Maratón (3/3)
— Solo leo informes de personas. Nada fuera de lo común.
— También hay cuentas., en esta carpeta que estoy mirando.
Pasando cada ficha pero para en uno de ellos que no pasa desapercibido ante mis ojos y es un apellido Vlahos. El apellido de los gemelos.
— Tengo algo.
— ¿Y que es lo que es? —todos paran de hacer lo que estaban haciendo, desconectando y me prestan atención.
— En esta hoja salen un nombre de hombre y un apellido que me sé a la perfección.
— ¿Cual? —preguntan intrigados.
— Vlahos.
— Me suena ese apellido de algo pero no caigo en quién.
— No es una persona, son dos. Los gemelos Ezio y Tadd.
Pongo la hoja en medio de la mesa para que todos vean y ellos se acercan sus cabezas para observarlo.
— Vanko Vlahos —dice el nombre y el apellido con repulsión, Odell.
— Ese nombre lo he visto antes —habla serio Denes, cogiendo sus papeles y revisándolos —. Aquí lo tengo.
Pone el papel al lado del mío y señala el nombre con su dedo indice. En se podía apreciar perfectamente escrito el nombre de Vanko.
— Cada día que pasa entiendo menos. ¿Que tiene que ver el padre de los gemelos en esto?
— ¿Te crees que estaría tan confundido como tu si lo supiera? Esto es una mierda.
— Lo primero que hay que saber que relación hay entre estos nombres y nuestros padres.
— Podría ser que sean del mismo año.
— Empecemos entonces mirando las fechas de todas las personas de la lista.
— Aparentemente todos son de 1975. Hay hombres y mujeres.
Nos pasamos todo el día entre papeles y más papeles, nos dolía la cabeza de ver todo igual. Hacía ya varios días que había mejorado notablemente, hace años que no me enfermaba tan grave. La noticia buena es que ya estoy dando guerra a mis primos y ayudando en todo este asunto.
¿Sander y Hester?
Hace unos días que nos mandaron un mensaje demasiado extraño. Hemos intentado contactar de nuevo con ellos. No dan señales de vida. Eso es de extrañar, ellos siempre cogen enseguida las llamadas y no da directamente al buzón de voz. Las cosas en la cabaña intentamos que sea lo más normal del mundo aunque todos estemos tensos de ir a donde se están quedando y cerciorarnos de que se encuentran en buenas condiciones.
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Calix
Teen FictionDesde que tengo uso de razón siempre he sido un chico callado que casi no habla con nadie y es muy reservado con sus cosas. Siempre estaba solo, no hablaba casi con nadie y siempre iba con mis cascos, refugiándome en la música que escuchaba a través...