Capitulo 4

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Cuando abrió los ojos nuevamente decidió que no le daría a su cabeza nada más para pensar especialmente si se trataba de Aihara ya que ella no se merecía ningún pensamiento suyo. Salió de casa desayunando una tostada con la actitud de alguien que solo se preocupaba por si mismo, como siempre lo fue. Pero al entrar a la escuela, sus ojos, como si fuera más instinto buscaban entre los alumnos que ingresaban la pequeña figura de Aihara. Maldita. ¿ por qué tenía que existir?
Aún así ella no se encontraba entre los estudiantes. Buscó a las amigas con las que siempre andaba pero no estaba con ninguna de ellas, ambas iban con Kinnosuke y todas tenían las mismas expresiones preocupadas plasmadas en los rostros. Intentó no sentirse interesado fracasando rotundamente. ¿Cual podría ser la razón de sus preocupaciones? ¿Quizá era Aihara?.
Jinko puso el celular en altavoz y los demás amigos se acercaron para escuchar la llamada.
– Kotoko-chan, vimos las noticias ¿ están bien? – la pregunta fue hecha en el mismo tono preocupante de las voces. La curiosidad fue mayor y Naoki no pudo evitar acercarse más fingiendo hacer algo que no tenía nada que ver con el hecho de andar escuchando conversaciones ajenas.
–¿La casa fue destruida?– gritó Satomi.–¡Pero si era nueva!–
Dijo mientras los demás alrededor de ella los cuales serían Kinnosuke y su pandilla y las otra amiga pronunciaban sus gestos de preocupación.– pero ¿pueden reclamar? ¿Tu padre demandará? –
Naoki no alcanzo a escuchar la respuesta pero lo que si le quedó claro es que sus amigos estaban más que prestos a ayudarla. Por un momento deseo sentir ese tipo de amistad pero luego cayó en cuenta del gran sentido del compromiso que eso implicaría. Y luego volvía esa sensación extraña de que estaba perdiendo algo. Aihara siempre lo persiguió haciendo comentarios que no venían a cuento sobre la hermosa persona que él era y sobre su perfección como hombre pero últimamente, después de que rechazara su carta de amor mal escrita, aún en medio de su sobradez, podía reconocer que fue cruel la manera en que la rechazó pero esa declaración fue la gota que colmó el vaso en cuanto a niñas buscándolo y después del rechazo ella comenzó a evitarlo como a la peste, al punto de ignorarlo y pasar ahora más tiempo con Kinnosuke.
Ahora algo serio parecía haberle sucedido y él quería saber que podía ser. ¿Realmente alguien con su CI quería meterse en ese embrollo? Como nunca lo hizo la respuesta más fácil fue si, se metería en ese embrollo.
Manteniendo la distancia se dedicó a seguir a los amigos de Aihara durante el resto del día lo cual resultó penoso por las actividades que llevaban a cabo. Definitivamente sus cabezas estaban llenas de aserrín ¿como podían ser tan mundanos? Y Aihara ¿no era acaso igual que ellos?
Nada tenía sentido excepto que cuando llegó la hora de salir de la escuela él continúa siguiéndonos al punto de que supo que irían a visitarla y le entró aún más curiosidad por saber qué le sucedió a ella. Mantuvo la distancia suficiente para no ser notado y captó que a donde se dirigían era cerca a su hogar.
¿Cómo pudo vivir tan cerca de él y pasar desapercibida?
El semblante de la entrada a lo que antes era una casa se veía desolador, parecía que una bomba cayó encima de solamente ese edificio y las personas alrededor miraban como si no acabaran de creer lo que veían, alrededor todas las demás casas estaban en buen estado menos esa.
– ¿Y cayó justo encima? – preguntaba Kinnosuke en aquel tono zalamero que enervaba a Naoki, como si ella fuera de su propiedad.
–Ya la escuchaste- respondió Satomi dándole un cocotazo.
-Si, ahora no tenemos casa, nos mudaremos a un hotel mientras papá reúne lo suficiente para alquilar algo–
– Pero ¿si recogerá lo suficiente con el restaurante? Pueden quedarse en mi casa...– sugirió Kinnosuke con servilismo haciendo que las mejillas de Aihara se sonrojaron...
Espera... ¿ en verdad se estaba sonrojando?.
– Gracias, Kin-chan, pero no creo que papá acepte –
¿Su padre no aceptaría? ¿Y si la decisión estuviera en manos de ella si lo aceptaría? Y el ¿ por qué estaba preguntando eso?
Maldita sea si se estaba enloqueciendo. ¿Acaso tuvo un trasplante de personalidad y no se dio cuenta?
–De todas formas se lo preguntarle - dijo Kinnosuke- es con la mejor intención–
Naoki podía decir, con franqueza, que las intenciones de Kinnosuke no eran las mejores , quizá en su afán de tener a Aihara estaba pasando por alto muchas cosas.

No a Las Emociones (Una historia de Itazura Na Kiss)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora