Capitulo 16

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Bueno, antes que nada gracias a quienes siguen esta historia. Aclaro que es el capítulo fina, gracias por llegar hasta acá y nos leemos en la próxima, que de hecho trata de la versión coreana de Itazura Na Kiss, Playful Kiss, y otros personajes. Nuevamente gracias y espero que estos tiempos de adversidad que vive el planeta nos ayuden a mejorar como seres humanos.

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A medida que se alejaban de la claridad que se veía como un gran cine en cuarta dimension Naoki se encontraba mas dubitativo que en toda su vida.

– Todo esto tendría que significar algo para mi? – preguntó mientras caminaba al lado de la mujer que se parecía a Kotoko y lo había llevado de la sala donde vio cómo moría a una situación tras otra donde él y Kotoko eran protagonistas.
Aparte de las crípticas palabras de ella en ese fugaz momento no había pronunciado nada más y solo había hecho ademán de que la siguiera.

Ella había hablado de realidad. Pero en ese momento se sentía como un fantasma más que nunca y más después de ver desde esa posición todo lo acontecido, su noviazgo y muerte en secundaria en una de sus realidades y , su matrimonio con ella y todo el sufrimiento en la otra. Todo lo que pasaba tan inalterable como los hechos que se veían en una película.

Contemplar todas estas acciones como si fuera una especie de tercero hicieron que su cuerpo reaccionara de maneras extrañas sustituyendo la tristeza y el arrepentimiento a todos los demás de regocijo y hasta enfado.

No supo cuánto tiempo pasó, parecía que este plano algo tan vanal como llevar la medida de un reloj no aplicaba, bien podrían haber pasado años o algo mas o menos.

Finalmente, después de flotar o caminar o como quiera que se llamara el paso que estaban haciendo llegaron a un prado donde solo había grandes árboles y mucha vegetación al igual que cielo despejado y un olor a flores silvestres que hizo que su cuerpo se sintiera infinitamente mejor.

–Tus suposiciones son ciertas - dijo la mujer deteniéndose finalmente y volviéndose a mirarlo con algo en su rostro tan inexpresivo que el joven se sintió completamente intimidado, era como contemplar una zombi o una máquina, algo que definitivamente le dio algo de miedo, pero se obligó a no salir corriendo esencialmente por que por donde fuera que mirara no había hacia dónde huir, podía correr infinitamente hacia el frente y encontrar mas prado y mas nubes y mas todo sin tener un fin - Soy la madre de Kotoko, y he sido enviada para proteger a mi hija. Ella, que de rodillas, me ha pedido en innumerables oraciones nocturnas y pedidos diurnos que la ayude en lo que a ti se refiere -

Por un segundo se sintió ofendido de que pensara que con él Kotoko no estaba segura o que la lastimara voluntariamente, pero sabia que en el fondo la preocupación de lo que fuera esto era mas que justificada, no había sido la mejor persona y había tenido que vivir algo como una especie de terapia de choque para reaccionar al hecho de perder aquello que siempre dio por sentado. No dijo nada, prefirió que ella se explicara.

–Tu eres el principal causante de todo su sufrimiento - dijo ella finalmente mirándolo a los ojos y dándole la atemorizante sensación de que ella le estaba recriminando - y estaba en mi poder mostrarte todo lo que pudiste haber conseguido con ella si hubieras aceptado sus sentimientos aquella vez cuando eran adolescentes - En pasado, como si en ese momento ya no hubiera una solución -

–¿Quieres decir que nada de esto (yo y ella en secundaria manteniendo una relación, yo y ella como adultos siendo marido y mujer y pasando por una serie de situaciones imprecisas), es la realidad? - dijo atragantándose con sus palabras y percibiendo algo parecido al pánico en el centro de su pecho. La amalgama de sensaciones que parecían recorrerlo una y otra vez iban en completa contra de lo que siempre fue, era como si estuviera contagiándose de alguna enfermedad que alteraba el rumbo natural de su manera de ser.

No a Las Emociones (Una historia de Itazura Na Kiss)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora