Alicia Inversa: La reina de las maravillas

Capitulo 5

- ¿Una fiesta del te? - me tape la boca emitiendo un extraño gritito.

- Si, celebremos una fiesta del te para animarte ya que has trabajado tanto, podemos reunirnos y charlar - Cheshire sonrió, lo hacia a propósito quería chincharme.

Desde ese día había estado yendo a la biblioteca real todos los días. Necesitaba su ayuda para entender este nuevo mundo en el que había quedado atrapada, era muy diferente al mio, realmente necesitaba acostumbrarme a actuar como reina. Ser una reina solía significar crecer como la hija del rey siendo educada desde tu nacimiento para llevar a cabo tu futuro papel, no tenia experiencia, nunca antes había tenido sirvientas que me atendiesen durante todo el día. Nunca había llevado vestidos elaborados, todos los días me lavaba la cara y me ponía la ropa mientras hacia el desayuno, incluso sacaba la basura. Una reina se levanta y alguien la vestía, le preparaba el desayuno y limpiaba por ella. Tenia que vestir con trajes largos y ostentosos, era difícil hasta acostumbrarse a ello.

Ademas tenia que cumplir con las labores oficiales de la reina, Quentin lo hacia por mi ahora pero estaba muy cansado, Cheshire dijo que la gente empezaría a quejarse por mi falta de cooperación.

- ¿Y aun así dices que debería ir a ver a todos? - estaba allí para estudiar con Cheshire para que nadie se diese cuenta de que no era la verdadera reina pero Cheshire no hacia mas que reírse de mi inseguridad.

- Estarás bien le estas pillando el truco.

- ¿El truco?

- Quentin es el prometido de la reina y Henry es tu hermanastro, Seófiras paso mucho tiempo con la reina haciéndole vestidos.

- ¡No! No puedo - Cheshire observo como negaba la cabeza como un niño teniendo una paleta, se inclino hacia mi.

- Pero sabes

- Pero si se dan cuenta de que soy una impostora, Quentin me matara y morirá ¿verdad? No, no.

- Pero necesitamos que alguien evalué tu progreso.

- ¿Evaluar?

- Si consigues que hasta la gente mas cercana crea en ti estarás lista ¿no?

- Supongo.

- Cuando lo hagas no vendrás aquí tan seguido y tendrás mas tiempo libre - Cheshire aparto la mirada y murmuro, pareció como si hubiese algo mas que no podía decir - Pero desde mi punto de vista.

- ¿Si?

- Me entristece tener menos tiempo para chincharte - suspire.

- No eres malo.

- ¿Tu crees?

- Me ayudaste a aprender e hiciste un hechizo para que nadie viniese aquí ¿verdad?

- Eso es verdad.

- No te gusta hablar con la gente pero aun así me dejaste entrar - Cheshire aparto la mirada como si no le importase pero vi amabilidad en sus ojos.

<><><><>

La fiesta del té se celebraba en el jardín de rosas, la mesa estaba puesta en un templete de un rincón, las flores frescas habían florecido y un olor delicado invadía el aire.

- No, no sirve - el té, a diferencia de lo que solía preparar Cheshire, desprendía un fuerte aroma, para entonces ya había estado entrenando para servir el té.

Comencé a echar el té frió de la tetera en una pequeña jarra y a medir las hojas del te, Cheshire encargo pasteles especialmente para hoy.