Capítulo 31: Paolo, sin límites 🚫

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La historia tiene ya casi las
setenta mil lecturas ❤
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Cami POV:
No puedo creer lo que acababa de escuchar, Adri ya dio a luz a su bebé. La llamó Rubi pero ahora Paolo quiere quitársela. De seguro va a lograrlo, él es tan malo, capaz de todo. Ojalá no pueda quedarse con la niña. Me alejó de allí y sigo haciendo mis cáceres o me van a castigar, Fidelia será la primera en acusarme. Me derijo a la cocina para trapear, tiene que quedar bien blanco.

- Creí que ya habías terminado eso- dijo la bruja de Fidelia arrugando el hocico como choca vieja.

- Tiene mucha grasa- digo sin mirarla.

- Limpia más rápido, floja- dijo para luego salir de la cocina.

Maldita vieja, eres sólo una perra faldera de ese desgraciado. Pero uno de estos días te mata como un perro, sin importarle nada de lo que hiciste por él. Eso mis ojos lo verán, quizás muera aquí pero quizás tu también.

~ Al día siguiente ~

Ya eran cerca de las once de la mañana, yo estaba agotada ya, estos negreros me levantaron a las seis y desde esa hora estoy limpiando. Es cansador porque esta casa es inmensa, además limpió yo, Fidelia a gatas me ayuda. Es una maldita vieja mañosa, cada día que pasa la odio más.

- Necesito que le des una pasadita al estudio, sabes que al señor no le gusta el polvo- dijo Fidelia con ínfulas de dueña y señora.

- Ok.

Dije para luego entrar a la casa, oigo unos gritos de ese loco, me escondí en la sala. Era Paolo quién había llegado con una indicación, obviamente que me escondí para oír que mierda pasaba.

- ¡Es una inútil, quiero que la busquen y le den su merecido!- dijo Paolo entrando por la puerta principal.

- Sí señor- contestó su hombre.

- Esto es el colmo- Paolo tira un jarrón.

Su hombre se retira y este sube las escaleras con furia. No sé si entendí bien pero creó que no pudo robarse la bebé. Gracias Dios por escucharme, gracias. Salgo de mi escondite y subo las escaleras para limpiar el puto estudio.

~ Mientras tanto \

Adriana POV:

- ¿Dónde está mi hija?- pregunté adolorida mientras veo entrar a Paulina.

- Se la llevaron las enfermeras para cambiarla y todo eso- dijo sonriente.

- No me diga que durmió aquí- digo apenada.

- Sí, a las ocho fuí a la casa a cambiarme de ropa y darme un baño- se sienta junto a mí.

- Oh no se hubiera molestado tanto- tomo su mano- ¿Y Victoria?

- Ella está en la mansión, Cristián cuida de ella durante nuestra ausencia- ríe nerviosa.

La puerta se abre y una enfermera entra con mi hija en brazos. Pero lo más extraño fue el guardespalda la entro a empujones, la mujer estaba por llorar.

No Soy Ella (La Sumisa)+18✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora