedes apoyarme en esto?

—Sé que es tu dinero, Josephine.—Le responde y hace un gesto desagradable.—Es solo que creo que el dinero que gastes en este vestido tan Caro y ordinario, puedes usarlo en algo más productivo.. No lo sé , como el salón de recepciones.

—Yo misma confeccione ese vestido.—Le interrumpo y ambas dejan su conversación para observarme.—Le aseguro que no hay nada de ordinario en el.

La madre alza una ceja.

—Pero si no le agrada el precio, estoy segura que podrá encontrar una con buena calidad en otra tienda.

—Mamá, por favor..—Insiste ella.

La madre me observa sin saber qué hacer y a los pocos estoy acompañándolas a la recepción de la boutique, usualmente los clientes se pierden y

Escucho a la recepcionista, Britt.—Buenos días, Boutique Murray.

Hago un gesto con los labios.

Britt sonríe.—No se encuentra disponible.. ¿Cuando? .—Me observa alzando las cejas y niego con la cabeza.—No sabría decirle. Claro, con gusto le diré que llame.

Cuelga y pone su mirada en mí.

—¿Día difícil, señorita Murray?

—Considerando que es la tercera vez que vendo el mismo vestido en el mes, no lo fue..—Suspiro y le doy una sonrisa.—Hoy no tengo tiempo para nadie, Britt.

—Como usted diga.











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Bajo las Sábanas de lo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora