Capitulo 2

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Su voz resonó con melancolía, sonó como si hubiera algo más, que el que yo fuera la reina.

- Quiero protegerte, no deseo nada mas.

- Quentin... - ¿no será que le gusta la verdadera reina?. Su mirada era seria, su determinación no podía venir solo de su obligación ni de su sentido de la responsabilidad.

Más que seguir negando que sea la reina. ¿Debería fingir ser su reina? Justo cuando mi corazón comenzaba a dudar ante sus ojos apasionados.

Un destino imperial brilla repentinamente, esencialmente empieza con ello.

¿Qué es esa canción? El sonido de campanas resono fuertemente justo a mi lado.

- Trece campanas - Quentin palideció inmediatamente y se puso de pie - Apartate ahora mismo, Su Majestad, Alicia a empezado a moverse.

- ¿Alicia? ¡Ah! - Quentin me alzó entre sus brazos sin problema y salió corriendo de la habitación dando instrucciones al chambelan que esperaba a fuera.

- Contacta con los soldados inmediatamente, manda a los del duque también.

- ¡Si, señor!

- Espera que... - en cuanto a mi, yo me esforzaba en agarrarme a él para no caer. ¿Qué demonios esta pasando?.

Sin saber lo que ocurría, me llevaron a la alta torre en el lateral del palacio.

- Esto es...

- Esta es "la torre de las plegarias", solo aquellos cuya sangre es cercana a los más antiguos ancestros tienen permitido entrar aquí. Lo que es mas importante, has vivido aquí mucho tiempo puede que te sientas mas segura que en el castillo.

- A salvo... - entonces la reina fue encerrada aquí. Observe el interior de la torre y vi pruebas de que alguien vivía allí. Parecía una habitación completamente normal pero no había ventanas y la única luz de la luna se filtraba por el traga luz del techo.

- Escondete aquí hasta que vuelva por ti.

- ¿Qué vas a hacer tú?.

- Voy a derrotar a Alicia - Quentin se arrodilló a mi lado y tomo mi mano, entonces me beso el dorso - Para protegerte.

- Quentin... - su mirada era seria, enseguida soltó mi mano y salio de la torre - Oh, espera - la puerta se me cerro en la cara antes de que pudiera llamarlo, estoy increiblemente confusa.

Me senté en el sofá de la habitación y observe el cielo infinito, es como una hermosa prisión. El silencio reinaba, tan solo interrumpido por los ruidos que yo provocaba, me pregunte por cuanto tiempo estuvo la reina encerrada en un lugar tan solitario.

- No es momento de esconderse en un sitio como este, reina - de pronto resonó una voz y Chesire apareció de la nada.

- ¡Chesire!.

- Reina, ve y vence a Alicia - Chesire me tendió la mano con una sonrisa burlona.

- Antes de eso, ¿puedes explicarmelo? ¿Qué esta pasando? - Chesire sonrió ante mis palabras.

- Escucha Alice es el "corrector" de este mundo.

- ¿Corrector?.

- Así se autodenomina pero para nosotros es una destructora, ha aparecido durante la historia y ha borrado ciudades y gente e incluso a la reina.

- ¿Quién es la reina? ¡¿Yo?!.

- La vieja mitología transmitida a la familia real dice que Alicia es la que borra a la reina. Quentin lo sabe, por eso te ha escondido aquí y ha ido a atacar a Alicia por su cuenta pero reina, si sigue así acabara muerto - Chesire sonrió de forma extraña e hizo el gesto de cortarse la cabeza.

- Muerto.

- Solo la reina puede vencer a Alicia y por reina me refiero a ti.

- De ninguna manera, no soy la verdadera reina.

- Pero se que tienes el poder y no es malo que se lo muestres, si se descubre que eres falsa, no hay duda de que el duque te matará.

- ¿Qué? ¿Quentin va a...?.

- Como el hombre serio que es, no aceptará el hecho de que le ofreció su lealtad a una reina falsa. Te matará y luego se suicidará.

- Uh - no tenia palabras, no había hablado mucho con él pero era fácil imaginárselo.

- Entonces vamos, muestrales a todos tu poder - diciendo eso me tiro del brazo con fuerza.

Durante medio segundo mi cuerpo se envolvió en una sensación de ingravidez.

¿Qué?

Al instante siguiente estaba en un sitio en el que no había estado antes y lo que es más, flotaba en el aire.

- Ves que están en problemas, ¿verdad?.

- Esa sombra... - en la ciudad bajo mis pies, el fuego ardía con furia.

Además de aquello, el monstruo que me atacó cuando llegue luchaba  contra los soldados.

- Se llaman deformados, puedes considerarlos como esbirros de Alicia.

- ¿Esto también es cosa de Alicia?.

Quentin también luchaba entre los soldados.

- Que el primer escuadrón se encargue de evacuar a los civiles, el segundo y tercero que vayan a la retaguardia.

- ¡Si, señor!.

Asombroso.

Siguiendo su orden los soldados se movieron como una sola criatura. Incluso yo, que no sabia nada sobre la guerra, podía afirmar que era un líder excelente.

- Ah, ya ves, no va tan bien.

- Las sombras, cada vez hay más... - por el contrario, Quentin y los suyos se veían gradualmente repelidos.

De entren las sombras de las llamas e incluso de la gente aparecieron deformados. Nuevos deformados brotaban unos de otros.

- Utiliza tu poder reina, es la única manera de salvarlos - diciendo esto, Chesire alzó la mano en el aire, hubo un destello repentino y una llave tan alta como yo apareció de la nada - Esta es la llave de la reina, utilizala para encerrar a Alice.

De ninguna manera, no puedo hacerlo.

Hasta Quentin tenia dificultades, no tenia ni idea de lo que podía hacer. 

- Usa la magia, hay magia que solo la realeza puede utilizar - tras decirme esto rápidamente descendió hasta la ciudad.

- Espera... ¡Oh, noooo!.

- Sal, Alicia.

Continuará...

Alicia Inversa: La reina de las maravillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora