Capítulo 3: No te haré daño 💜

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Aquí les dejo un nuevo
Capítulo..
Sepan disculpar mi tardanza
Para subir los capítulos.
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Cristián POV:
Mi nombre es Christian, pero soy mejor conocido como el "señor Harrison", soy un empresario de veintisiete años, mi padre es un mafioso muy importante, y yo decidí no seguir con su negocio.

En mi vida era todo bastante oscuro, hasta que la conocí a ella, y todo cambió, la amé como a nadie, la amé tanto, hasta el día en que la perdí. Desde ese día vivo en la oscuridad, y en el vacío que me dejó su partida, hace dos años que soy sólo un hombre frío y con un único propósito, satisfacer mi deseo sexual con sumisas. He tratado de enamorarme, pero no lo he conseguido, la busco en cada mujer que conozco, pero no la encuentro.

Larisa es mi sumisa por voluntad propia, le pago para que lo sea, no la amo y sinceramente ya no disfruto tener sexo con ella. Pero Paolo tuvo una brillante idea, comprar una nueva sumisa como mi regalo. Paolo es mi mejor amigo, él es mi socio y mano derecha en todo.

Al llegar a mi mansión, me encontré con un empleado de confianza, este me dice que me espera mi nueva sumisa.

-Sr Harrison, el Sr Paolo trajo a la nueva sumisa -me comunicó.

-Esta bien, llévame a la habitación -le pedí.

Este me llevó hacia una de las habitaciones, y al abrir la puerta, la ví, quedé asombrado por su parecido con ella, al instante de divisarla, se me vinieron recuerdos a la mente.

~ Flashback ~

-Sabés que te amo, ¿Verdad? -me preguntó.

-Lo sé mi amor, y yo te amo más -respondí cariñosamente y ella se abrazó a mi cuerpo.

-Espero que nuestro bebé nazca bien -volvió a decirme ella con preocupación en su voz.

-Nacerá bien, y será hermoso como su madre -le aseguré tiernamente.

-Eso espero -besó mi mejilla.

~ Fin del flashback ~

-Déjame solo con ella -mi empleado se retiró de la habitación obedientemente dejándonos a solas.

-Le pido que me dejé ir, por favor -murmuró la chica.

-No puedo dejarte ir -le dije observando su parecido con ella.

- ¿Para qué me quiere?, ¿Qué me hará? -preguntó muy nerviosa.

Tenía los ojos rojos como si hubiese estado llorando durante horas.

-Nada, no te haré daño -respondí acercándome a ella.

-Entonces déjeme ir -dijo ella en un susurro.

-Quisiera hacerlo, pero no puedo -dije nuevamente-, báñate, yo haré que te suban algo para comer -concluí saliendo de la habitación, cerrando la puerta con llave.

Al bajar las escaleras me encontré con Larisa, mi otra sumisa, "¿Pero qué hace aqui?, le dije que podia irse".

- ¿Qué haces aquí?, Te dije que podías irte cuando quisieras -dije yo, a penas me topé con ella.

-Lo sé Señor, pero me gustaría seguir sirviendole el día de hoy -respondió esta.

-Has sido muy eficiente y te he tomado mucho cariño por eso, pero es hora de que rehagas tu vida.

-Esta bien, quiero asegurarme que la nueva chica lo trate como usted merece -siguió hablando esta refiriéndose a la nueva sumisa.

-Emm, está bien, Larisa -respondí sin más para después marcharme.

No Soy Ella (La Sumisa)+18✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora