Capítulo 11

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Me obligaron a quedarme en cama durante tres días mas.
No sabia si la heridas era tan profundas como parecía, ni si el doctor era hábil en su trabajo pero el dolor había desaparecido sin dejar rastro y ya no tenia heridas. Me sentía muy aliviada.

Mientras me recuperaba la sirvienta me estuvo consintiendo, me trajo tarta y zumo. No me dejaron salir de la cama.
Eran demasiado amables.

Me relaje por primera vez desde que llegue al país de las maravillas pero no se me permitía ser una despreocupada así que me limite a guardar reposo.

- El duque Clavolot ha venido a visitarla, su majestad.

- Despáchalo - nego con la cabeza.

- Esa no es una opción, su majestad.

- ¡Pero viene todos los días! - varios Duques y lores venían a verme continuamente desde que desperté. Me traían ofrendas de flores, baratijas con lazos y joyas. Apenas unos días antes se burlaban de mí en el tribunal. Me desconcertaba su repentino cambio de actitud.

Al principio los recibí educadamente pero me canse de encontrarme con tantos todos los días. Necesitaba descansar así que pedí que las horas de visita se limitarán a la mañana. Ya que estaba enojada con lo nobles. Cuando Seófiras venía con flores ordenaba que le permitieran el paso preferente.

- Es porque derrotaste a Alicia, alteza - las rosas que habían traído eran hermosas, las había escogido del jardín. Su aroma delicado y sus suaves pétalos rosas claro eran agradables a la vista, un lazo color lavanda adornaba el ramo - Es decir, has sido reconocida como la verdadera reina, su majestad.

- ¿Y?

- Bueno muchos nobles han pasado de ser tus enemigos a tus admiradores, señora.

- ¿Y eso qué significa?

- No queda un alma en este reino que piense que que eres una impostora, deberías estar contenta, señora - no sabía si eso era verdad, Seófiras aparto la mirada - Fui yo quien le dijo a Heiya que eres una impostora, el día de la coronación lo escuche accidentalmente mientras te llevaba al vestidor.

El día en que Cheshire me convenció fingir que era la reina aun sabiendo que no lo era. Puede que Seófiras lo escuchara, se burlaba de sus propias palabras.

- Heiya y yo eramos... cómplices así que yo....

- No te preocupes.

- Su alteza.

- No te preocupes ahora estoy bien - Seófiras inclinó la cabeza, no quería que se sintiera tan culpable.

Después de todo era cierto que era una impostora.

◇◇◇◇

- ¿Esta ahí Cheshire? - el primer día que se me permitió levantarme de la cama me dirigí a la biblioteca sin dudarlo.

Rechace a la sirvienta que se ofreció a acompañarme. Solo quería estar sola tras la lluvia de visitas por parte de los nobles, hasta estar encerrada tres días en mi cuarto era cansado. Nunca pensé cuánto apreciaría el sentir de la brisa en mis piernas mientras caminaba, me sentía feliz y nerviosa al mismo tiempo. Cheshire no había venido desde aquella noche, me sentía tan sola que quería protestar porque prometió venir todos los días, pero me asustaba que dijera que todo fue un error.

- Hola, ¿así que ya estas mejor? - Cheshire estaba en la habitación con Quentin delante, del otro lado del escritorio.

- Su alteza, me alegro de ver que estas bien, mis más sincera enhorabuena por tu recuperación - hincó la rodilla en el suelo pero su mirada severa me asustó, puede que haya interrumpido algo importante, los miré a los dos y baje la cabeza.

Alicia Inversa: La reina de las maravillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora